TECNOLOGÍA
Whatsapp, Facebook e Instagram se caen y dejan incomunicadas a millones de personas
La plataforma se cayó y dejó a millones de personas sin su habitual forma de comunicación. Facebook se disculpó a través de su cuenta en Twitter.
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La aplicación Whatsapp presentó este lunes una caída que dejó incomunicadas a millones de personas. Como suele ser tradicional, millones de personas se volcaron a Twitter a preguntar si se había caído el tradicional servicio de comunicación y millones de personas reinstalaron sus equipos y sus celulares pensando que se trataba de una falla de sus ordenadores o servidores. De igual manera, millones de personas sacaron su ingenio para hacer memes a propósito de este colapso.
Tendencias
Frente a esta caída, que apunta a ser mundial, millones de personas han sugerido iMessage, Slack, Telegram como alternativas de comunicación. El sitio Downdetector mostraba cortes en áreas densamente pobladas como Washington (Estados Unidos) y París (Francia), confirmando así la tendencia mundial frente a esta caída masiva.
We’re aware that some people are having trouble accessing our apps and products. We’re working to get things back to normal as quickly as possible, and we apologize for any inconvenience.
— Facebook (@Facebook) October 4, 2021
Hasta ahora, la caída más grande tuvo lugar en 2014, cuando duró una hora. En esta oportunidad, y a falta de conocer las razones específicas, las personas están sin Whatsapp, sin Facebook y sin Instagraman, las redes sociales más utilizadas en el mundo. México, Argentina, Chile y Brasil se suman a los países vecinos de Colombia que reportan la caída mundial. “Somos conscientes de que algunas personas tienen problemas para acceder a nuestras aplicaciones y productos. Estamos trabajando para que todo vuelva a la normalidad lo antes posible y pedimos disculpas por cualquier inconveniente”, señaló Facebook desde su cuenta en Twitter.
La interrupción se produce un día después de que una mujer apareció en la televisión estadounidense para revelar su identidad tras filtrar documentos a las autoridades alegando que Facebook sabía que sus productos estaban alimentando el odio y dañando la salud mental de los niños. Frances Hagen, una experta en datos de 37 años de edad, trabajó para empresas como Google y Pinterest, pero dijo que Facebook era “sustancialmente peor” de lo que lo que había visto antes.
La mayor red social del mundo quedó envuelta en una tormenta a causa de Haugen y congresistas y el diario The Wall Street Journal detallaron cómo Facebook sabía que sus productos, incluido Instagram, estaban dañando a las niñas, especialmente en lo que respecta a la imagen corporal. De momento Facebook no respondió a los pedidos de comentarios sobre el corte.
Al margen de esta caída, la popular aplicación de mensajería WhatsApp, la más usada en el mundo con más de 2.000 millones de usuarios, anunció que prepara novedades en sus configuraciones de privacidad, entre las que se destaca una nueva opción que permitirá por primera vez ocultar la hora de última conexión solo a los contactos determinados que elija el usuario.
Durante los últimos años las opciones de privacidad de la aplicación no han cambiado, por lo que actualmente los usuarios solo tienen tres opciones para modificar las configuraciones: compartir la hora de última conexión con todo el mundo, compartirla solo con los contactos o simplemente no compartirla con nadie.
El caso de WhatsApp es especialmente interesante. En sus más de diez años de vida hemos asistido a numerosos cambios. Hemos vivido la irrupción los emojis o stickers para suplir la frialdad del texto escrito o la incorporación de mensajes de audio. Cada uno de estos cambios se ha incorporado a nuestras rutinas de uso. Algunos han sido recibidos con sorpresa y hasta con polémica.
No podemos olvidar el revuelo causado por la introducción en el año 2014 del doble check azul. Desde entonces, los silencios en WhatsApp son más significativos que nunca y la que fuera una de las principales ventajas de la aplicación, la discreción, quedó fuertemente dañada. Hasta han surgido expresiones como clavar el visto o dejar en visto para dar cuenta de la ansiedad que produce la toma de conciencia de que un mensaje ha sido recibido y leído pero no contestado. Y aquí no acaban las controversias. Desde hace unos meses, cuando recibimos un audio de WhatsApp, podemos decidir entre escucharlo a velocidad normal o acelerarlo.
Los mensajes de WhatsApp se producen en ausencia de nuestro interlocutor, lo que limita la operatividad de uno de los principios básicos de la interacción comunicativa: la regulación. Se pierde la posibilidad de adaptar nuestro discurso a la reacción de nuestro interlocutor, algo natural en la conversación cara a cara.
Entonces, ¿por qué empleamos tanto la mensajería instantánea? Para algunos, WhatsApp es una alternativa eficiente cuando no pueden mantenerse otro tipo de interacciones. Sin embargo, para otros no es una opción sustitutoria, sino prioritaria. Pertenecen al nutrido grupo de fans del llamadas no, solo WhatsApp.
A pesar de que pasen las horas conectados a sus aplicaciones de mensajería instantánea, conseguir que los más jóvenes hagan o respondan una llamada de teléfono es muy difícil. De ahí la crisis derivada por esta falla de masiva de Whatspp, sumado a Facebook y a Twitter.