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En imágenes : En el brote de viruela del mono en África, la enfermedad y la muerte pasan desapercibidas
La viruela del mono fue declarada como emergencia sanitaria de preocupación internacional por la Organización Mundial de la Salud (OMS) este 2022. | Foto: REUTERS

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Organización Panamericana de la Salud pidió realizar una “vigilancia ética” de la viruela del mono

Advirtieron que es clave trabajar de la mano con líderes comunitarios de minorías afectadas por el virus. En Colombia se han registrado al menos 3.908 casos.

19 de diciembre de 2022

La emergencia sanitaria de importancia internacional que se instauró a raíz de la circulación del virus de la viruela del mono despertó la atención de las autoridades de salud de distintos gobiernos, pero también generó estigmatización en algunas poblaciones.

De hecho, hubo fuertes debates alrededor de la mejor forma de prevenir los contagios de una forma efectiva, pero que al mismo tiempo fuera respetuosa con distintas minorías.

Es por eso que recientemente la Organización Panamericana de la Salud (OPS) indicó que la respuesta ante la circulación de este virus debe ser “equitativa” y debe adaptarse a “las necesidades de la población”.

Así lo señaló mediante un documento de “recomendaciones” dirigido a las autoridades sanitarias de distintos países.

“En la actualidad, el brote de viruela símica está afectando predominantemente a hombres gais, hombres bisexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. Una vigilancia ética de la viruela símica debe ser sensible a los riesgos que puedan afectar a este grupo de población clave y guiar una respuesta priorizada al brote”, indicó la OPS.

Entre otras cosas, pidió que se minimicen los riesgos. Por ejemplo, advirtió que los temores que tienen algunas poblaciones de que las autoridades pasen por alto los principios de confidecialidad pueden provocar que acudan con frecuencia a los servicios de salud.

Esto es clave, pues las personas afectadas son fundamentales para las estrategias de prevención y vigilancia. Si alguien no acude a un centro de salud pese a que presenta síntomas, la vigilancia epidemiológica seguramente será mucho más difícil.

La OPS advirtió que si no existe ese lazo de confianza entre las comunidades minoritarias y los servicios sanitarios, las personas podrían evitar conseguir tratamiento médico o dar información sobre los contactos más estrechos.

“Además, en algunas jurisdicciones donde el comportamiento de algún grupo de población clave esté tipificado como delito, se corre el riesgo de que haya medidas punitivas”, indicó la OPS.

Una de las estrategias más efectivas que han encontrado es precisamente involucrar a estas minorías en los planes de prevención y atención de las enfermedades. La OPS recordó que es fundamental tender puentes con líderes comunitarios de grupos de personas lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersex [LGBTI] y personas con VIH.

Con ello, estarán en capacidad de diseñar proyectos de comunicación cuidadosos y eliminar “toda práctica” que lleve a estigmatizar a estos grupos.

A su vez, recomendaron manejar los datos que les brindan las comunidades de una forma responsable, pues, como se ha dicho, las fugas de información minan la confianza de los pacientes en los profesionales médicos.

“Se debe informar explícitamente a la población acerca de esta protección, y subrayar que la justicia, las fuerzas del orden público y otros prestadores de servicios no recibirán información alguna sobre las personas que pudieran estar afectadas por la viruela símica o en riesgo de contraerla”, puntualizó la OPS.

Y concluyeron que se informe debidamente a la comunidad en general cuáles son las “tareas de vigilancia” que las autoridades sanitarias están ejecutando. Esto también es una medida clave para mejorar la confianza y, sobre todo, la colaboración con las medidas sanitarias de autocuidado, que mejorarán el control del virus.

“Si las debidas protecciones están aseguradas, la población tiene la responsabilidad ética de cooperar con las tareas de vigilancia y aunar esfuerzos con las autoridades sanitarias y el personal de salud para detener la propagación de la viruela símica, por ejemplo, al contribuir al rastreo de contactos”, resaltaron desde la OPS, pero recordaron también que este imperativo ético no es una obligación legal.

Colombia reporta 3.842 casos de viruela del mono

En la actualidad, Colombia está registrando cerca de 3.908 casos de viruela del mono, según los registros del Instituto Nacional de Salud (INS). Hasta el pasado 12 de diciembre, había 60 casos activos en Colombia, es decir, personas que al sol de hoy se están enfrentando al virus.

Las entidades territoriales más afectadas han sido Bogotá (con 1.949 casos), Antioquia (1.121 casos) y Cali (315 casos).

Recientemente, el Ministerio de Salud anunció que llegó a un acuerdo con el gobierno japonés para recibir cerca de 25.000 vacunas contra este virus, pero hasta el momento no hay una fecha de llegada establecida.