¿Flexibilizar la contratación y disminuir los aportes de seguridad social fomentan el empleo?

Investigadores del Banco de la República publicaron un documento en el cual analizaron los efectos de la reforma laboral que se implementó en Colombia en 2014 y por medio de la cual se disminuyeron los aportes sociales de las empresas y se flexibilizó un poco la contratación laboral.

En 2014, Colombia implementó una reforma que flexibilizó la contratación de trabajadores formales de tiempo parcial a través de la reducción de los costos cuasi-fijos de contratación formal.

“Nuestros resultados muestran que la reforma incrementó la probabilidad de ingresar al sector formal dentro de la población objetivo: trabajadores de bajos ingresos laborales y de tiempo parcial”, dice el documento de los investigadores.

Según el análisis, después de implementada la reforma, el empleo formal creció, en promedio, 6 puntos porcentuales más en las firmas que usaron el nuevo tipo de contrato de tiempo parcial en comparación con las firmas que no lo usaron.

“La reforma redujo una brecha en el costo relativo de la mano de obra a tiempo parcial y a tiempo completo bajo contratos formales al permitir que la base imponible para las contribuciones a la seguridad social varíe según el horario de trabajo de cada empleado. Además, antes de la reforma, los trabajadores pasaban automáticamente al sistema de salud contributivo al ingresar al sector formal”, añade el texto.

Otro de los beneficios de la reforma implementada fue que aumentó la proporción de la población que cotiza a los fondos de pensiones y que ahorra para su jubilación.

“Los trabajadores que satisfacen ambos criterios de elegibilidad tienen una mayor probabilidad de cotizar al sistema de pensiones por primera vez en su historia laboral (5,4 puntos porcentuales más) después de la reforma”, resaltan los investigadores.

De igual manera, la reforma ayudó a impulsar el empleo formal en el país y, por consiguiente, a disminuir un poco los altos niveles de informalidad a los que el país está acostumbrado.

“Encontramos que la reforma tuvo un efecto positivo en el empleo formal total, impulsado por un aumento del trabajo a tiempo parcial que compensó la disminución del empleo formal a tiempo completo. Este aumento del empleo formal está impulsado por la formalización de los trabajadores a tiempo parcial: el crecimiento del empleo formal a tiempo completo fue menor en las empresas que utilizaron los nuevos contratos a tiempo parcial, ya que estas empresas sustituyeron a los trabajadores formales a tiempo completo por contratos formales a tiempo parcial”, dice el estudio.

Y es que el estudio es pertinente para la situación actual que vive el país, pues el deterioro del mercado laboral colombiano es una de las principales preocupaciones para el nuevo Gobierno que llegue al poder en 2022. De hecho, expertos ya han recomendado flexibilizar aún más la contratación y seguir reduciendo los aportes a la seguridad social de las empresas para fomentar el empleo.

“Proponemos desligar la seguridad social del tipo de vinculación que tenga el trabajador con el mercado laboral, con esto proponemos que los empleadores y trabajadores dejen de cotizar paulatinamente a salud y se recauden los recursos por medio de impuestos generales”, dijo Anif en un reporte presentado semanas atrás.

Por su parte, los investigadores del Banco de la República sostienen que son positivas las reformas que vayan en contra de las barreras que hacen rígido el mercado laboral colombiano.

“Nuestros hallazgos son consistentes con la reforma que apunta a barreras significativas para contribuir al sistema de pensiones para los empleados a tiempo parcial. Específicamente, mitigó la discontinuidad generada al imponer un límite inferior a las contribuciones efectivamente vinculadas al empleo a tiempo completo. Para los empleados, generó incentivos para contribuir al sistema de pensiones, ya que les permitió mantener su atención médica subsidiada y al mismo tiempo reducir la carga fiscal asociada con el empleo formal”, concluye el documento.