Las tres altas funcionarias del Gobierno Petro que han salido en medio de escándalos, ¿de quiénes se trata?

La salida de la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, generó un gran impacto por tratarse de una de las funcionarias más polémicas del gobierno del presidente Gustavo Petro. Incluso, era de las que se pensaba que tenía fuero porque el mandatario la había mantenido a pesar de todas las polémicas y cuestionamientos alrededor de su gestión.

Sin embargo, la salida de Vélez no es la única de las altas funcionarias del Gobierno que salen en medio de escándalos. A su caso se suma el de la exministra del Deporte, María Isabel Urrutia, que firmó una feria de contratos antes de dejar el cargo, y la exjefa de Gabinete, Laura Sarabia, tras el dinero que le fue hurtado, el polígrafo, la niñera y las conversaciones con Armando Benedetti.

En el caso de la ministra de Minas, la funcionaria salió luego de que estallara el escándalo de un supuesto tráfico de influencias. Según denunció en SEMANA Juan Felipe García, presidente del sindicato de Migración Colombia (Osemco), la ministra llamó directamente al funcionario de esa entidad para que su hijo menor de edad pudiera salir del país sin el permiso de la madre, requisito obligatorio para ese trámite.

“Llama directamente la ministra al funcionario, donde se llega a un acuerdo. Se tiene plenamente identificada que era la madre, por conocimiento público, entonces se llega a un compromiso, se hace un correo que se redacta y se deja la evidencia y demás, y se queda a la espera de que ella en Suiza se iba a acercar para cargar en la plataforma del respectivo proceso y del soporte”, afirmó el presidente del sindicato de Migración.

Por su parte, Urrutia salió por la puerta de atrás del Ministerio del Deporte luego de que el presidente Petro le pidiera la renuncia y en una semana adicional se dedicara a firmar una feria de contratos que están siendo investigados. El mandatario tuvo que declararla insubsistente.

La medallista olímpica firmó 104 contratos en tiempo récord, un hecho que llamó la atención de la Fiscalía y de la propia Secretaría de Transparencia de la Presidencia. Pese a que los contratos tenían una vigencia de cuatro meses, Urrutia los extendió en una clara irregularidad, ya que no esperó a que su sucesor en el cargo lo hiciera. Para la Fiscalía, es claro que la saliente ministra quería dejar atornillados a “los recomendados” y personas cercanas a sus funcionarios.

En el caso de Laura Sarabia, se trata de una de las personas más cercanas al presidente Gustavo Petro que tuvo que dejar la jefatura de Gabinete tras el mayor escándalo que hasta el momento ha afrontado la Casa de Nariño.

Primero, SEMANA reveló que Marelbys Meza, exniñera de Sarabia, había sido sometida a una prueba de polígrafo en un sótano de un edificio conjunto a la Casa de Nariño para saber si había hurtado un dinero que se perdió en la casa de Sarabia.

Posteriormente, se conoció que, al parecer, Sarabia habría incumplido algunas obligaciones laborales con Meza.

El escándalo derivó en polémicos audios que fueron revelados por esta revista en los que se escuchaba conversar al embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, con Sarabia sobre dineros que supuestamente habrían ingresado a la campaña. Por esos hechos, la exfuncionaria ha tenido que responder ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) por los dineros reportados en ese proceso.

“Quiero comunicarle a la opinión pública que, como lo he manifestado reiteradamente, estoy a disposición de los entes de control y organismos de justicia que me requieran para dar las explicaciones de los hechos que sean de mi competencia y conocimiento”, afirmó la exfuncionaria tras entregar sus declaraciones.

Y añadió: “Mi rol en la campaña era la construcción de la agenda del entonces candidato presidencial y no tenía relación alguna con la financiación de la campaña”.