Política
Peligroso: Gustavo Petro ataca violentamente la libertad de prensa: “SEMANA ordena y el CTI obedece”
En medio del peor escándalo de su gobierno, el mandatario usó la plaza pública para culpar a SEMANA por los denominados ‘petrovideos’.
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El discurso del presidente Gustavo Petro es uno de los más duros ataques a la libertad de prensa que se haya visto en tiempos recientes. En medio del peor escándalo de su gobierno, y ante los señalamientos de Armando Benedetti, que en un audio reveló que entraron 15.000 millones a la campaña y que lo que sabe podría configurar un nuevo proceso 8.000, el primer mandatario decidió voltear la torta y echarles la culpa a los medios de comunicación.
“Acaban de allanar otras oficinas de la Presidencia. SEMANA ordena y el CTI obedece”, dijo. Sin mencionarlo muy a fondo, el presidente se refiere a la inspección judicial que tuvo lugar este miércoles en la mañana en el piso 13 de la Dian, donde aparentemente funciona una oficina de inteligencia de la Presidencia de la República.
Un grupo de la Dirección contra Corrupción llegó a ese lugar en el marco de las investigaciones por las interceptaciones ilegales de cara a definir con detalle qué actividades se desarrollan en ese espacio destinado a la seguridad presidencial. Se sospecha que en ese lugar habrían hecho sin autorización judicial una copia espejo del celular de la exniñera de Laura Sarabia, Marelbys Meza.
En su discurso, Gustavo Petro estaba en medio de dos mujeres muy representativas del Gobierno. Por un lado, la ministra de Minas, Irene Vélez, y por el otro, la vicepresidenta Francia Márquez.
Sobre la vicepresidenta, también hizo referencias que corresponden a una tergiversación del trabajo que hacen los periodistas. “Aquí hemos visto una prensa que odia a la vicepresidenta por su color de piel... ¿el pueblo colombiano quiere una Colombia que retroceda a la esclavitud y que odie a la gente solo por ser negra?”, dijo.
“¿Será que me he quedado solo?”, se preguntó en su discurso mientras los asistentes aplaudían y gritaban. “El Gobierno después de que hubo un 19 de abril, hoy tiene la oportunidad de cambiar a Colombia. El cambio es la decisión”, le decía a su público emocionado.
Vea el discurso de Gustavo Petro
“Aquí se demuestra, esto sí son pruebas... La Plaza de Bolívar está llena. La carrera séptima está llena”, dijo el primer mandatario.
Las manifestaciones de este miércoles 7 de junio convocaron a centrales obreras, sectores políticos y ciudadanos para marchar a favor de las reformas sociales propuestas por el Gobierno nacional. En medio de una profunda crisis gubernamental y con un mandatario que cae en aprobación, simpatizantes salieron a las calles a respaldar su administración.
Desde horas de la mañana, en la marcha ya había pancartas en contra de los medios. “El poder silencioso, destructor, impredecible, perverso y satánico de los medios de comunicación hace sentir y creer a la clase trabajadora que es mejor ser un esclavo que un trabajador digno”, dice la pancarta que probablemente pertenece a uno de los sindicatos participantes.
Finalmente, el cartel vuelve a comparar a los medios de comunicación con el diablo: “Eso solo lo hace satanás, y nosotros indefensos ante tanto atropello”. El cartel ataca directamente a Caracol, RCN, W Radio, Caracol Radio, RedMás y SEMANA.
No es la primera vez que el presidente ataca a la prensa en su gobierno. En varias ocasiones, la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) ha emitido comunicados advirtiéndole al presidente sobre la guerra emprendida contra los medios y las repercusiones que tienen sus palabras en sus seguidores.
En una reciente entrevista con María Isabel Rueda, el director de la Flip, Jonathan Bock, ya había sido muy claro en la necesidad de que el presidente respetara la prensa. “Confío en que el presidente Petro entiende la libertad de prensa como una institución democrática, pero su concepción sobre cierto sector del periodismo implica una posición confrontativa. No creo que eso tenga que ser así. Esa confrontación desgasta al periodismo y, por supuesto, al poder y puede terminar deslegitimándolo. Por lo que es un llamado de atención a entender y respetar el periodismo en términos generales, más allá de la particularidad de los mensajes que han sido decenas, no solo en Twitter, sino en sus discursos y entrevistas, donde habla de un relato periodístico propio y generaliza a medios de comunicación, lo que él no está llamado a hacer”, dijo.
Además, agregó que “en general, las amenazas contra los periodistas han venido en aumento. Y no ha habido una respuesta institucional para protegerlos, sobre todo en regiones donde no hay garantías para ejercer el periodismo. No se puede aceptar que se instale el mensaje de que hay un relato periodístico en contra del Gobierno, porque este es el mismo argumento que utilizan funcionarios de diferente nivel para atacar a periodistas a nivel local o departamental”.
La periodista le preguntó sobre un reciente comunicado de la organización en el que sostiene que “alimentar el discurso de que el periodismo es antagonista abre la puerta hacia la criminalización de los medios”.
Bock aseguró que los funcionarios públicos tienen “un deber de respeto hacia el periodismo, hacia las otras voces cuando sean críticas, o incluso odiosas, o puedan parecerles intolerables a los funcionarios. Pero también es un mensaje de que el periodismo no puede entenderse como el enemigo, sino que en su pluralidad de voces hace parte de ese ejercicio de veeduría frente al poder; y que está permanentemente construyendo la aproximación a la verdad”.
El último aviso de este peligro fue a raíz de la persecución contra la periodista Camila Zuluaga, quien denunció la grabación de un video de ella paseando con su bebé.
Desde la tarima, el presidente pidió que aprueben sus reformas. “Les solicitamos: apruébenle al pueblo de Colombia... es un mandato popular... Vamos por un trabajo digno, porque cualquier viejo de nuestra patria tenga un bono pensional”, dijo.
Como se sabe, el Congreso -tras el escándalo generado por los audios de Benedetti- decidió congelar por esta legislatura el estudio de dichos proyectos.
El presidente volvió a hablar del llamado golpe blando. “Una vez tumben las reformas, piensan destruir al presidente en la Comisión de Acusaciones para hacer lo mismo que se hizo en el Perú, es decir, llevar al presidente a la cárcel y cambiar el Gobierno por un nuevo presidente no elegido por el pueblo. Se llama eso un golpe blando, es un golpe de Estado, es un golpe contra la voluntad popular”, dijo Petro, mientras sus seguidores lo vitoreaban.
Luego de irse contra el Congreso, el turno en la crítica de Petro fue para las encuestadoras y quienes divulgan estos estudios de opinión. Según el mandatario, los malos resultados que ha tenido últimamente en estas mediciones son “una estrategia” para “destruir” el apoyo a su gobierno.
“Nos sacaron unas encuestas mentirosas, las encuestas de verdad nos dicen que aún somos la mayoría popular de Colombia, sacaron esas mentiras porque hay una estrategia, una estrategia que debemos entender y confrontar, quieren destruir el apoyo popular del Gobierno para tener un Gobierno solo, quieren aislar al gobierno de Petro de su pueblo, quieren construir desconfianza en la base popular”, manifestó.
El mandatario hizo un vehemente llamado al Congreso de la República para que apruebe los proyectos de ley radicados por su Gobierno.
“Le solicitamos que apruebe las reformas que le garantizan al pueblo colombiano sus derechos, esta no es una solicitud violenta, esta no es una solicitud armada, esta es una solicitud popular, que nace de las entrañas del territorio excluido. Es un mandato popular, podemos discutirla, podemos aceptar cambios, pero ninguno que acepte la posibilidad de la garantía de los derechos de la gente”.
Aseguró que el objetivo es claro: hundir las reformas del Gobierno en provecho del “gran capital”.