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Los biopolímeros pueden ser sustancias altamente peligrosas para el cuerpo humano. | Foto: Foto: Twitter @marthavillalbah

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¿Los biopolímeros pueden generar problemas al ingresar a un aeropuerto?

La influencer Yina Calderón contó un altercado que tuvo con los agentes de inmigración en la isla de Cuba.

12 de abril de 2022

Comúnmente es sabido que para abordar aviones los pasajeros no pueden llevar objetos punzo cortantes en sus maletas de mano, tampoco sustancias en aerosol. Algunos artículos pueden ser transportados solamente en bodega y no permiten trasladarlas en el avión como equipaje de mano.

Pero, ¿Qué ocurre cuando una persona tiene biopolímeros en algunas partes de su cuerpo y debe pasar por los rayos X? Lo normal es que estas sustancias se detecten a través del escáner, las alarmas de los dispositivos no suenan, pero sí se ven, lo que es motivo de análisis para los agentes de seguridad. Esto fue lo que le sucedió a la DJ y creadora de contenido digital en redes sociales Yina Calderón, quien hace unos días volvió a llamar la atención de los medios de la farándula con una revelación que hizo tras su viaje de turismo a la isla de Cuba.

A través de su cuenta Instagram, Calderón relató que llegó a Cuba muy feliz de disfrutar unos días de entretenimiento. “Llegué amañada, contenta por ver nuevos horizontes”, dijo a la vez que contó que, estando en el aeropuerto, los agentes de inmigración la llevaron al escáner de rayos X corporal y le preguntaron qué eran unos bultos que se le notaban en sus glúteos.

La influencer de inmediato comenzó a dar explicaciones diciendo que hace algunos años se inyectó biopolímeros y que esas “bolitas” eran las secuelas de esas sustancias. “Los agentes se alarmaron diciendo que Colombia, que la droga. Y yo le decía: Señor cómo le explico que sufrí de biopolímeros y hasta me tocó mostrarles la cicatriz”, contó Yina en un video corto que también fue difundido por el programa de entretenimiento La Red Caracol.

Calderón estuvo retenida aproximadamente una hora y media ahí en el aeropuerto de Cuba, junto con su hermana, quien la acompañaba en el viaje. “Nos vieron cara de mula a mi hermana y a mí, porque la otra compañera sí pasó normal”, dijo Yina, quien hace unos meses se sometió a varias cirugías estéticas para transformar su cuerpo en su objetivo de parecerse una muñeca “Barbie”.

Como una anécdota curiosa, a Yina le causó risa que pasadas las 5:30 de la mañana los funcionarios les dijeron: “niñas se pueden ir, pero venga acá, usted ha probado droga”, a lo que ella respondió: “No señor, a mí solo me gusta el whiskycito, las drogas no”.

Numerosos testimonios han salido a la luz pública de actrices, presentadoras de televisión e influencer que han padecido secuelas graves de salud por haberse inyectado biopolímeros por fines estéticos. El caso más reciente fue el de la actriz Amada Rosa Pérez, exactriz recordada por su paso en la exitosa telenovela La costeña y el cachaco.

A la par de estas historias tan desgarradoras de las afectadas por los biopolímeros, en el Senado de la República se llevará a tercer debate el estudio del proyecto de ley que busca poner un alto a los casos de enfermedades graves y muertes causadas por la aplicación de sustancias no permitidas en cirugías estéticas.

La iniciativa autoría de los congresistas Norma Hurtado Sánchez y José Daniel López tiene el respaldo de diversos sectores políticos, distintos profesionales de la Medicina y de las víctimas de estas prácticas.

De acuerdo con la iniciativa, se establecerá en la Ley una pena de hasta nueve años de cárcel, sanciones económicas y la inhabilidad para ejercer durante diez años, si quien aplica estas sustancias es un profesional de la salud.

De la misma manera, si el delito causa afectaciones en la salud mental y física, la pena privativa de la libertad podría ser hasta de dieciséis años, con inhabilidad para ejercer como trabajador de la salud hasta por trece años.