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Los estudiantes se abrazan en las afueras de Oxford High School en Oxford, Michigan, el miércoles 1 de diciembre de 2021. Las autoridades dicen que un estudiante de segundo año de 15 años abrió fuego matando a cuatro estudiantes e hiriendo a otras siete personas el martes. (Foto AP / Paul Sancya)
El más reciente caso de tiroteo en una escuela de Estados Unidos ocurrió el 30 de noviembre. Los estudiantes se abrazan en las afueras de Oxford High School en Oxford, Michigan, el miércoles 1 de diciembre de 2021. (Foto AP / Paul Sancya) | Foto: AP

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¡Ejemplar! Abuela entregó a su nieto a la Policía cuando descubrió que planeaba un tiroteo

Catherine O’Connor no dudó en denunciar al adolescente cuando descubrió en una libreta el violento plan que quería ejecutar en una escuela secundaria de Washington.

15 de diciembre de 2021

Los tiroteos perpetrados por jóvenes en sus escuelas es un flagelo que azota Estados Unidos, según reseñaron medios americanos. El más reciente caso ocurrió el pasado 30 noviembre en Oxford High School, Michigan, el cual dejó cuatro estudiantes muertos y otras siete personas heridas.

Esta situación volvió a poner en el foco de atención la responsabilidad que pueden tener los padres. Hace unos días el diario The Washington Post reveló un asombroso caso que registró la Policía en el año 2018, en el que la abuela Catherine O’Connor no dudó en entregar a su nieto a las autoridades cuando descubrió en una libreta el violento plan que quería ejecutar el adolescente en la escuela secundaria ACES Alternative de Everett, Washington.

El medio alertó una cifra alarmante: Al menos 16 tiroteos masivos han dejado a 90 personas muertas en Estados Unidos en lo que va de año.

Conmovida por la idea macabra de su nieto, Catherine O’Connor relató al diario estadounidense que el plan de Joshua O’Connor estaba esbozado bajo el título “tiroteo en escuelas” y, en él, el joven que en ese momento tenía 16 años describía cómo perpetraría la masacre. “Necesito que este tiroteo sea famoso (...) necesito lograr el mayor número de víctimas posible”, decía el escrito, según la abuela.

La adulta mayor denunció que el jovencito contemplaba fabricar bombas caseras y había planificado cerrar las puertas de la escuela para que sus compañeros no pudiesen escapar. En el escrito figuraban palabras que ilustran el trágico saldo que deja la violencia con armas en Estados Unidos, como rifles, municiones y recortes de periódicos de la masacre ocurrida en la escuela secundaria Columbine que dejó 13 muertos en abril del año 1999.

“¿Cuál es el paso correcto?”, contó O’Connor que pensó previo a dar aviso a la policía. Desconocía “qué otra opción había” para el caso de su nieto, dijo al periódico.

De acuerdo con la publicación del diario americano, tras descubrir lo que el adolescente planeaba, O’ Connor se preguntó muchas veces cuál era el paso correcto en este caso que involucraba a su nieto, entonces fue así cuando decidió compartir el hallazgo con su esposo, quien al leer el plan de su nieto también quedó en shock. Ambos esperaron al día siguiente y, luego de que la abuela llevó al chico a la escuela, inspeccionaron minuciosamente su habitación.

Los abuelos del jovencito encontraron un rifle semiautomático en el estuche de una guitarra, lo que los llevó a no dudar más y dar aviso al 911 de la Policía. Cuando las autoridades llegaron al domicilio del adolescente el 14 de febrero de 2018 y encontraron bombas, el rifle y el cuaderno del muchacho, lo arrestaron inmediatamente.

Durante la sentencia, O’Connor pidió a la corte piedad para su nieto y argumentó que ella nunca había permitido que el menor de edad tuviera contacto con armas de fuego en su domicilio. Medios de Washington reportaron esta semana, que tres años después de su arresto, Joshua O’Connor recibió una sentencia que lo condena a pasar los próximos 22 años de su vida en prisión.

Según un análisis de The Washington Post, desde 1999, jóvenes han perpetrado al menos 175 tiroteos en escuelas y, de los 114 casos en los que la policía identificó el origen del arma, en el 77 % se supo que fueron extraídas del hogar del niño o de familiares o amigos.

La agencia de noticias AFP reportó que agentes de la Policía fueron enviados a la escuela a las 12:52 p.m. de ese día. “Se realizaron más de 100 llamadas al 911″, comentó un inspector del condado de Oakland, Michael Bouchard. Mientras la Policía revisaba el campus, los estudiantes y el personal comenzaron a poner trancas en las puertas y a esconderse en los salones de clases.

“La única información que tenía es que un joven salió de un baño con el arma y no sé adónde fue primero”, indicó Bouchard a los periodistas, refiriéndose al sospechoso que causó el tiroteo.

Los agentes entraron rápidamente al edificio y lo detuvieron a los tres minutos de su llegada. Una vez que el sospechoso se encontró con los uniformados de la policía, levantó las manos y le quitaron un arma antes de ponerlo bajo custodia. La pistola, una Sig Sauer SP2022 de 9 mm, estaba cargada con siete balas.