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Dramático testimonio del patrullero Jesús Pineda, quien sobrevivió tras el ataque de delincuentes en el sur de Bogotá
Los colombianos ven más cercana a la Policía Nacional. | Foto: Suministrado

Orden Público

Después de año y medio la Policía mejoró su imagen

Los colombianos estarían viendo con mejores ojos a la Policía Nacional, luego de la crisis que ha afrontado durante más de un año.

30 de abril de 2022

La Policía Nacional es una de las instituciones que más polarización genera entre los colombianos. Hay quienes respaldan la firmeza y el trabajo social que realizan los uniformados de la institución, pero también hay quienes consideran que su operatividad no es suficiente para las necesidades del país.

En septiembre de 2020 se registró uno de los hechos que más rechazo generó entre la sociedad: el homicidio de Javier Ordóñez, el hombre que fue atacado por dos policías con pistolas eléctricas y golpeándolo hasta encontrar el fatal desenlace. Los hechos ocurrieron en Bogotá.

Un mes antes, desde agosto de 2020 empezó a caer la favorabilidad de la Policía Nacional, según la encuesta Invamer. Con los hechos ocurridos en el marco del paro nacional, que trajo caos al país, se habría dificultado el repunte en la imagen de la institución. La reciente encuesta para Caracol Noticias, Blu Radio y ‘El Espectador’, indicó que este 29 de abril, después de año y medio las estadísticas estuvieron a favor de los uniformados, todo indica que los colombianos aumentaron su nivel de confianza en la Policía.

Desde hace 18 meses la Policía Nacional no presentaba un índice de favorabilidad de 51 %, frente a un 42,5 % de desfavorabilidad. Otros datos para resaltar son que, desde mayo de 2017, la Policía Nacional no había presentado una variación significativa frente al aumento de favorabilidad de 13,3 puntos; la anterior se había presentado en marzo de 2018 con 12,2. En este último sondeo se evidencia que la entidad registró la variación más alta frente a las demás instituciones del Estado, con un incremento de 13,3 puntos en favorabilidad.

Al analizar qué podría estar generando el cambio de percepción de la población está el hecho de que desde la Policía misma se han tomado decisiones de fondo para mejorar el servicio. En los últimos meses las autoridades han hablado de un fortalecimiento de los cuadrantes, destinando mayor cantidad de policías, también en inteligencia e investigadores en principales ciudades. Adicionalmente viene reconfigurando el modelo de vigilancia a través de cuadrantes.

Además, el Gobierno ha realizado una inversión que acumula casi 1,2 billones de pesos en equipamiento tecnológico, movilidad, drones, cámaras de cuerpo y camisas balísticas, en diferentes regiones, que empieza a proyectar una imagen de una Policía mucho más moderna, bien equipada y con mayor tecnología para combatir el delito. Que al decir verdad se ve reflejada en resultados operacionales con los que la población considera que son ahora mucho más efectivos.

Frente a los múltiples cuestionamientos que ha recibido la Policía por la posible violación de derechos humanos durante su reacción en las protestas a los fallos de la justicia, se hizo necesario priorizar la puesta en marcha del Proceso de Transformación Integral de la Policía. El 6 de junio de 2021 el presidente de la República, Iván Duque, anunció a los colombianos el inicio de este proceso, con un fuerte componente de derechos humanos, profesionalización, participación y rendición de cuentas a la ciudadanía.

Hay quienes también consideran que el cambio de uniforme que en el momento fue blanco de críticas en realidad si está funcionando para generar más cercanía, pues según los estándares internacionales el color azul da una mayor visibilidad. Y los nuevos elementos como el número de placa más grande, códigos QR que facilitan la identificación y ‘bodycam’ que registran los procedimientos, despiertan más cercanía. De hecho, en las pruebas piloto en 10 ciudades del país, el uniforme alcanzó una aceptación del 80 % de la ciudadanía encuestada.

En medio de este proceso de transformación se creó la figura del Comisionado de Derechos Humanos en la Policía. Es la primera vez que alguien no uniformado, fuera de la línea de mando, entró a regir la Policía y acompañar los procesos de garantía y promoción por el respeto a los derechos humanos en la institución.

Por otra parte, dos leyes permitieron primero una renovación en el plan de carrera de los policías, mucho más exigente en términos de capacitación permanente y de altos estándares, lo que permite una mejora en sus condiciones de ascenso, aumentos salariales, bienestar para sus familias, lo que incidió en una progresiva mejora en la prestación del servicio, según analistas de seguridad.

SEMANA conoció que en este momento se está trabajando en la implementación del Centro de Estándares Policiales, primero en Latinoamérica, para aplicar los cursos necesarios para ascender y mantenerse en la institución, enfocados en derechos humanos, atención al ciudadano, procedimientos de policía y sistema táctico, los cuales no solo serán obligatorios, sino que deben ser renovados anualmente.

La segunda ley es el nuevo estatuto disciplinario, más expedito en la investigación de faltas. Es más estricto en la aplicación de sanciones para los policías que cometan fallas en el servicio y que afecten al ciudadano, minimizando los abusos de autoridad. Incluso se ha visto un cambio en el manejo de redes sociales y acercamiento de los comandantes en los territorios.