La historia de Frank Caprio, el carismático juez que ‘condena’ con sus profundas reflexiones y se ha vuelto viral en TikTok

“Juez y verdugo” es una frase que se ha popularizado en múltiples escenarios, y es que las decisiones de los magistrados -en ocasiones- pueden resultar devastadoras para los procesados. Precisamente, de esta idea surge un temor hacia esas personalidades que tienen en sus manos los procesos judiciales en que algunas personas pueden resultar inmersas.

Pues bien, la imagen que proyecta el juez Frank Caprio es completamente diferente. Su carisma le ha bastado para ganarse el respeto y cariño de millones de personas que lo han conocido gracias a los videos que comparte en la plataforma TikTok.

Caprio no solo aborda los casos que llegan a su despacho basándose en las leyes norteamericanas. Más allá de cumplir con su función como juez, muestra un interés real por cada una de las personas que esperan su veredicto.

En la cuenta de TikTok @therealjudgeforyou hay numerosos videos que muestran cada uno de los casos que trata el juez Frank Caprio. Desde el primer momento, se esfuerza por hacer que los procesados se sientan cómodos. Así mismo, los entrevista para conocer cuáles son sus historias y, con base en las mismas, aportar profundas reflexiones.

A manera de ejemplo, destaca un video que acumula más de 17 millones de reproducciones. El protagonista es un joven llamado Muhammad Bilal, originario de Siria. Al conocer su país de procedencia, el juez Caprio le preguntó cuánto tiempo llevaba en Estados Unidos, a lo que respondió que cuatro años y un par de meses.

De inmediato, dio inicio a una conversación bastante amistosa, preguntándole a qué se dedicaba y datos que -para otros- probablemente resultan intrascendentes, pero que para el juez Caprio son los más importantes.

En el marco de la conversación, el joven se disculpó por su inglés, pues se trataba de su cuarta lengua. El juez Caprio se mostró sorprendido y elogió el dominio que tenía del idioma local.

Posteriormente, destacó que el hecho de que Muhammad arribó a los Estados Unidos con la intención de prepararse académicamente para quedarse allí y marcar la diferencia desde su campo laboral.

“Tú dijiste un par de cosas que realmente me impresionaron. Número uno, que quieres devolver algo a este país”, comentó el juez Caprio. A renglón seguido, pronunció un discurso con el que motivó al joven, resaltando que Estados Unidos es una nación que ha sido construida por inmigrantes. Es más, mencionó que sus orígenes están en Italia, mientras que los del inspector presente en la audiencia están en Irlanda.

Al final de su discurso, el juez Capri le dejó un contundente mensaje al joven: nunca rendirse, a pesar de los obstáculos que se puedan presentar.

Para Caprio, el tribunal debe ser un lugar amistoso, no de confrontación o en el que se ridiculiza a la gente por sus acciones. Hacer justicia, según él, no consiste en cazar gente.

“Estamos ahí para ayudar, no hay una día en el que no piense en esa historia, especialmente cuando hay niños en la sala. Los hijos acuden a la corte de la mano de sus padres, como si fueran ellos sus protectores, dándoles cobijo”, expresó en una ocasión.

Según la información detallada en su página web, los orígenes de Frank Caprio son humildes. Su mamá era ama de casa y su papá se dedicaba a vender leche y frutas. De hecho, antes de volverse juez, trabajó repartiendo periódicos y leche.

Caprio se graduó de la Facultad de derecho de la Universidad de Suffolk, en 1991. También recibió un doctorado Honoris Causa en servicio público, en la Universidad de Rhode Island, en 2016.

Su actividad comenzó a llamar la atención internacional gracias a los videos que ha publicado en Internet, primero en YouTube y ahora en TikTok. Cada historia es diferente y, tomando como punto de partida los casos de cada persona, Caprio aprovecha para compartir mensajes y reflexiones con los que espera no solo motivar a quienes pasan por su despacho, sino también a los millones de internautas que lo han conocido gracias a las plataformas digitales.