Colombia está inundada de armas de fuego: así opera el mercado criminal del tráfico y alquiler en Bogotá. Se consiguen desde 15.000 pesos

El crimen de Juan Felipe Rincón, hijo del inspector de la Policía, en el barrio Quiroga, en el sur de Bogotá, desnudó la crítica realidad por la que está atravesando no solo la ciudad, sino el país entero. Aunque el informe del Laboratorio de Balística de la Seccional Bogotá del CTI reveló que en el lugar de los hechos la única arma que se halló apta para disparar era una de calibre nueve milímetros y que por estas características sería la del escolta que acompañaba al joven, lo cierto es que la otra arma traumática en poder de Andrés Camilo Sotelo –el único capturado por estos hechos– puso en evidencia el grave problema de inseguridad que atraviesa Colombia.

Bogotá y todo el país está inundado de armas de fuego, y cada vez, entre los delincuentes, es mucho más fácil adquirir una de ellas sea original o modificada. Se trata de un problema que ha venido en aumento desde la firma del acuerdo de paz con las extintas Farc-EP en 2016.

“Después del proceso de paz, se suponía que en Colombia las armas formales, es decir, con el mal llamado salvoconducto, eran unas 690.000, pero la realidad es otra, pues estas no son las armas que están generando los problemas de delincuencia en el país”, aseguró Andrés Nieto, director del Observatorio de Seguridad de la Universidad Central.

Con el experto coincide el secretario de Seguridad, César Restrepo, quien advirtió que el Gobierno nacional, desde hace varios años, está en deuda de actualizar las cifras de circulación de armas en el país. “Posterior a la firma del acuerdo nunca se hizo un balance de cuál era el estado de las armas legales que quedaban en Colombia disponibles en el mercado, y mucho menos se ha cuantificado cuál es el potencial de armas ilegales y cuál es la estrategia para poder sacarlas de circulación”, afirmó el funcionario.

Y aunque efectivamente no hay un balance oficial que dé cuenta de la cantidad de armas ilegales que hay en circulación, Nieto entregó un panorama preocupante: “De acuerdo con el estudio Small Arms Survey, se calcula que en el país circulan más de 3 millones de armas irregulares”, indicó.

En todo caso, el secretario Restrepo tiene claro el panorama criminal del país que está afectando a Bogotá: “El fortalecimiento del crimen transnacional y las fuentes de recursos desbordados provenientes de producción de narcóticos, de minería ilegal, de migración ilegal, de contrabando, hacen que haya un mercado muy dinámico de armas ilícitas para afectar no solo en esas fuentes de criminalidad, sino también en otras líneas de delitos contra los ciudadanos”, dijo.

Uno de los principales problemas estaría centrado en las armas traumáticas, cuya regulación es insuficiente. “Hemos encontrado armas traumáticas que son transformadas en armas de fuego, con capacidad de hacer daño”, sostuvo el secretario.

Restrepo entregó detalles de la dinámica de este mercado criminal. “Hay un desafío inmenso en el comercio electrónico y el comercio internacional que tiene pocas capacidades de control en los puertos de entrada. Las armas las traen de otros lugares del mundo y las traen por pedazos, desarmadas, y aquí las arman y las comercializan. Hay rutas transnacionales de tráfico desde Ecuador, Venezuela y la frontera con Panamá”, explicó.

Y aunque en Bogotá, de acuerdo con el secretario, no se han identificado puntos físicos de venta ilegal de armas, resaltó que las autoridades han desarticulado grupos criminales que “traían las armas a la capital, y una vez usadas las mandaban para el Caquetá, Medellín, Boyacá, y las ponían a rotar entre ciudades, disminuyendo la posibilidad de trazabilidad”.

No obstante, Nieto, quien fue subsecretario de Seguridad en la pasada administración distrital, fue más allá y advirtió que “el problema ya migró no solo a la compra, sino al arrendamiento de armas para alquiler por horas y por días. En San Bernardo, por ejemplo, se consigue el alquiler de armas hechizas, pero aptas para proyectil de fuego desde 15.000 pesos la hora en adelante”.

Restrepo, por su parte, niega que esa dinámica haya sido encontrada en Bogotá. Sin embargo, en el Distrito sí tienen claro que hay ciudades de Colombia donde se alquilan armas para cometer delitos. En lo corrido de 2024 se han incautado 18.520 armas de fuego en todo el país y 1.303 en Bogotá.