Home

Mundo

Artículo

Mujeres afganas gritan consignas durante una manifestación de protesta contra Pakistán, cerca de la embajada de Pakistán en Kabul el 7 de septiembre de 2021. - El 7 de septiembre de 2021, los talibanes dispararon al aire para dispersar a las multitudes que se habían reunido para una manifestación contra Pakistán en la capital, la última protesta desde que el movimiento islamista de línea dura llegó al poder el mes pasado. (Foto de Hoshang Hashimi / AFP)
Mujeres afganas gritan consignas durante una manifestación de protesta contra Pakistán, cerca de la embajada de Pakistán en Kabul el 7 de septiembre de 2021. (Foto de Hoshang Hashimi / AFP) | Foto: AFP

Afganistán

“Apartheid de género” talibán: derechos básicos de las mujeres, en veremos

Las medidas implementadas por lo talibanes una vez más ponen al descubierto la vulnerabilidad de los derechos de las mujeres afganas.

23 de octubre de 2021

Desde su llegada al poder, los talibanes han llevado a cabo un “apartheid de género” que ha dejado en veremos los derechos básicos de las mujeres, impidiendo que tengan acceso a sus necesidades, lo que es un claro incumplimiento de las promesas y compromisos que asumió el grupo islamista cuando hace ya más de dos meses irrumpió en la capital afgana para retomar el poder de un Afganistán al borde del colapso.

A pesar de las repetidas promesas que los talibanes han hecho en términos de inclusión, la comunidad internacional ha coincidido en atribuirle al grupo la falta de pluralidad en su recién formado gabinete.

Al respecto, Fauzia Kufi, la primera mujer en ser nombrada vicepresidenta del Parlamento de Afganistán y una de las representantes del Gobierno afgano para las negociaciones de paz de Doha, dijo en una entrevista con Europa Press que “si no hay una administración inclusiva real, la estabilidad es imposible y, de una u otra manera, la guerra continuará”.

“Afganistán es una sociedad diversa, con diferentes grupos étnicos, minorías religiosas y mujeres”, por lo que “ningún grupo en particular puede gobernar el país sin inclusión y representación, y una representación significativa”, matizó, después de que desde la administración se haya defendido que su gabinete es “inclusivo”.

En este sentido, la exdiputada del Parlamento Nahid Farid alertó sobre los talibanes diciendo “no han cambiado, siguen con el mismo nivel de atrocidad”, aunque reconoció que sí han modificado algunas cosas en aras de la imagen. Su equipo de relaciones públicas es “mejor de lo que era hace 20 años”, y por eso —sostiene ella— prometen inclusión, o por ejemplo, han instaurado una política de no actuar contra ciudadanos extranjeros.

“El 15 de agosto, cuando tomaron el poder, dijeron muchas cosas correctas, como que darían permiso a las mujeres para retomar sus trabajos, ir a la escuela; prometieron un gobierno inclusivo y que darían una amnistía general”. Pese a ello, “desgraciadamente”, las palabras no se han traducido en hechos, ya que “poco después empezaron las atrocidades contra las mujeres”, aseveró Kufi.

La sharia y el feminismo islámico

La sharia es, en general en el mundo islámico, un código de conducta que determina distintos aspectos de la vida de los musulmanes; este conjunto de normas afecta hasta las plegarias.

Usado en muchos países musulmanes, es una las grandes preocupaciones de las mujeres afganas, puesto que responde a un régimen cuyas prácticas le imponen a la mujer severas restricciones en el acceso a la vida pública e incluso viola aspectos de la vida privada.

Además, algunas de las prácticas clásicas de la sharia conllevan prácticas que implican la violación de derechos y de hecho algunas pueden considerarse crímenes de lesa humanidad: guerras religiosas y concubinatos forzados. Por eso la preocupación.

El portal virtual EOM (El Orden Mundial) plantea en el artículo Feminismo islámico, una lucha contra el colonialismo y el patriarcado, escrito por Javier Blanco (2020), que el feminismo islámico surge de las luchas coloniales y anticoloniales en el mundo árabe y su “principal objetivo [es] reinterpretar en clave femenina los textos islámicos, cuya lectura ha sido monopolizada por los hombres desde hace siglos”.

Blanco señala que “el debate sobre el feminismo islámico suele estar marcado por la supuesta contradicción entre feminismo e islam”, ya que se entiende que el islam es irreversiblemente patriarcal y que, por tanto, el término “feminismo islámico” es una contradicción. “Sin embargo, entender el feminismo islámico como un oxímoron invisibiliza la lucha de las mujeres que, sin abandonar la fe islámica, han decidido recorrer el camino de la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres”, señala el artículo.

No obstante, la vuelta de los talibanes al poder parece que —según kufi— “no acabará” con el impulso democrático y de paz que viene experimentando Afganistán. Ella ha destacado que se trata de “una nación empoderada”, que junto a una “generación transformada” se enfrentará al grupo de la única forma en la que se le puede vencer.

* Con información de Europa Press