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El Papa Francisco celebra una misa durante las primeras Vísperas y Te Deum en la Basílica de San Pedro en el Vaticano el 31 de diciembre de 2021. (Foto de Alberto PIZZOLI / AFP)
El Papa Francisco celebrando una misa durante las primeras Vísperas y Te Deum en la Basílica de San Pedro en el Vaticano el pasado 31 de diciembre. | Foto: AFP

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Papa Francisco reaccionó al informe que acusa a Benedicto XVI de inacción en casos de abuso

El papa emérito fue acusado este jueves de pasividad ante cuatro casos de pedofilia.

21 de enero de 2022

El papa ha asegurado que la Iglesia está cumpliendo “con firme determinación” con el “compromiso de rendir justicia a las víctimas de abusos cometidos por sus miembros” y ha recordado las últimas reformas del Código de Derecho Canónico, que prevé nuevas penas como la reparación, la indemnización por daños y perjuicios, la privación de toda o parte de la remuneración eclesiástica en los casos de abusos sexuales o encubrimiento.

“La Iglesia, con la ayuda de Dios, está cumpliendo con firme determinación con el compromiso de rendir justicia a las víctimas de abusos por parte de sus miembros, aplicando con particular atención y rigor a la legislación canónica prevista”, ha asegurado el pontífice en una reunión con algunos de los miembros de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el organismo competente en este tipo de delitos.

“Con este propósito he procedido recientemente a actualizar las normas sobre los delitos reservados en la Congregación para la Doctrina de la Fe, con el deseo de hacer más eficaz la acción judicial. Esto solo no puede ser suficiente para frenar el fenómeno, pero es un paso necesario para restaurar la justicia, para reparar el escándalo y enmendar al ofensor”, ha declarado el papa.

La reforma judicial cambió, desde el pasado 8 de diciembre, la legislación de toda la Iglesia universal implementando un nuevo sistema sancionatorio en casos de pederastia o encubrimiento, y haciendo más específicos los pasos que debe seguir la autoridad cuando recibe una denuncia o cuando se entera de comportamientos delictivos por parte de personas que dependen de esa autoridad (clérigos, religiosos o laicos).

Sus declaraciones se producen un día después de que la Iglesia alemana publicase un estudio elaborado por el bufete de abogados Westpfahl Spilker Wastl (WSW) en el que se contabilizaron al menos 497 víctimas de abusos, la mayoría de ellas, niños y adolescentes varones que fueron objeto de ataques entre 1945 y 2019. El informe revela que hubo al menos 235 presuntos agresores, entre ellos 173 sacerdotes y nueve diáconos. El informe reprueba el comportamiento de Benedicto XVI en 4 de los casos evidenciados.

Benedicto XVI ha afirmado sentir “vergüenza” ante los casos de abusos sexuales en la Iglesia católica alemana y expresó su “cercanía”, si bien ha apuntado a que todavía no lo ha leído por completo y que lo hará en los próximos días.

“Benedicto XVI hasta hoy por la tarde no ha sabido del informe del bufete de abogados Westpfahl-Spilker-Wastl, que cuenta con más de 1.000 páginas. En los próximos días examinará con atención el documento —declaró en su nombre su secretario personal, Georg Gänswein, a los medios de comunicación del Vaticano. El papa emérito, como ya ha reiterado veces anteriores durante su pontificado, expresa la turbación y la vergüenza que le producen los abusos sexuales a menores cometidos por clérigos y manifiesta su personal cercanía y su oración a todas las víctimas, con algunas de las cuales se ha encontrado personalmente durante sus viajes Apostólicos”.

La investigación alemana también señala al cardenal arzobispo de Múnich y expresidente de la Conferencia Episcopal alemana, Reinhard Marx, por su comportamiento. A pesar de que fue él mismo quien lo solicitó, el documento le reprocha no haber prestado suficiente atención a ese tipo de comportamientos.

En su discurso, el papa también se ha referido a la dispensa de matrimonios no sacramentales para contraer un nuevo matrimonio, otra de las tareas que llevan adelante los miembros de la Congregación. El Pontífice les ha pedido que examinen cada caso con “discernimiento”.

Así ha manifestado que cuando la Iglesia concede la disolución de un vínculo matrimonial no sacramental, es decir en el caso por ejemplo de que la parte bautizada pretenda contraer nuevo matrimonio con otro bautizado, no se trata solo de la “cancelación canónica de un matrimonio” que “en todo caso ya era fallido”, sino que, en realidad, con ese acto “eminentemente pastoral” se pretende “siempre favorecer la fe católica”. De esta manera, lo ha definido como un gesto en favor de “la nueva unión y de la familia, de la que este nuevo matrimonio será el núcleo”.

Con información de Europa Press.