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Presidente de Ucrania solicita poder hablar ante la asamblea general de la OEA
Ucrania quiere que su presidente pueda dar un discurso en vivo y otro pregrabado.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha solicitado intervenir durante la asamblea general de la Organización de los Estados Americanos que se celebrará entre el 21 y el 23 de junio en Washington, informó este miércoles la OEA.
A finales de febrero, cuando se cumplió un año de la invasión rusa de Ucrania, Zelenski se propuso aumentar la lista de países que le apoyan frente a Moscú, sobre todo en África y en América Latina. Casi todos los países latinoamericanos han condenado la operación rusa, pero son reticentes a sancionar a Rusia o a enviar armas a Ucrania.
En este contexto, la misión observadora permanente de Ucrania ha solicitado por escrito a la OEA que Zelenski “pueda pronunciar un discurso en vivo y otro pregrabado durante el diálogo con los observadores permanentes y en la cuarta sesión plenaria de la Asamblea General”, como hizo el año pasado.
“La solicitud de un país observador no está sujeta a aprobación”, explican fuentes de la OEA, lo que equivale a que haría uso de la palabra durante la 53ª asamblea general, la máxima instancia política de la organización.
Zelenski hablaría a las Américas en un momento de tensión con Brasil. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva quiere que Brasil ejerza de mediador entre otros países “neutrales, incluida China, en una eventual negociación para acabar con la guerra, pero afirma estar “molesto” por no haberse reunido con Zelenski al margen de una cumbre del G7 en mayo en Japón, supuestamente por problemas de agenda.
Lula estima que Zelenski y el presidente ruso, Vladímir Putin, no buscan la paz porque “por ahora, ambos están convencidos de que van a ganar la guerra”. Rusia ha dejado de ser observador permanente de la OEA tras ser suspendida por la organización en abril de 2022 hasta que “cese sus hostilidades” y “retire” las tropas de Ucrania.
Alemania entregará proyectiles de artillería a Ucrania
En un páramo del norte de Alemania, varios proyectiles de 120 mm con la punta de tungsteno pintada de negro esperan, alineados en cajas de madera, su próximo envío a Ucrania.
En Baja Sajonia, la compañía armamentística Rheinmetall hace funcionar a pleno rendimiento el complejo industrial de defensa más grande del país.
El objetivo es cubrir las necesidades en vehículos blindados y municiones destinados al frente de la guerra en Ucrania y reponer las existencias de los estados miembros de la OTAN.
Harald Weismüller, director de la planta de Unterlüss, al norte de Hannover, en medio del ruido de máquinas que en su mayoría llevan décadas de servicio.
Rheinmetall es el mayor fabricante europeo de munición para tanques y piezas de artillería, por delante del noruego Nammo o el francés Nexter.
El producto estrella en la plana de Unterlüss son los proyectiles de 120 mm destinados a los blindados Leopard 2, un tanque alemán que Berlín autorizó este año entregar a Ucrania después de meses de dudas. Antes de la guerra se producían aquí 60.000 piezas al año, pero ahora son 240.000.
Rheinmettal produce “de 400 a 500 unidades por turno de ocho horas”, pudiendo “aumentar aún más la cadencia”, asegura Weismüller.
Una producción que se verá reforzada con la reciente adquisición por parte del grupo alemán del fabricante español Expal, líder en fabricación de proyectiles de 120 mm.
Ucrania lleva meses pidiendo a Occidente que entregue más vehículos blindados, artillería y municiones, lo que pone a prueba las capacidades de producción dentro de la Unión Europea.
La Comisión Europea presentó en mayo un plan de 500 millones de euros (535 millones de dólares) para acelerar la producción y alcanzar un volumen de un millón de obuses al año producidos en la UE.
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*Con información de AFP.