Oración a los siete arcángeles para atraer la abundancia y alejar las malas energías

Mantener una conexión con el Ser Supremo, principalmente en el caso de los católicos y cristianos, es para algunos, más que otros, una prioridad. A él se le confían tanto las preocupaciones (independientemente de su índole) como peticiones para alcanzar las metas propuestas personales, y a nivel laboral.

Por ejemplo, encomendar la puesta en marcha de un emprendimiento o estabilidad en negocios ya comenzados se enmarca entre las solicitudes a Dios. En esa línea, la creencia católica da cuenta de siete arcángeles que tienen diferentes funciones, ellos son: Gabriel, Rafael, Chamuel, Uriel, Zadkiel, Miguel y Jofiel.

El sitio web oración.co recoge algunas plegarias dirigidas a ellos y encaminadas tanto a recibir abundancia como alejar las energías que puedan desencadenar lo contrario. Una de estas busca atraer el dinero:

Queridos siete arcángeles, me inclino ante ustedes para buscar la fortuna y la abundancia que tanto necesito. Por favor, santos de Dios, solo quiero atraer la riqueza a mi alrededor.

La escasez y la pobreza han convertido mi vida en un problema. Las tentaciones tocan a mi puerta en todo momento, por lo que solo anhelo que me salven de este infierno.

Ángeles míos, saben que mi intención no es hacerle el mal a los demás, pues lo único que deseo es alcanzar el éxito de la mano de Nuestro Señor.

Les imploro que me regalen su sagrada bendición para que jamás me falte el dinero y la prosperidad. Amén.

Otra oración para atraer la prosperidad

Recurro a ustedes, los siete arcángeles de Dios, para que me ayuden a salir de la oscuridad y la tristeza que me rodean.

La escasez se ha apoderado de mi vida y todos los caminos hacia la prosperidad cada vez se nublan más. Por favor, arcángeles bendecidos por el Señor, ayúdenme a salir de la ruina en la que me encuentro. Muéstrenme el camino correcto hacia la fortuna y el amor del Padre Creador.

La pobreza no dominará mi vida. La tristeza no podrá derrotarme. La envidia no me llevará a la devastación.

Su esperanza me dará valentía. Sus milagros alejarán la ruina de mi camino. Con su protección el mal no podrá vencerme. Amén.