Transporte
¿Colombia está en deuda con la formación de ciudadanos como actores viales?
Expertos advierten que hay normativas del Gobierno nacional que no se han puesto en marcha.
En medio del debate por el reciente anuncio del Ministerio de Transporte de que va a endurecer los requisitos para la expedición de licencias de tránsito en el país, diversos sectores están manifestando que antes de sacar nuevas normas, el Gobierno nacional debería poner en marcha algunas regulaciones que tiene desde hace muchos años.
La semana pasada se publicó para comentarios de la ciudadanía un proyecto de resolución que establece mayor rigurosidad y condiciones en los exámenes teóricos y prácticos requeridos para obtener la licencia de conducción en el país. Lo cual, según la ministra de Transporte, Ángela María Orozco, busca mejorar la seguridad en las vías.
“Al establecer nuevos criterios de formación y evaluación en el proceso de licencia de conducción buscamos que los conductores cuenten con las competencias necesarias para desplazarse seguros por las vías del país, entendiendo su responsabilidad como conductor y teniendo claros sus derechos y deberes en las vías. Este nuevo camino nos permitirá, en un futuro, reducir los índices de siniestralidad”, destacó en su momento la ministra.
Ante esto, algunos sectores como la Confederación Nacional de Centros de Enseñanza Automovilística (Conalcea), le han recordado al Ministerio de Transporte que hay normas vigentes desde 2011, que no se están usando, pese a que están encaminadas a fortalecer la formación de los conductores en el país.
Esta agremiación hizo un llamado al Gobierno nacional para que inicie cuanto antes con la formación integral de actores viales desde los entornos familiares y escolares, y no siga esperando a que los ciudadanos aspiren a una licencia de conducción en su adultez para tratar de implementar una cultura tardía de la seguridad vial en Colombia, que hoy deja más de 7.000 muertes al año en las vías del país.
“No es lo mismo aprender a conducir que tener formación como actor vial. A manejar se aprende en cualquier escuela de conducción, mientras que a saber comportarse en las vías -sin importar si se moviliza en carro, en bicicleta o a pie- se lo deben enseñar a los niños desde la casa y el colegio, y no solo cuando son adultos y llegan a una escuela buscando un curso de conducción”, señaló Alejandro Mayor, presidente de Conalcea.
Este tema será sin duda uno de los más polémicos en la próxima convención nacional que reunirá a más de mil Centros de Enseñanza Automovilística del país, los próximos 7 y 8 de abril, en Medellín, y al que el Ministerio de Transporte también fue invitado para explique un poco mejor los cambios que hizo en los contenidos pedagógicos de los cursos (mallas curriculares) y la inminente entrada en vigencia de los Centros de Apoyo Logístico de Evaluación (Cale).
Conalcea le recordó al Ministerio de Transporte que la Ley 1503 de 2011 establece la obligatoriedad de la formación vial en todas las instituciones de educación preescolar, básica primaria, secundaria y media del país, así como la implementación de programas de bienestar y de prevención vial en todas las universidades a nivel nacional. Algo que hasta el momento no se ha puesto en marcha.
“En Colombia murieron 24.861 personas en siniestros viales entre 2018 y 2021, según cifras de la Agencia Nacional de Seguridad Vial. Incluso en 2020, cuando estábamos encerrados en cuarentena, por culpa de la pandemia, fallecieron 5.243 ciudadanos en accidentes de tránsito. A febrero de este año ya han muerto 1.136. Es increíble, sí, pero es aún más increíble cómo aquí se mueren casi 7.000 personas al año en las vías, y el tema ni siquiera está en la agenda de los candidatos presidenciales”, concluyó Mayor.
Los Centros de Enseñanza Automovilística, que actualmente dictan más de 600.000 cursos de conducción al año, esperan que los representantes del Gobierno nacional lleven propuestas concretas a su convención nacional en Medellín, con el fin de buscar soluciones conjuntas a esta grave problemática, y así trazar una hoja de ruta que les permita hacer a cada uno su aporte para contribuir a mejorar la seguridad vial en el país.