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MinCultura contrató a cantante chavista para festival gratuito: “Es un activo funcionario de un gobierno no democrático”

Se trata de Paul Gillman, quien en 2017 fue retirado del cartel de Rock al Parque. El Gobierno responde que no apoyan la discriminación de artistas.

9 de abril de 2024

Un grupo de 22 organizaciones sociales le envió una carta al ministro de Cultura, Juan David Correa, manifestándole su consternación por la inclusión del cantante venezolano Paul Gillman dentro del cartel de un festival de música gratuito que realizará el gobierno de Gustavo Petro este fin de semana.

Se trata del festival Paz Rock, que tiene como emblema “voces por el cuidado, la paz y la vida”. El evento tendrá lugar este sábado 12 de abril en la Plaza de Bolívar y contará con la presencia de 13 artistas que se estarán presentando en un concierto al aire libre y con entrada gratuita.

En el catálogo de artistas de ese festival está Gillman, quien fue un simpatizante del gobierno de Hugo Chávez y ahora lo es de la Administración de Nicolás Maduro. De hecho, varias organizaciones sociales lo han señalado de haberle ayudado al Palacio de Miraflores en la discriminación de los artistas que no son afines al régimen.

El cantante tiene una banda de rock llamada Gillman.
Un grupo de 22 organizaciones sociales le envió una carta al ministro de Cultura, Juan David Correa, manifestándole su consternación por la inclusión del cantante venezolano Paul Gillman dentro del cartel de un festival de música gratuito que realizará el Gobierno de Gustavo Petro durante este fin de semana. Foto: @paul_gillman | Foto: @paul_gillman

Por eso, los defensores de derechos humanos le enviaron una carta al ministro Correa en la que le expresaron su “consternación por la inclusión en su cartel de un artista venezolano contrario, precisamente, a los valores de cuidado, paz y la vida”.

Paul Gillman ha sido conocido en los eventos culturales colombianos. Su nombre estaba dentro del cartel de Rock al Parque de 2017, pero fue retirado del catálogo de artistas que estarían en el evento, en medio de críticas de que, en plena temporada de manifestaciones en Venezuela, en las que estaban siendo violados los derechos políticos de la oposición, este terminara presentándose en Colombia.

A él lo señalan de ser un funcionario directo del régimen venezolano que ha servido para hacer proselitismo político a favor de Chávez y Maduro. Según las propias organizaciones de derechos humanos, el rockero ha facilitado la discriminación de los artistas que no son afines al Palacio de Miraflores, que se quedaron sin espacio en la agenda cultural de los eventos públicos de Venezuela, justamente, por no respaldar al régimen.

Por eso, las organizaciones sociales advirtieron que “el señor Paul Gillman no es un músico que, en el marco del ejercicio de sus derechos civiles y políticos, tiene sus propias preferencias ideológicas, sino un activo funcionario y propagandista de un gobierno no democrático, que personalmente promueve la discriminación y estimula campañas de descrédito contra la sociedad civil del país. Estos valores son contrarios a los que estarán presentes en el ‘Festival Paz Rock: Voces por el Cuidado, la Paz y la Vida’”.

Entre los firmantes de esa carta están el Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad de Los Andes, la Cátedra de Derechos Humanos de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado y Fundaredes, entre otros actores de la sociedad civil.

La misiva fue enviada en la mañana del lunes al Ministerio de Cultura y la respuesta de la cartera que dirige el ministro Correa llegó en cuestión de horas, hacia las 7 de la noche, en un documento en el que el Gobierno defendió que no está de acuerdo con “censurar” a los músicos en este tipo de espacios.

“Hemos realizado un ejercicio juicioso de curaduría que nos permite considerar a diferentes artistas. Dentro de los grupos musicales que conforman el cartel de Rock Paz está el señor Gillman, cuya propuesta va acorde con la mencionada curaduría; adicionalmente, el Ministerio no apoya la censura a los artistas y aquí son bienvenidos todos, sin distingos políticos”, detalló el Ministerio en una carta a la que tuvo acceso SEMANA.

Empero, la desazón por la invitación de Gillman persiste. En esa carta lo describen como “un funcionario venezolano conocido en el país por promover la discriminación contra músicos críticos de la gestión gubernamental y por estimular campañas de criminalización y desprestigio contra organizaciones locales de derechos humanos”.

El músico, de 66 años, nació en Caracas, es intérprete de rock y metal y fue cercano a Hugo Chávez desde antes de que el artífice de la Revolución Bolivariana llegara a la Presidencia. Incluso, tiene una condecoración de la Aviación Militar Bolivariana.

Esas organizaciones advierten: “El señor Gillman es el director de la Fundación Corazón Rockero, a través de la cual el gobierno venezolano financia eventos culturales con abiertas intenciones proselitistas. Es suficientemente conocido en el ámbito artístico venezolano que en estos eventos se encuentran vetados músicos y artistas que hayan expresado su disentimiento con las políticas de Nicolás Maduro. No obstante, la discriminación no sólo incluye eventos organizados por su persona, sino que, públicamente, ha pedido a las autoridades la exclusión de artistas de otros festivales organizados por el Estado”.

La carta de las organizaciones fue dirigida directamente al ministro Juan David Correa. En ella, le advirtieron que la “discriminación y criminalización” que ha protagonizado Paul Gillman contra la oposición “es antagónica a la paz y a la vida que el Gobierno dice promover con ese festival”. Pese a los cuestionamientos, el Gobierno dejó en firme su participación en Paz Rock.