Venezuela: ‘tuitera de la patria’ cuenta cómo gana dinero posicionando etiquetas del gobierno chavista en redes sociales

Una mujer de 39 años en Venezuela contó a un medio local cómo gana dinero ejerciendo el trabajo de “tuitera de la patria”, un oficio que consiste en promover, a través de Twitter, etiquetas de propaganda del gobierno chavista.

La mujer, quien habló con el medio Cazadores de Fake News y su historia fue también destacada por el medio venezolano El Pitazo, es madre de una menor de 12 años, y aunque no reveló su identidad, contó a fondo cómo funciona el oficio. A pesar de no considerarse chavista, esta ocupación es la actualmente le da una forma de subsistencia.

¿Cómo es ser “tuitero o tuitera de la patria”?

“Un amigo me explicó que trabajar como tuitero hace más fácil que uno reciba otros bonos del Gobierno, ya que solamente escanear el Carnet de la Patria no lo asegura”, explicó la mujer a Cazadores de Fake News.

El carné de la patria con un código QR único personalizado para cada venezolano, creado durante la presidencia de Nicolás Maduro, que tiene el objetivo de conocer el estatus socioeconómico de la población y agilizar el sistema de entrega de ayudas.

El carné funciona de manera electrónica y cuenta con una billetera digital, articulada dentro de un sistema estatal de pago electrónico, en la cual los ciudadanos reciben supuestos bonos monetarios por parte del Estado venezolano, aunque muchas personas declaran no haber recibido ningún beneficio por la obtención del carné.

La existencia de este carné por supuesto ha sido objeto de denuncias como posible método de control social, por ser usado como una posible herramienta de exclusión social y como una forma de coacción, para la compra de votos.

Los tuiteros

De acuerdo con la mujer que cuenta su historia, ella recibe mensualmente una bonificación por tuitear, a esa bonificación el gobierno chavista le llama “logros”.

Por ejemplo, el pasado 2 de marzo el mensaje “Sigamos la batalla por la verdad de Venezuela, patria bolivariana de dignidad y lucha, en todas las redes sociales” era de los que los tuiteros de la patria debían posicionar.

La mujer que cuenta su experiencia maneja no solamente su cuenta, sino más de 15 cuentas de Twitter entre amigos y familiares, pero todas están asociadas a su respectiva cuenta en el Sistema Patria. De esta manera, la venezolana tuitea todos los días, a nombre de todas estas personas, usando las etiquetas del gobierno.

La necesidad

La cantidad que gana mensual es bastante inferior a la que necesita, pero es mucho más alta que la de muchos empleados: “Es difícil calcular cuánto se puede ganar al mes porque a veces Patria no le asigna pagos a algunas cuentas de tuiteros, pero trabajando con todas las cuentas he llegado a percibir hasta 80 dólares mensuales (unos 375.000 pesos colombianos). Realmente es algo, si uno lo compara con lo que ganan los trabajadores estatales y gubernamentales”.

La venezolana asegura que el trabajo lo hace por necesidad y que ha intentado sin éxito, conseguir trabajo y que la cantidad que requiere al mes en realidad es de 250 dólares, más de tres veces lo que gana en un buen mes como tuitera: “He llevado curriculum a varios entes gubernamentales y privados y tampoco he conseguido ningún empleo”.

De acuerdo con el diario El Pitazo en el pasado mes de febrero, la canasta familiar en el país, llamada allá canasta alimentaria, se ubicó en 482,26 dólares, cerca de 2.260.000 pesos colombianos, según estimaciones del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros.

La mujer explica que su trabajo como tuitera de la Patria le ayuda también a ser beneficiaria de otros subsidios entregados por el Estado a través del mismo Sistema Patria, como los bonos “Hogares de la Patria” y “Economía Familiar”.

Twitter ha considerado esta operación como una forma irregular de manejo de la información, vinculada con el régimen venezolano. Esta es entonces una forma más del uso de recursos públicos para amplificar propaganda digital en redes sociales, repartidos en forma de “bonos” sociales, como lo explica Cazadores de Fake News.