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Devanshi Sanghvi
Devanshi Sanghvi debía heredar el negocio de joyería Sanghvi and Sons, en Surat, conocida localmente como la “Ciudad del Diamante” por su importancia en el comercio mundial de piedras preciosas. | Foto: Twitter: @satyaagrahindia

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¿Buena decisión? Niña de 8 años renunció a millonaria herencia para entrar a un monasterio

La niña, conocida entre los miembros de la comunidad jainista por su piedad, “nunca vio televisión, películas o ha ido a centros comerciales y restaurantes.

18 de enero de 2023

El éxito y el dinero en ocasiones son objetivos que invaden a las personas desde que son unos niños, pero una pequeña demostró lo contrario. Una niña india de ocho años renunció a una herencia millonaria e ingresó esta semana en una estricta orden religiosa de la fe jainista.

Devanshi Sanghvi debía heredar el negocio de joyería Sanghvi and Sons, en Surat, conocida localmente como la “Ciudad del Diamante” por su importancia en el comercio mundial de piedras preciosas.

La familia anunció esta semana la vocación de Devanshi, que fue agasajada en una ceremonia de cuatro días hasta que el miércoles llegó en un carruaje tirado por un elefante, al templo donde cambió su lujosa vestimenta por un sencillo atuendo de algodón blanco.

India
Su familia es miembro de la fe jainista, religión fundada en India en el siglo VI antes de la era cristiana, que aboga por la no violencia, el ascetismo, el vegetarianismo estricto y el amor por todas las criaturas. | Foto: Getty Images

La niña, conocida entre los miembros de la comunidad jainista por su piedad, “nunca vio televisión, películas o ha ido a centros comerciales y restaurantes”, indicó, un allegado a la familia.

Es una de las personas más jóvenes que han realizado la ceremonia “diksha” para abandonar sus posesiones materiales y entrar en el monacato jainista.

La empresa de su familia, fundada en 1981, tiene un patrimonio neto de unos 60 millones de dólares, según ICRA, una agencia india de calificación crediticia. Sus padres declararon que tenía prisa por convertirse en religiosa, según los medios locales.

Su familia es miembro de la fe jainista, religión fundada en India en el siglo VI antes de la era cristiana, que aboga por la no violencia, el ascetismo, el vegetarianismo estricto y el amor por todas las criaturas.

El jainismo tiene más de cuatro millones de adeptos en India, muchos de los cuales se dedican al comercio. Esta religión ha sido criticada por algunas de sus prácticas rituales, como el ayuno extremo.

Una niña de 13 años murió en 2016 en Hyderabad (centro) a causa de dos meses de ayuno que practicó como penitencia y solo podía beber agua caliente dos veces al día.

La persona más longeva del mundo, murió a los 118 años de edad

La francesa sor André, reconocida desde el pasado mes de abril como la persona de mayor edad del mundo, falleció la madrugada del martes 17 de enero en su residencia para ancianos de Toulon (sur de Francia), anunció el portavoz del establecimiento.

Falleció a las 2 de la mañana mientras dormía”, precisó el funcionario, al dar parte del deceso de Lucile Randon, conocida como sor André, nacida el 11 de febrero de 1904 en la ciudad meridional francesa de Alès.

El título de persona más anciana del mundo no es atribuido por ningún organismo oficial, pero los especialistas concordaban en que la religiosa era la persona de mayor edad de la que se podía verificar el estado civil.

El libro Guinness de los Récords le confirió ese rango el 25 de abril de 2022, tras el fallecimiento, a los 119 años, de la japonesa Kane Tanaka.

Lucile Randon tenía ya una movilidad reducida y tenía que desplazarse en silla de ruedas
Lucile Randon tenía ya una movilidad reducida y tenía que desplazarse en silla de ruedas | Foto: AFP / Nicolás Tucat

Sor André, en el último tramo de su vida ciega y en silla de ruedas, no escondía desde hacía algunos años cierto cansancio y confesaba que su deseo era “morir pronto”.

Pero “Dios no me escucha, debe estar sordo”, dijo la mujer en una larga entrevista en febrero del año pasado.

Nacida en el seno de una familia protestante no practicante, la religiosa tomó los hábitos tardíamente, en la congregación de las Hijas de la Caridad, y trabajó hasta finales de los años 1970. Luego siguió ocupándose de otros jubilados, más jóvenes que ella.

Sentimos una gran tristeza, pero ella ya lo quería, su deseo era reunirse con su hermano adorado. Para ella, es una liberación”, anunció David Tavella, encargado de comunicación del ancianato Sainte-Catherine-Labouré de Toulon (sur), en la costa mediterránea donde residía.

Sobreviviente del covid-19

En el ancianato de Toulon le gustaban los chocolates y también degustar una copa de vino traído de la ciudad de Porto, Portugal. Iba a misa cada mañana ataviada con su uniforme de religiosa, siempre con una tela azul cubriendo su cabello.

Sor Teresa, otra de las residentes del ancianato, dijo en abril pasado que ella tenía como misión “ayudar a los otros” y que “su fe le daba fuerzas”.

La puerta de su modesta habitación siempre estaba abierta para quien quisiera pasar a saludarla.

Sor André, en el último tramo de su vida, ciega y en silla de ruedas, no escondía desde hacía algunos años cierto cansancio y confesaba que su deseo era "morir pronto".
Sor André, en el último tramo de su vida, ciega y en silla de ruedas, no escondía desde hacía algunos años cierto cansancio y confesaba que su deseo era "morir pronto". | Foto: AFP / Nicolás Tucat

En 2021 le dio covid y lo superó sin dificultades, por lo que recibió numerosas cartas de muchas partes del mundo, a las que respondía, salvo cuando le pedían pedazos de su cabello.

Bromeaba sobre el récord que debía superar, el de Jeanne Calment, muerta a los 122 años en Arles en 1997, en el sur de Francia que ambas compartieron.

Siempre esperaba con alegría la visita de sus sobrinos nietos o sobrinos bisnietos o la del alcalde de Toulon, Hubert Falco, a quien apreciaba mucho y quien también expresó su “inmensa tristeza” por su muerte.

*Con información de AFP.