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La defensa de la víctima pide que los policías sean procesados por “tortura” y “homicidio agravado”. | Foto: Fotomontaje: SEMANA

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Se entregó el segundo patrullero que tiene orden de captura por homicidio de Javier Ordóñez

Juan Camilo Lloreda fue uno de los policías que usó la pistola ‘taser’ contra el abogado. Su otro compañero implicado, Harby Damián Rodríguez Díaz, fue capturado el jueves.

18 de septiembre de 2020

El patrullero de la Policía Juan Camilo Lloreda, implicado en el homicidio del abogado Javier Ordóñez la semana pasada en Bogotá, se entregó ante las autoridades después de haber permanecido prófugo por varios días. Tanto él como su compañero Harby Damián Rodríguez Díaz son señalados por los delitos de homicidio y abuso policial.

Tras conocerse el homicidio, que generó el rechazo e indignación del país, un juez libró la orden de captura contra los uniformados el pasado jueves. Rodríguez y Lloreda son quienes aparecen en el video que se hizo viral y que reveló el momento en que ambos someten en el suelo a Ordóñez y le propinan varias descargas con un arma eléctrica, mientras hacen caso omiso a sus súplicas para que se detengan.

Harby Damián Rodríguez Díaz fue capturado en la tarde de ese mismo día y trasladado al búnker de la Fiscalía General de la Nación, pero Lloreda no fue encontrado en su domicilio ubicado en la localidad de Engativá. Por otro lado, otros cinco efectivos también fueron vinculados a la investigación.

No obstante, en las últimas horas se conoció que el abogado Jesús Libadier Giraldo envió una carta al fiscal encargado de la investigación anunciando que asumirá la defensa del uniformado Juan Camilo Lloreda, además de expresar su deseo de acercarse a la justicia para explicar lo sucedido en la noche del 9 de septiembre.

Aunque no existe registro sobre lo que ocurrió después, su familia y amigos aseguran que Javier Ordóñez falleció antes de llegar al hospital por una golpiza adicional de los uniformados. La defensa de la víctima pide que los policías sean procesados por “tortura” y “homicidio agravado”.

De acuerdo con las primeras versiones de las autoridades, el abogado se habría resistido a una detención por protagonizar una riña. Por el contrario, sus allegados dicen que los uniformados lo abordaron cuando salía a comprar licor en compañía de dos amigos. Ordóñez, comerciante y estudiante de derecho, dejó dos niños de 11 y 15 años.