Salud

Científicos encuentran en estudio inesperada relación entre las canas y el cáncer

Investigadores descubrieron que las células madre responsables del color del cabello se “sacrifican” cuando sufren daño genético, lo que evitaría que evolucionen hacia tumores como el melanoma.

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2 de diciembre de 2025, 6:41 p. m.
Las canas aparecen debido a una combinación de factores biológicos y genéticos.
Las canas aparecen debido a una combinación de factores biológicos y genéticos. | Foto: Getty Images

Un estudio reciente reveló que la aparición de canas no sería solo un signo de envejecimiento, sino la huella visible de un mecanismo biológico que busca impedir que células con daños en el ADN se conviertan en cáncer.

Según los científicos, cuando las células madre encargadas de producir pigmento detectan alteraciones peligrosas, activan un proceso irreversible que las obliga a diferenciarse y perder su capacidad de dividirse, lo que previene su transformación maligna.

¿Qué reveló el estudio?

Un reciente estudio publicado en 2025 por investigadores del University of Tokyo, en la revista Nature Cell Biology, sugiere que las canas, esas hebras blancas o grises que aparecen con el paso del tiempo, podrían ser más que un símbolo del envejecimiento.

De acuerdo a los investigadores del University of Tokyo, las canas podría ser una señal visible de los numerosos mecanismos de defensa natural del organismo para evitar el cáncer, como se registra en Independent Español.

El vínculo radica en las células madre de los melanocitos (McSCs), responsables de generar los melanocitos, las células que dan pigmento al pelo y la piel.

Estas McSCs residen en la base de los folículos pilosos. Cuando el ADN dentro de estas células sufre daños, por radiación ultravioleta, exposición química o estrés metabólico, pueden activar un mecanismo de “seno-diferenciación”.

En lugar de seguir como célula madre, se tornan irreversiblemente en células pigmentarias maduras, que luego desaparecen del “respaldo” celular. El resultado visible de esto, son las canas.

De esta forma, el organismo evita que se acumulen mutaciones peligrosas que podrían derivar en cáncer.

Mujer mayor luciendo su cabello
Las canas no son un simple símbolo de vejez, sino parte de una compleja red biológica de defensa. | Foto: Getty Images

Dos destinos celulares opuestos: envejecimiento o cáncer

Según el estudio, bajo ciertas condiciones, por ejemplo, exposición a potentes carcinógenos o radiación ultravioleta intensa, las McSCs con daño en el ADN pueden evadir este proceso protector.

En ese caso, en lugar de diferenciarse (y “renunciar” a su capacidad de división), pueden seguir autorrenovándose. Esa continuidad, con ADN dañado, crea un ambiente propicio para que se forme un tumor.

Los científicos describen este fenómeno como “destinos antagónicos”: canas vs. melanoma, dos caras de la misma moneda.

Más allá de la estética, las canas podrían reflejar un balance interno: cuando funcionan bien los mecanismos de control, las canas aparecen; cuando fallan, aumentan las probabilidades de daño maligno.

Los científicos advierten que no hay certezas de que el hecho de tener muchas canas confiera una “protección real” contra el cáncer.

Tampoco significa que una persona sin canas tenga una mayor probabilidad. Las canas serían un “indicador indirecto”, un posible reflejo de un mecanismo celular.

Harán falta más estudios. Mientras tanto, este hallazgo invita a ver las canas desde otra óptica, no como un símbolo de decadencia, sino como un vestigio de vigilancia biológica, una lucha silenciosa y constante entre riesgo y protección.

Aún no hay una respuesta definitiva, pero esta investigación ayuda a darle una nueva perspectiva a la función de las canas, mas allá de la edad.

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