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Advertencia en el Caribe: el radar de EE. UU. instalado en país vecino de Venezuela ya está operativo
Según el régimen, el operativo tiene como fin derrocar a Nicolás Maduro.
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El radar instalado en noviembre por Estados Unidos en Trinidad y Tobago está operativo y sus datos “se comparten” entre estadounidenses y trinitenses, informó a la AFP el ministro de Defensa del archipiélago, situado a unos diez kilómetros de las costas venezolanas.
La instalación de este dispositivo se dio en medio de un despliegue militar de Washington sin precedentes en el Caribe, destinado oficialmente a frenar el narcotráfico.
Caracas considera que el operativo, que incluye el portaviones más grande del mundo, tiene como fin derrocar al dictador venezolano Nicolás Maduro para apoderarse de los abundantes yacimientos de petróleo del país.

“Los datos se comparten”, dijo sobre el radar el ministro de Defensa trinitense, Wayne Sturge.
La primera ministra, Kamla Persad-Bissessar, afirmó el martes a la prensa que las fuerzas armadas de Trinidad y Tobago “tendrán acceso a estos datos”.
La semana pasada, la mandataria explicó que “el nuevo sistema de radar ayuda a detectar actividades que eluden las sanciones relacionadas con el petróleo crudo venezolano y a los traficantes que introducen narcóticos, armas de fuego, municiones y migrantes en nuestro país desde Venezuela”.
El presidente estadounidense Donald Trump impuso un embargo al petróleo venezolano durante su primer mandato en 2019. El líder republicano mantuvo estas sanciones durante su segundo mandato.
El radar se instaló entre el 26 y el 27 de noviembre.

Varias aeronaves militares estadounidenses aterrizaron en el nuevo aeropuerto de Tobago (la segunda isla más grande del país, con playas y centros turísticos), que aún no se ha inaugurado oficialmente.
Trinidad y Tobago también recibió al buque de guerra estadounidense USS Gravely a finales de octubre, y un contingente de marines estadounidenses llevó a cabo ejercicios en el archipiélago del 16 al 21 de noviembre, con parte del personal restante aún presente.
Persad-Bissessar ha hecho reiteradas declaraciones hostiles al régimen venezolano, y enfatizó al mismo tiempo que Washington nunca solicitó permiso para utilizar el archipiélago para lanzar ataques contra Venezuela.


