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El ministro de Hacienda espera que la reforma sea aprobada en los próximos dos meses. Para esto, se debe avanzar cuanto antes en la ponencia de primer debate.
Para estas elecciones legislativas, habrá muchos candidatos que vienen directo del reconocimiento en redes sociales. | Foto: león darío peláez-semana

Política

¿Ahora cualquiera puede ser congresista? Las candidaturas que van de las redes al Capitolio

En un escenario atípico en elecciones, personas comunes que opinan, critican y difieren dan a conocer sus deseos de llegar al legislativo. Por encima del derecho constitucional a postularse, ¿qué tienen para ofrecer?

20 de noviembre de 2021

Alrededor del Congreso de la República existen muchos comentarios que lo catalogan como una de las instituciones más desprestigiadas del país. En redes sociales, una buena cantidad de líderes de opinión pide que el legislativo colombiano sea renovado, reinventado y rediseñado para ser un órgano más eficiente. A pesar de esto, algunos datos podrían apuntar a que, a su modo, no es tan disfuncional como lo pintan.

Según la Misión de Observación Electoral (MOE), para las elecciones de 2018, tan solo en el Senado de la República quedaron 39 nuevos senadores de 108, lo que significa una renovación de cerca de 36 %. Sin tener en cuenta a aquellos relacionados con castas políticas o a quienes regresan después de un periodo, se reportó una renovación en 31 senadores equivalentes a 29 %.

Esta cifra no deja mal parada a Colombia en términos de renovación, si se compara con congresos con carrera legislativa como el de Estados Unidos. En él, existen muchos congresistas, como el republicano Chris Smith, quien ha servido en la cámara baja desde 1981.

A pesar de este dato, el clamor es la renovación, y algunos jóvenes, quienes nunca han ejercido cargos públicos, quieren llevar las banderas de su generación. Con una buena cantidad de seguidores en redes sociales, estos ponen sus nombres a disposición para llevar ese agravio e inconformismo al Congreso de la República.

Por esto, SEMANA conversó con varios de estos influenciadores políticos para averiguar cuáles son las motivaciones detrás de su aspiración y lo que tienen para ofrecer en una eventual llegada a una curul.

No les gusta que les llamen influenciadores

Estos candidatos, por lo general, utilizan las redes sociales para crear comunidades que los apoyen en sus aspiraciones políticas. A pesar de que no todo se concentra en sus seguidores, estos son un buen punto de partida. Sin embargo, quienes llegan a tener cientos de miles de seguidores no quieren que los llamen influenciadores.

Este es el caso del activista de derecha Miguel Polo Polo, quien quiere ocupar una curul de las negritudes. Según comenta, el tema de las redes sociales fue algo que se le presentó en 2018, alrededor de la campaña presidencial de Iván Duque.

Miguel Polo Polo
Miguel Polo Polo | Foto: archivo particular

No me gusta que me reconozcan como influencer o que me califiquen como un simple creador de contenido, mi aspiración es ser político. Creo que voy por el camino correcto”, dijo, en conversación con SEMANA.

A pesar de su poca afinidad con la palabra, aceptó que “aprovecha” su fama en redes sociales para fines políticos.

Beto Coral, reconocido youtuber de izquierda que le apunta a la Cámara por los colombianos en el exterior, considera que su activismo no debe ser reducido a su presencia en redes sociales. “Mi candidatura no nace de las redes y no soy influenciador. Para ser activista digital es necesario ser activista digital”, argumentó.

Sin embargo, la mirada de Francisco Rojas, quien aspira al Senado por Fuerza Ciudadana, es distinta. El precandidato es el dueño de la página de memes políticos Movimiento Naranja y reconoce que la acogida en internet lo hizo pensar en ‘lanzarse’.

Cuando finalizó la campaña de Petro a la Presidencia, nos dimos cuenta del auge que teníamos en redes sociales. Con todo mi equipo de trabajo, decidimos contemplar esta alternativa de aspirar a un cargo de elección popular y marcar un hito histórico que es el primer movimiento virtual en hacer esto”, explicó.

¿Cómo compensan su falta de experiencia en el sector público?

Muy pocos tienen experiencia en el sector público y menos tienen una formación académica que se relacione con los cargos que pretenden. A pesar de esto, los aspirantes están cubiertos por la Constitución, la cual exige tan solo superar los 25 años para la Cámara y los 30 para el Senado. No hay ningún parámetro que requiera cierto nivel de educación, lo cual abre el escenario político para todos los ciudadanos.

Sin embargo, casos como el de Fernando Posada, notable en Twitter y quien pretende la Cámara por Bogotá por el Nuevo Liberalismo, dan luces de una mayor preparación para el cargo. Él es politólogo de la Universidad de los Andes y cuenta con una maestría en la Universidad de Londres.

Fernando Posada
Fernando Posada | Foto: Archivo particular

Sobre su falta de experiencia en el sector público, el opinador argumenta que “enriquece los debates el hecho de que llegue gente con fondos tan distintos y no únicamente personas que tengan experiencia en cargos estatales”. Además, aseguró que su experiencia como periodista y consultor le da para ofrecer “más allá de un simple reconocimiento en redes”.

Polo, por su parte, ha pasado por trabajos de servicio al cliente que se relacionan poco con la labor legislativa y el sector público. Sin embargo, después de esto, aspiró a la Alcaldía de Tolú y trabajó como asesor en asuntos políticos. Como formación, tiene como sustento un título en administración pública de la Universidad de Cartagena.

Todos en algún momento tenemos que adquirir experiencia. Todos llegamos en algún momento sin saber cómo funciona el tema. Obviamente, yo sí creo que cuando uno llega al Congreso de la República, debemos tener unos conocimientos mínimos en temas jurídicos, económicos y de administración pública”, señaló.

Por otro lado, tanto Coral como Rojas no han terminado aún una carrera universitaria. Sin embargo, desde el activismo, confían en que tienen el conocimiento suficiente para solucionar problemas de la ciudadanía.

Beto Coral
Beto Coral | Foto: Redes Sociales

“Estudié hasta noveno semestre de derecho, estoy pendiente de terminar mi carrera. He trabajado en el sector financiero, también he trabajado como asistente judicial, activista y defensor de derechos humanos. He trabajado en muchas cosas, he sido mesero, lavaplatos y he trabajado en Uber. Como la mayoría de colombianos que trabajan en el exterior”, contó Coral, quien actualmente vive en Estados Unidos asilado por investigar la muerte de su padre, el capitán Humberto Coral.

En un caso similar, Rojas va en noveno semestre de derecho. “Cuando era muy joven no podía estudiar. Comía o estudiaba, no podía hacer las cosas al mismo tiempo”, dijo, quien se dedicó al emprendimiento desde joven y, ahora, quiere incidir en las decisiones del país.

¿Qué tienen para ofrecerle al país?

Los aspirantes, de varios sectores ideológicos, tienen sus propios nichos para los que proponen cambios y agendas afines a las corrientes. Rojas, afín a Gustavo Petro, su principal objetivo es humanizar el internet.

“Queremos que el internet sea concebido como un derecho fundamental y que haya conectividad en la mayoría del territorio nacional, o por lo menos en las zonas más alejadas del país. Queremos que tengan acceso a la información. Cuando no lo tienen, se le están vulnerando otros derechos”, planteó.

Posada, por su parte, apunta a “la llegada de nuevas generaciones, nuevos partidos y nuevas ideas. Eso es una visión más profunda y más completa de la renovación que estamos buscando”. Él, con 29 años, también pretende traer juventud, la cual, por encima de la experiencia, considera que hace falta en el Congreso.

Coral, viviendo en Estados Unidos, pretende hacer valer los derechos de los colombianos en el exterior y comprender las necesidades que presentan. “Para esos colombianos estoy aspirando a que me elijan. No estoy hablando de uribistas, petristas, progresistas o comunistas”, aclaró, quien hace parte de la Colombia Humana.

Finalmente, Polo, en una agenda más relacionada con la derecha, quiere representar ideas como “el libre mercado, el capitalismo, el respeto a las instituciones, la autoridad estatal, la lucha contra el crimen, el narcotráfico y la delincuencia”.

Todos, en sus fracciones, quieren representar y replantear el orden vigente del legislativo. A pesar de que se acaba el tiempo y marzo está cada vez más cerca, aún están en etapas tempranas de sus aspiraciones. Lo que queda claro es que, sin duda, en estas elecciones atípicas se probará el poder de las redes sociales y cómo esta se traduce en las urnas.