La carta de S.O.S. que los trabajadores del Cerrejón le envían al Defensor del Pueblo

El carbón está apagado. Durante 65 días los trabajadores del Cerrejón, la mina de carbón a cielo abierto más grande del mundo, ha estado parada, con pérdidas por 7.000 millones de pesos diarios, según la presidenta de la compañía, Claudia Bejarano.

La organización sindical Sintracarbón, que decretó la huelga el 31 de agosto, negocia en representación de los trabajadores directos y tercerizados de la compañía Cerrejón.

En la mitad está un pliego de peticiones con el que argumentan defender beneficios para los trabajadores, cuya situación laboral atañe a 10.000 familias.

Así le explicaron al defensor del pueblo, Carlos Camargo, en una carta enviada al despacho del funcionario, quien sostendrá este jueves un encuentro con el sindicato.

“Hoy nos tiene en huelga, primeramente, el proceso formal de negociación que inició a principios de enero de este año y que se desarrolló de manera presencial. No hubo acuerdo al final de la etapa de arreglo directo, se votó la huelga pero había que iniciarla hasta el día 28 de marzo de 2020, cuando apenas el Gobierno Nacional había decretado el aislamiento social obligatorio por la pandemia de la Covid-19. En aquel entonces, el sindicato, en un acto de objetividad dio por terminado el proceso retirando el pliego de peticiones”, relataron al defensor.

Según la narración de los huelguistas, la convención colectiva de trabajo se prorrogó hasta el 30 de junio de 2020. “Fue necesario iniciar un proceso de negociación con un pliego de peticiones modesto en atención a la mengua del volumen de ventas y de precios del carbón, que, en nuestro análisis, solo refleja disminución de las ganancias operacionales, pero, en ningún caso, se asimila a una crisis”.

Desde la perspectiva de los trabajadores, la posición de la empresa en la negociación es de “contrariar el espíritu de progresividad que encierra toda negociación”, pues, agregan que intentan congelar, reducir o quitar beneficios que ya habían logrado.

El famoso turno de la muerte

Según relatan los líderes de Sintracarbón al defensor del pueblo, el anuncio de un nuevo turno fue la ‘tapa’ en la negociación. Lo describen como el ‘Turno de la Muerte’. “Como se sabe, Cerrejón es el mayor empleador privado de la Guajira y su producción alcanza cerca del 45 por ciento del PIB departamental. La compañía anunció que tratándose de los trabajadores directos (cerca de 5.000), le impondrá un turno de trabajo para 3 cuadrillas y eliminando una (hoy son 4), que en la práctica representa la disminución del 25 por ciento de los puestos de trabajo directos en la áreas operativas”.

En la actualidad, el turno es rotativo día-noche: 2x1-2x3, es decir dos días continuos de trabajo, uno de descanso, dos días continuos de trabajo, tres de descanso. Según los trabajadores, esto está establecido así desde hace 30 años en el reglamento de trabajo.

Mientras que ahora, continúa el relato, “el turno que pretende imponer también es rotativo día-noche pero 7x3-7x4, es decir trabajar 7 días continuos y descansar 3 días, trabajar 7 días continuos y descansar 4 días. En otras palabras, más días de trabajo por menos días de descanso. Con justa razón, ya lo hemos rotulado como el Turno de la Muerte”.

La petición al Defensor

La carta al Defensor del pueblo tiene como objetivo pedir la mediación en el conflicto laboral, lo que se dará este jueves: “pedimos a usted, con mucho respeto, que en su deber misional en defensa de los derechos humanos, medie en este asunto. No es posible, que nuestras autoridades sigan de espaldas ante un suceso tan dañino para las finanzas de nuestros entes territoriales y de la nación, y sobre todo para la economía de miles de hogares que dependemos de nuestros salarios”.

De hecho, muchos colombianos se preguntan la razón por la cual, el Cerrejón lleva 65 días en huelga y la situación, que en otros tiempos hubiera sido de impacto nacional, ahora no parece trascender mucho más allá de los territorios de la mina. El exministro de Minas, Amylkar Acosta, dio su aproximación a esa razón.

“Por un lado, está la sordina del Gobierno. Por el otro, el carbón está en su mala hora, traducida en la contracción del mercado, el desplome del precio y la caída de la producción que viene dándose desde hace tres años y ahora, este 2020, será el peor”.