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Las reservas de petróleo con datos a 31 de diciembre de 2022 se soportaron, en gran parte, por los favorables precios internacionales del crudo, que en promedio estuvieron en 105 dólares por barril.
Las reservas de petróleo con datos a 31 de diciembre de 2022 se soportaron, en gran parte, por los favorables precios internacionales del crudo, que en promedio estuvieron en 105 dólares por barril. | Foto: diana sanchez

Energía

¿Las menores reservas de petróleo y gas serán una tragedia anunciada? Esta es la explicación

El inventario de petróleo crece tímidamente, mientras que el de gas cae. A pesar de las señales, la ministra de Minas insiste en no hacer más contratos de exploración. ¿Cómo se afecta la transición energética?

27 de mayo de 2023

Apenas diez días después de que el Ministerio de Minas y Energía anunciara la metodología para la transición energética –cuya hoja de ruta se conocerá en febrero del año entrante–, y en medio de la emergencia que generó la suspensión de gas natural en el suroccidente del país y el Eje Cafetero, se conoció el tiempo de reservas que tiene el país en petróleo y gas.

La Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) publicó las cifras y los resultados no fueron alentadores. Las reservas probadas de crudo crecieron apenas 1,7 por ciento, por revisiones técnicas y por el incremento en el precio del barril, que tuvo un promedio de 105 dólares el año pasado. Esto representa una autosuficiencia de 7,5 años, menor a los 7,6 años registrados para 2021, e implica una caída tras cinco años consecutivos de crecimiento.

En gas, las reservas probadas bajaron 11 por ciento. Mientras que en 2021 eran de ocho años, en 2022 cayeron a 7,2 años, el menor dato en más de una década.

Estos resultados son un insumo clave para determinar la velocidad de la transición energética y asegurar la autosuficiencia en petróleo y gas, que no se descuadren las cuentas fiscales y que le dé tiempo suficiente al país para construir nuevos sectores exportadores.

Sin embargo, las señales no son buenas. Para Andrés Duarte, director de renta variable de Corficolombiana, los resultados son preocupantes. En un análisis de la entidad, en el que él fue coautor, dados los recursos en 2023, “el país agotará sus reservas de hidrocarburos en ocho años”.

Ante este panorama, la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, mantuvo su postura de no avanzar con más contratos de exploración y, por el contrario, buscar mayores eficiencias en los contratos existentes e impulsar la exploración y producción de hidrocarburos mediante el recobro mejorado. Anunció que se acelerará una regulación que permita producir el gas que se ha descubierto en el mar Caribe. Esta declaración contrasta con los mensajes que ha enviado el Gobierno –como el comunicado conjunto de los ministerios de Minas y Energía, Comercio y Hacienda– en los que busca asegurar la soberanía energética del país y continuar con la exploración y explotación de combustibles líquidos y de gas para propiciar la autosuficiencia. El escenario para algunos puede ser dramático. El exsenador Jorge Robledo, en diálogo con Vicky Dávila, advirtió que si se acaban el petróleo y el gas “la economía se hunde, colapsa, el dólar se puede ir a 7.000 pesos o más y los precios del gas se triplican”.

La exploración y explotación de yacimientos no convencionales de hidrocarburos está suspendida en Colombia. Foto: archivo/Semana. | Foto: archivo/Semana

Por ahora, los resultados de las reservas pasan, para bien o para mal, por una variable clave: el precio del petróleo, que deja en evidencia la vulnerabilidad de no contar con nuevos grandes hallazgos. Como explicó Francisco José Lloreda, presidente de la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas (ACP), cuando los precios son altos se viabilizan algunos proyectos más costosos y cuando caen, se hacen inviables. “Con un precio promedio de 105 dólares por barril en 2022 era de esperar un mayor incremento en las reservas probadas de petróleo y gas. Si se recuerda que el precio en 2021 fue 70 dólares, amerita un mayor análisis; si este hubiese sido el precio en 2022, las reservas se habrían desplomado”, aseguró.

Por su parte, la presidente de la ANH, Clara Liliana Guatame, aseguró que las compañías siguen teniendo compromisos de inversión en exploración y en desarrollo de los contratos suscritos. “Lo anterior puede indicarnos, preliminarmente, que como mínimo se debería mantener la producción (en el corto plazo) en los mismos niveles de 2022. De la misma forma, en el interior de la Agencia se estudian mecanismos que incentiven la exploración con los contratos existentes, lo cual pronto haremos público para comentarios”.

Claudia guatame Presidenta de la ANH
Claudia Guatame, Presidenta de la ANH | Foto: CORTESÍA ACP

Como advierte un empresario del sector, hay un incremento en la inversión porque las empresas “quieren exprimir ya el limón, dado que los precios están relativamente buenos y la incertidumbre es mayor. Sin embargo, la inversión en exploración de parte de los privados este año cae 33 por ciento, comparado con el año pasado, concentrados en proyectos específicos. Hacen esto para tener caja y pagar la reforma tributaria”, agrega.

Para Claudia Guatame, presidenta de la ANH, un barril de petróleo a 80 dólares sigue siendo competitivo. Mientras tanto, Enel anunció la suspensión de un parque eólico en La Guajira.
Para Claudia Guatame, presidenta de la ANH, un barril de petróleo a 80 dólares sigue siendo competitivo. Mientras tanto, Enel anunció la suspensión de un parque eólico en La Guajira. | Foto: Getty images

Como explica el estudio de Corficolombiana, la inversión tiene dos efectos sobre las reservas: por un lado, una mayor inversión en exploración está asociada a aumentos en los hallazgos o nuevas adiciones de recursos de petróleo y gas; en contraste, una inversión en producción elevada aumenta la desacumulación de reservas. “La adición de reservas que se dio en 2022 y se dará en 2023 está concentrada en revisiones positivas por los altos precios del crudo y el gas. Sin embargo, la tendencia negativa de la inversión en exploración será insuficiente para que los nuevos hallazgos cambien la tendencia de las reservas en el corto plazo”.

Incluso, los efectos en los resultados de 2023 pueden ser muy complejos, pues varios factores van a pesar sobre la operación de los actuales pozos petroleros en el país. Por una parte, a nivel externo, el precio del crudo ya se sitúa por debajo de los 80 dólares por barril. No obstante, para Guatame, de la ANH, un precio a ese nivel sigue siendo competitivo. Por otra parte, a nivel interno, el impacto de la reforma tributaria sobre las cuentas de las petroleras sigue siendo alto, como se reflejó en los resultados de Ecopetrol, y hay expectativa en torno a nuevos impuestos en las regiones.

Algunos, en el caso de Ecopetrol, se preguntan si con la decisión de no realizar nuevas actividades exploratorias, ¿estaría incurriendo en un detrimento patrimonial de la empresa? ¿Cuál será la responsabilidad de la junta directiva en esa determinación? Pero, sobre todo, la mayor preocupación hoy son los temas de seguridad, tras el ataque a la sede de Emerald en San Vicente del Caguán.

Las transiciones

La ministra Vélez insiste, sin embargo, en una transición energética acelerada, aunque ya se están haciendo evidentes dificultades en otros frentes, como las energías renovables no convencionales.

Irene Vélez, ministra de Minas y Energía, en el PMU por la emergencia del gas.
Irene Vélez, ministra de Minas y Energía. | Foto: Twitter @IreneVelezT - A.P.I.

Varios proyectos, en especial en La Guajira, tienen retrasos significativos, y esta semana se materializó la crisis. Enel Colombia anunció la suspensión indefinida de la construcción del parque eólico Windpeshi (205 megavatios) en La Guajira, aunque continúa el desarrollo de otros parques solares en Cesar, Magdalena y Atlántico, que suman unos 800 megavatios de energía renovable e inversiones de más de 2,5 billones de pesos.

Pero los problemas van más allá. La transición energética debe ir acompañada, como lo han advertido el exministro de Hacienda José Antonio Ocampo y Francisco Lloreda, de la ACP, de dos transiciones más: la exportadora y productiva –que garantice los ingresos que hoy representan petróleo, gas y carbón y el desarrollo de nuevos negocios–, y la fiscal, en la que los recursos del Estado no se vean amenazados.

Por ahora, la coyuntura es compleja. Las apuestas productivas todavía no cuajan: el turismo atraviesa una de sus más desafiantes coyunturas. Está amenazado por poca oferta de aerolíneas –en especial de bajo costo, tras la salida del mercado de Viva y Ultra–, problemas de infraestructura vial que aísla regiones –como el caso de Nariño– y dificultades de seguridad. Otros, como el cobre, con alto potencial, chocan con el activismo ambiental, y no se ha definido la política para explorar en zonas como Chocó o destrabar proyectos como el de Quebradona.

Además, los cálculos fiscales se hicieron sobre un precio del crudo de 94 dólares por barril y está por debajo y con tendencia a caer más. El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, le reconoció a SEMANA que esa proyección ya no se cumplirá y tendría que revisarse la meta de déficit fiscal y ajustarla al 4 por ciento.Aún hay tiempo para revisar las transiciones y ajustar la política. Pero no podemos correr el riesgo, como dice el refrán, de morir de hambre con la nevera llena.