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| Foto: SEMANA y API

POLÍTICA

Los pulsos que ha ganado el presidente Gustavo Petro para tener el poder de las entidades

El jefe de Estado tiene una aplanadora en el Congreso, contralor amigo y la presidencia del CNE.

27 de septiembre de 2022

El presidente Gustavo Petro, después de estar durante décadas en la oposición, tiene ahora en sus manos al establecimiento político. El jefe de Estado, como ya se empieza a decir en algunos sectores políticos, se está quedando con todo. No solo tiene hoy una sólida coalición en el Congreso, sino que ha puesto a aliados suyos en entidades clave como la Contraloría y el Consejo Nacional Electoral.

Mientras muchos esperaban multitudes de colombianos en las fronteras buscando salir del país y una oposición feroz de los partidos tradicionales, Petro no solo se quedó con el control del Congreso, sino que ha sabido hacer su juego para imponer nombres en entidades clave. Ha puesto de su lado a buena parte de la política tradicional

El primer indicio de que Petro estaba interesado en tener juego se dio con la sólida coalición de Gobierno que logró armar en el Congreso. Aparte del Pacto Histórico, su fuerza, Petro contará con la Centro Esperanza, el partido Comunes, las curules indígenas, el Partido Conservador, el Partido Liberal y La U.

Con esta aplanadora legislativa, Petro fue luego por la conquista de los más altos cargos en el Congreso: las presidencias del Senado y la Cámara, una movida en la que resultó clave la habilidad negociadora del senador Roy Barreras, quien logró que el Pacto Histórico tuviera al mismo tiempo la presidencia de las dos corporaciones.

Esto no se daba desde 2011, cuando La U tuvo las presidencias de ambas corporaciones debido a que era la bancada mayoritaria y logró imponerse al momento de hacer la elección.

No contento con este logro, Petro obtuvo luego otra importante victoria. Se hizo con el control absoluto de las comisiones económicas del Congreso, que son las que tramitan la reforma tributaria, uno de los proyectos más importantes para el actual gobierno y con el que se espera recaudar al menos 25 billones de pesos.

Tener al Congreso en sus manos le sirvió a Petro para dar a mediados de agosto otro golpe de autoridad. En apenas 15 días logró imponer a su candidato a la Contraloría, Carlos Hernández Rodríguez, por el que prácticamente nadie apostaba, y demostró que tiene a su coalición marchando.

Inicialmente, Rodríguez no estaba en las cuentas de nadie, pero su candidatura creció como espuma tras recibir la bendición del Gobierno y el apoyo del Pacto Histórico. Logró sumar el respaldo del Partido Liberal, el Partido Conservador, La U y Cambio Radical, colectividades que inicialmente le habían mostrado los dientes al presidente Petro al firmar un documento de apoyo a la candidata María Fernanda Rangel, quien nunca cayó bien en la Casa de Nariño. Pero al final se echaron para atrás y terminaron cediendo ante un Gobierno que supo endulzarles el oído.

Aunque el Gobierno lo ha negado, congresistas le han contado a SEMANA que sí hubo presión de parte de la administración Petro para que Rodríguez fuera elegido como nuevo contralor.

Este hecho resulta curioso si se tiene en cuenta que el propio Petro, en sus épocas como senador, criticó la cooptación de los organismos de control por parte del Gobierno anterior. “El que la filiación política del contralor sea la misma del Gobierno acelerará los procesos de corrupción en el Estado”, trinó Petro en 2018. Pero, como se sabe, la política es dinámica.

Y ahora, por si fuera poco tener al Congreso y al contralor de su lado, el jefe de Estado se acaba de anotar una nueva victoria: la elección de Fabiola Márquez Grisales, aliada suya, como nueva presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE).

SEMANA conoció que la votación, que se dio este lunes, fue 6-3 y la nueva presidenta terminó con el respaldo de magistrados del Partido Conservador y el Centro Democrático. Los únicos togados que no respaldaron el nombre de Fabiola Márquez fueron Maritza Martínez, del partido de La U; Benjamín Ortiz, del Partido Liberal, y César Lorduy, de Cambio Radical.

El gran ganador con esta elección en el CNE es Petro, ya que Márquez es amiga personal del presidente y laboró a su lado cuando él fue alcalde de Bogotá. Además de esto, fue postulada para el Consejo Electoral por el Pacto Histórico, la plataforma política que apoyó al mandatario en la pasada campaña presidencial.

En la Alcaldía de Bogotá fue gerente del Fondo de Vigilancia y Seguridad; directora encargada de la Uaesp en 2015; jefe jurídica de Uaecob; asesora de la Alcaldía Mayor Bogotá y de la Secretaría de Gobierno 2012-2014; directora de Defensa Judicial y de Control de Gestión de Aguas de Bogotá, personera local de Chapinero y personera delegada en Derechos Humanos y Asuntos Disciplinarios, entre otros cargos

Petro no solo se convirtió en el primer presidente de izquierda en Colombia, sino que puso al establecimiento político de su lado. El nuevo mandatario tendrá que aprovechar su luna de miel. Las cartas están a su favor, pero el juego apenas comienza.