Home

Nación

Artículo

Al menos el 83% de los procedimientos materno fetales atendidos en Cúcuta corresponden a mujeres venezolanas. El Ministerio de Salud, con apoyo del Banco Mundial, estimó los costos de estos servicios de salud en las zonas fronterizas.
En Colombia, las venezolanas embarazadas son atendidas en hospitales públicos, sin importar su situación migratoria. | Foto: GUILLERMO TORRES | SEMANA

Bogotá

Alarmante panorama de primera infancia y mujeres migrantes en gestación en Bogotá: reportan bajo peso y desnutrición aguda

Los indicadores de la situación nutricional en bajo y exceso de peso para la edad gestacional de mujeres, bajo peso al nacer, lactancia materna, desnutrición aguda y crónica, y exceso de peso en niños y niñas son preocupantes.

20 de octubre de 2022

El programa Bogotá Cómo Vamos y la Fundación Éxito presentaron el segundo documento técnico de este año sobre la situación nutricional de la primera infancia y gestantes de la población migrante venezolana en Bogotá.

Dentro de los hallazgos del análisis, se puede establecer que factores como la pobreza, la inseguridad alimentaria, encontrarse por fuera del Sistema General de Seguridad Social y la tasa de desempleo han creado condiciones que propician la vulneración de derechos de mujeres gestantes y niños y niñas venezolanas; sumado a lo anterior, la limitación de recursos estatales, las condiciones sociales de la población local, las fallas en la prestación de servicios públicos internos y la estigmatización asociada a la inseguridad y falta de empleo, de este segmento poblacional, inciden en las dificultades de atención a la población migrante.

Es importante destacar que la mayoría de los datos que se presentan en el documento técnico son informados por la Secretaría Distrital de Salud a través del Sistema de Vigilancia Alimentaria y Nutricional (Sisvan), y que para el caso de población migrante venezolana corresponde a una pequeña proporción afiliada al sistema de salud y no al universo de la población, es decir, no se pueden extrapolar los datos para el total de población migrante venezolana que habita la ciudad.

Para 2021, se registraron cerca de 2,8 millones de migrantes venezolanos en Colombia, de los cuales el 9,2 % tenía una edad entre 0 y 4 años y el 19 % entre 0 y 24 años. Del total de migrantes en 2021, el 63,4 % se encontraban en pobreza monetaria, el 17 % (entre enero y agosto) se encontraban desempleados y, a junio, el 75,7 % no estaban afiliados al Sistema General de Seguridad Social.

Durante el año, la tasa de informalidad para población venezolana fue de 90,8 % y el porcentaje de estatus migratorio irregular fue de 56,4 %. Por otra parte, la población venezolana trabajó más tiempo por semana y percibió menores ingresos, para junio de 2021, el 40,7 % de migrantes venezolanos trabajó más de 48 horas a la semana, frente al 25,1 % de la población colombiana.

En la situación de inseguridad alimentaria en hogares migrantes de jefatura femenina, para febrero de 2021, el 13,6 % reportaban consumir menos de tres comidas al día durante los últimos siete días antes de pandemia, mientras que después de pandemia la percepción de inseguridad alimentaria aumentó a 41,8 %, es decir 28,2 puntos porcentuales de más.

Si se hace un comparativo con los datos de población local, los rezagos en los resultados relacionados con población migrante se encuentran en bajo peso en mujeres gestantes, desnutrición aguda y riesgo de desnutrición aguda.

De igual manera, se resalta que el comportamiento de los indicadores de lactancia materna exclusiva en menores de seis meses, desnutrición crónica y riesgo de baja talla, exceso de peso en niños y niñas menores de cinco años y exceso de peso para edad gestacional tienen un mejor comportamiento en población migrante venezolana que los datos distritales.

Indicadores de la situación nutricional

La tendencia de los resultados en exceso de peso de mujeres migrantes gestantes va en aumento, pero tiene mejor comportamiento que los datos en la población local. El exceso de peso materno tiene consecuencias negativas, pues aumenta la prevalencia de exceso de peso del feto, disminuye la lactancia materna y se sufre un mayor riesgo de obesidad durante la infancia.

En el caso de mujeres migrantes gestantes con clasificación de exceso de peso se observa para 2019 una prevalencia de 34,51 % con una frecuencia de 1.080 casos (7,09 puntos porcentuales (p.p.) menos que el dato distrital); para 2020 el 39,63 % con una frecuencia de 2.232 casos (4,43 p.p. menos que el dato distrital), y para 2021 el 44,11 % con una frecuencia de 2.699 casos (3,23 p.p. menos que el dato distrital).

En este caso, la tendencia de resultados en bajo peso en población migrante disminuye, pero se mantiene por encima de los datos de población local. La desnutrición en embarazadas expone un doble riesgo de bajo el peso al nacer, y este predispone más el riesgo de mortalidad neonatal.

Para mujeres migrantes gestantes con clasificación de bajo peso se observa en el año 2019 una prevalencia de 18,7 % con una frecuencia de 585 casos, para el año 2020 el 17,56 % con una frecuencia de 989 casos, y para el año 2021 el 16,26 % con una frecuencia de 995 casos (4,67 p.p. mayor que el nivel distrital).

La tendencia es al aumento y hay un mejor comportamiento de la lactancia materna exclusiva en menores de seis meses migrantes que en la población local. Sin embargo, se registra un menor número de atenciones.

La lactancia materna exclusiva en menores de 6 meses migrantes para el año 2019 tuvo una prevalencia de 67,29 %, esto es 10,59 p.p. más que el dato distrital; para el año 2020 tuvo una prevalencia de 66,41 %, 18,41 p. p. más que el dato distrital, y para el 2021 la prevalencia fue de 78,2 %, siendo 9,2 p. p. mayor al dato distrital. Al analizar las prevalencias se observan mayor número de casos en el año 2019, con 578 frente a 87 para el año 2020 y 165 para el año 2021.

Aunque en la generalidad la tendencia disminuye, tanto en riesgo como en prevalencia, los niños y niñas migrantes presentan mayor desnutrición aguda que los locales. La desnutrición aguda es una enfermedad ocasionada por el consumo inadecuado de alimentos en cantidad y calidad, lo que ocasiona que la ingesta de energía y nutrientes sea inferior a la que se requiere.