RIQUEZA
Los ricos no dejan de agrandar sus fortunas: el 1 % de la élite capturó el 50 % de la riqueza: ¿Qué pasa en Colombia?
Informe de la ONG Oxfam será lanzado este lunes en el Foro Económico Mundial, en Davos. Promueven impuesto a la riqueza más agresivo en Colombia, con el cual se financiaría la educación.
Nada parece detener la acumulación de dinero por parte de los ricos. En medio de la crisis sanitaria y económica más brava de las últimas décadas, los que saben hacer el dinero no sintieron el impacto de la pandemia. Los que de pronto perdieron algo lo recuperaron rápidamente y con creces. En consecuencia, según el informe global “La Ley del Más Rico”, de la ONG Oxfam, que será presentado este lunes 16 de enero, como antesala al inicio del Foro Económico Mundial en Davos (Suiza), se evidencia lo sucedido. “El 1 % más rico en el mundo ha acaparado casi dos terceras partes de la nueva riqueza generada desde 2020 a nivel global (valorada en 42 billones de dólares), casi el doble que el 99% restante de la humanidad. Durante la última década, el 1% más rico ha capturado alrededor del 50 % de la nueva riqueza”.
Pasaron tres años de la pandemia de covid, con una crisis inflacionaria que quedó como consecuencia de lo sucedido, pero nada parece hacer mella en las fortunas de los multimillonarios.
Esto sucede en Colombia
De acuerdo con lo hallado en el estudio, en Colombia, por cada 100 dólares de riqueza creada en los últimos diez años, 45 han ido a parar al 1 % más rico y sólo 12,4 al 90 % más pobre.
Es así como, los cuatro colombianos más ricos poseen más riqueza que 25,5 millones de colombianos.
Con ese panorama, una de las recomendaciones del informe es proponer un impuesto sobre la riqueza del 2 % para los millonarios, del 3 % para los que poseen más de 50 millones de dólares y del 5 % para los multimillonarios colombianos, lo que, según el estudio, recaudaría 2.800 millones de dólares anuales. La cifra bastaría para aumentar la inversión en educación en un 17 %.
La tendencia regional
De acuerdo con lo hallado en la investigación de Oxfam, entre marzo de 2020 y noviembre de 2022, “la riqueza de los millonarios de la región aumentó en un 21 %, lo que equivale a un crecimiento 5 veces más rápido que el PIB de la región durante el mismo periodo, que fue de 3,9 %.
Hay que recordar que América Latina y el Caribe tiene solo 91 multimillonarios, es decir, los que tienen más de 1.000 millones de dólares. Su riqueza asciende a 398.200 millones de dólares, lo que a su vez supera con creces el PIB de un país como Colombia y Chile.
En contraste, la desigualdad, no solo en nuestro país sino en la región, continuó en ascenso. Oxfam destaca que las políticas tributarias, que son utilizadas en países desarrollados para la distribución de la riqueza, no han sido abordadas o lo han hecho de manera limitada en los países del continente, para tratar de torcerle el cuello a la desigualdad.
Los trabajadores cargan más los impuestos que los ricos
Es así como, entre 2007 y 2019 la recaudación tributaria en la región solo aumentó 7 %, y el esfuerzo fiscal lo siguen poniendo los trabajadores a través del impuesto sobre la renta personal, la seguridad social y el consumo, dice el informe. En consecuencia, la ONG, en alianza con otras entidades que han hecho análisis al respecto, estiman que “un impuesto al patrimonio con escala progresiva de hasta el 5 % a las fortunas multimillonarias y milmillonarias generaría 1,7 billones de dólares de ingresos anualmente”.
Es decir, con el aporte de 91 personas saldrían 2000 millones de personas de la pobreza. “La región y especialmente Colombia, tienen una oportunidad inmediata y única, donde los nuevos gobiernos progresistas pueden decidirse por dar un giro sustancial en las políticas fiscales de sus países, llevando a una ola de reformas fiscales que respondan a las necesidades de la región en la región”, dice el informe, que sugiere al país “redistribuir los recursos recaudados por la nueva Reforma Tributaria para garantizar la igualdad entre mujeres y hombres, y los derechos de todas las personas, de acuerdo a las necesidades reales del país y sus territorios; aplicar medidas tributarias temporales y excepcionales que permitan generar recursos adicionalespara ser reinvertidos en planes de contención y mitigación para quienes viven en situación de mayor vulnerabilidad y quienes más lo necesitan; gravar de forma recurrente el patrimonio de los súper ricos a tasas impositivas lo suficientemente elevadas como para reducir sistemáticamente la riqueza extrema y la concentración del poder y las desigualdades; elevar la tributación sobre las rentas del capital y ganancias financieras y equipararlas al menos a las rentas del trabajo en su nivel de tratamiento fiscal”.