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Los "carabinieri" en la Via del Corso en Roma. La fuerza aumentó su pie de fuerza para controlar el cumplimiento de las medidas para estos días festivos.
Los "carabinieri" en la Via del Corso en Roma. La fuerza aumentó su pie de fuerza para controlar el cumplimiento de las medidas para estos días festivos. | Foto: AP

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Escándalo en Italia: niño de 13 años fue secuestrado y torturado por dos menores de edad

Los jóvenes habrían amenazado al niño de muerte si contaba lo que le había sucedido.

5 de enero de 2023

Los habitantes de la ciudad italiana de Caltanissetta, en Sicilia, no salen de su asombro tras conocerse la noticia de la captura de dos menores de edad, que fueron capturados por los Carabineros de la policía, acusados del secuestro y la tortura de un niño de 13 años, en el pasado mes de septiembre.

Los dos jóvenes detenidos, de 15 años ambos, se encuentran en una institución penitenciaria de menores, tras la medida dictada por el juez de instrucción del Tribunal de Menores de Caltanissetta.

De acuerdo con el medio italiano quotidiano, los menores atrajeron al niño con un mensaje de Whatsapp en el que le prometían la venta de un cigarrillo electrónico. Inicialmente el niño les había pedido a los jóvenes encontrarse mejor en su propia casa, pero finalmente accedió a desplazarse donde ellos se encontraban.

Según la reconstrucción de los hechos de parte de los investigadores, los dos jóvenes atrajeron a un niño de trece años a un garaje, que era parte de la casa de uno de los dos, lo inmovilizaron en una silla y le ataron los tobillos, las muñecas y la boca con cinta de embalaje.

Cuando el niño llegó al lugar, los primos, como se hacen llamar los dos adolescentes según El Corriere de la Sera, le dijeron: “¡Bravo, idiota!”

Los carabineros describieron así en un comunicado la acción de los jóvenes: “Atrajeron al niño de 13 años a un garaje, propiedad de uno de ellos, inmovilizándolo a una silla y amarrándole los tobillos, las muñecas y la boca con cinta adhesiva”.

Los adolescentes abofetearon al niño en todo el cuerpo, escupiéndole en la cara y amedrentándolo con herramientas de trabajo y un cuchillo, según lo que reporta el portal News Italy.

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Los hechos ocurrieron en la ciudad italiana Caltanissetta, ubicada en la isla de Sicilia. | Foto: HBO / HBO Max

Además los muchachos le habrían arrojado agua empapada en aceite de motor y lo habrían amenazado con prenderle fuego. “Te vamos a prender fuego”, le habrían dicho los dos adolescentes, mostrándole un encendedor.

Después de aproximadamente una hora y media de tortura, el niño de trece años habría sido liberado bajo amenazas de muerte, en caso de contarle a alguien lo sucedido.

De acuerdo con información de algunos medios fue justo la madre la que se percató que el niño estaba actuando diferente, porque estaba nervioso, asustado y no dejaba de llorar. Ante la insistencia de la mujer, el niño terminó confesando todo lo que le había sucedido.

De acuerdo con la policía italiana los dos jóvenes se estarían vengando del niño que había denunciado publicamente a la dupla, por haber agredido a uno de sus amigos.

Jóvenes violentos

Quitidiano de cuenta de que estos menores han sido acusados por varios niños y jóvenes de ser violentos.

En este momento se encuentran acusados de los delitos de tortura, secuestro, amenazas, lesiones agravadas y porte de objetos con intención de delinquir.

REUTERS
Según las autoridades, el niño fue citado por los dos adolescente en la casa de uno de ellos, a través de un mensaje engañoso de Whatsapp. | Foto: REUTERS

“El modus operandi de los dos sospechosos es compatible con las conductas violentas, agresivas y abusivas ya realizadas por ellos, tanto de forma conjunta como individualmente, en otras ocasiones, hacia otros menores. En primer lugar, la conducta de los sospechosos puede calificarse de cruel por la brutalidad de la violencia física y psíquica infligida, que se prolongó durante más de una hora”, fue lo que escribió el juez de instrucción de la causa.

El juez además añadió que la dignidad del niño fue pisoteada: “Se implementó progresivamente en su aflicción a la dignidad humana: pasando del ridículo a conductas violentas, humillantes (como escupir), degradantes e insensibles, casi jugando con el estado psíquico de la víctima, poniéndola en dura prueba ante la posibilidad de ser encendido, como último acto sintomático de la búsqueda, por parte de los sospechosos, del medio más idóneo para satisfacer un instinto que puede definirse como casi sádico”.