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Edmar Aibardo Giraldo Areiza
Edmar Aibardo Giraldo Areiza, presunto responsable del hecho. | Foto: Foto: Fiscalía

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Hombre y su sobrina fueron asesinados en medio de estafa relacionada con compra de ganado

El presunto responsable de este hecho ocurrido en el departamento de Antioquia fue enviado a prisión.

11 de enero de 2021

Un juez envió a prisión a un hombre identificado como Edmar Aibardo Giraldo Areiza, como presunto responsable de la desaparición y posterior asesinato de un adulto mayor y su sobrina de 34 años, en hechos ocurridos en el municipio de Yolombó, departamento de Antioquia.

De acuerdo con la Fiscalía, testimonios y elementos de prueba dan cuenta de que las víctimas, identificadas como Fabio de Jesús Correa Builes y Érika Sulima Correa Múnera, se desplazaron a zona rural del municipio de Yolombó para recibir 43 cabezas de ganado, por las que habían pagado más de 17 millones de pesos en diciembre. Sin embargo, desde el momento en que las víctimas partieron para cerrar el supuesto negocio, sus familiares no volvieron a tener comunicación con ellos, por lo que el pasado seis de enero denunciaron lo ocurrido ante las autoridades.

“En una rápida acción investigativa de la Fiscalía y el Gaula Antioquia de la Policía Nacional, un día después de recibir el reporte, fue encontrado el cuerpo de la mujer en un río aledaño a Yolombó, con evidentes signos de violencia. Posteriormente, en un paraje apartado de la misma zona, se halló muerto al hombre de 70 años”, indicó la Fiscalía por medio de un comunicado.

Por lo tanto, una vez puesto el caso en conocimiento de las autoridades, estas lograron capturar en flagrancia a Edmar Aibardo Giraldo Areiza, en el momento en que se encontraba llamando a los familiares de las víctimas para exigirles dinero por su supuesta liberación.

En medio de la captura, al hombre le incautaron un teléfono celular con la tarjeta sim de Érika Sulima Correa Múnera, una de las víctimas. Posteriormente fue presentado ante un juez de control de garantías.

En la audiencia, la Fiscalía le imputó a Giraldo Areiza los delitos de homicidio agravado, desaparición forzada y tentativa de extorsión. Sin embargo, aunque el hombre no aceptó los cargos, fue enviado a un centro carcelario mientras avanza el proceso judicial en su contra.

En otro caso, la Fiscalía logró máxima condena para un hombre que asesinó a su tía y a una prima menor de edad en hechos ocurrido en el municipio de Soacha, Cundinamarca, el 19 de junio de 2019, en el barrio Villa Mercedes.

“Ante la contundencia del material probatorio aportado por la Fiscalía General de la Nación y la certeza de las pruebas forenses realizadas, el Juzgado Primero Penal del Circuito de Soacha (Cundinamarca) condenó a un hombre a 60 años de prisión por el crimen de su tía (una madre comunitaria) y una prima de ocho años”, informó la Fiscalía al respecto.

El sentenciado fue declarado responsable de los delitos de homicidio agravado y hurto calificado, y deberá permanecer en la cárcel La Modelo de Bogotá.

Los investigadores lograron demostrar que el procesado estuvo en el lugar del asesinato e intentó de múltiples formas desaparecer la evidencia que lo comprometía. De igual manera, se halló el arma cortopunzante que usó para atacar a sus familiares.

Los primeros pasos de la investigación apuntaron a alguien cercano o de confianza de las víctimas, toda vez que las chapas, ventanas y tejas de la vivienda en la que fueron encontrados los cuerpos no estaban forzadas ni deterioradas.

En la inspección al inmueble se constató que un colchón y un bafle estaban perforados. Uno de los hijos de la mujer aseguró que del parlante fueron sustraídos 5 millones de pesos que su madre había ocultado. Señaló que su primo sabía que en el artículo estaba guardada esa suma de dinero y lo culpó de algunos robos que se presentaron en la familia.

En ese sentido, el sobrino de la madre comunitaria fue citado a versión libre. En la diligencia, los funcionarios judiciales se percataron que el joven tenía varias heridas en las manos. Al preguntársele por esas lesiones, aseguró que fueron ocasionadas con una escalera; sin embargo, parecían heridas de cuchillo.

“Ante las sospechas, el hombre fue requisado y se le halló una navaja ‘pata de cabra’ de tres hojas. En los análisis realizados al arma se constató que tenía rastros de sangre. Esta evidencia fue contrastada con algunas manchas que también se encontraron en el parlante y en diferentes lugares de la casa donde se presentó el asesinato. Los resultados fueron concluyentes: las muestras de sangre coincidieron. Pertenecían a una misma persona: el hoy sentenciado”, señaló la Fiscalía.