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Medellín París ofrece actividades en honor al narcotráfico en Colombia. | Foto: Instagram @medellin.paris

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El excéntrico bar en honor a Pablo Escobar que colombianos en París piden que sea cerrado

El exsicario Popeye y rituales para honrar al exjefe del cartel de Medellín son algunas de las polémicas actividades de un sitio de fiesta que abrió sus puertas en Francia. Ciudadanos se movilizarán el próximo viernes para protestar contra el bar que invita a bucear en el oscuro mundo del narcotráfico.

21 de noviembre de 2018

Se bebe, se come, se baila, se mata. Ese es el lema de un excéntrico bar de cócteles en París inspirado en la historia de Pablo Escobar (a quien se le adjudican cerca de 4.000 asesinatos en Colombia). El lugar, que ya causa controversia en las calles de la capital francesa, se unió el pasado 14 de noviembre a la lista de planes y eventos polémicos por utilizar el legado del desaparecido narcotraficante como si se tratara de un patrimonio sagrado.

El bar reúne extravagancias dignas de la vida de Escobar. Aunque en Colombia este tipo de actividades habían tenido un eco parecido, esta es la primera vez que un evento de este tipo cruza fronteras. En Medellín Paris, el nombre el bar, los oscuros detalles alrededor del narcotráfico cobran vida y sus administradores están orgullosos de eso. Se te abrirá un mundo nuevo y oscuro. Cruzarás el Atlántico y aterrizarás en Sudamérica en los barrios de Medellín”, anunciaron en la inauguración del lugar.

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Los que no están satisfechos son algunos colombianos. No ha pasado una semana desde que Medellín París abrió sus puertas y ya ha recibido el rechazo de ciudadanos radicados en el país europeo. Allí, en una reconocida avenida parisina, este lugar, que ofrece desde cócteles con los nombres de los “mejores sicarios” del país, hasta el mojito más caro del mundo a base de polvo mágico, se convirtió en el proyecto renovado de Barón, un antiguo, selecto y famoso lugar de fiestas.

Cualquier celebración en el polémico bar puede convertirse fácilmente en un ritual en honor al narcotráfico. Al finalizar la comida, los visitantes tienen la posibilidad de encender una vela en honor al capo. “Todos los días, a partir de las 6 p.m., el establecimiento lo recibirá para estafar como el cartel más famoso de todos los tiempos”, dicen.

Y las excentricidades no paran. “Tenga cuidado de ingresar al cartel, el más famoso de todos los tiempos. No es tan simple, se procederá a la ceremonia "plata o plomo" con Popeye, el jefe de la Taquería "Chez Pablo”, describe el sitio otro de los rituales.

El rechazo de los colombianos

Desde París, varios colombianos se han movilizado en contra del lugar y organizado firmas para que el bar sea cerrado. “Qué falta de respeto para la gran cantidad de familias colombianas que conocieron el miedo y la muerte a causa de ese hombre durante muchos años. Encontramos este concepto simplemente vergonzoso. No deberían jugar con la memoria de personas que murieron a causa de ese tipo y del tráfico de droga”, dice una de las peticiones.

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En la comunidad de colombianos en Francia, la polémica es bastante conocida. La mayoría considera que ese lugar es una apología al crimen y a al consumo de drogas, y un insulto al país. "Es como crear un lugar en honor a los atancantes contra Charlie Hebdo, es un acto horrible que merece ser rechazado", le dijeron a SEMANA.

Aunque en la página del bar aseguran que parte de los ingresos serán utilizados para ayudar a una fundación, esta no ha sido razón suficiente para detener a los ciudadanos que el próximo viernes planean tomarse las calles de París para protestas. Piden que el sitio de fiesta sea cerrado o que su concepto sea modificado por respeto a Medellín y en general a las víctimas que dejó una de las épocas más violentas de Colombia.

Legado controversial

En septiembre, durante un operativo de la secretaría de Seguridad y el viceministerio de Turismo, un museo en honor a Escobar, que había creado su propio hermano, fue sellado. El museo hacía parte de los servicios ofrecidos por el polémico narcotour que incluye visitas al barrio Pablo Escobar, la casa en la que murió, su tumba y el edificio Dallas, una opción turística fuertemente criticada por las autoridades de Medellín por promover la cultura del narcotráfico en la ciudad.

La casa museo era administrada por Roberto Escobar, el Osito, hermano mayor del narcotraficante. Aunque estaba abierto a todo tipo de visitantes, el lugar era muy íntimo. Allí, enseñaban a los visitantes la historia detrás de cada uno de los objetos que se encontraban en la casa y como el bar en París, se celebraba con orgullo la vida de Escobar.