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Crimen de Marcelo Pecci: disparos con pistola de 9 mm y nuevas pistas en la investigación
Las autoridades cierran el cerco a los autores materiales del homicidio del funcionario judicial paraguayo. Hay desconocidos que aparecen en varias fotos que tomó la esposa.
A toda marcha avanzan las investigaciones por el crimen del fiscal paraguayo antimafia, Marcelo Pecci, ocurrido en la isla de Barú, en Cartagena. Luego de las labores de forenses se determinó que las balas que impactaron a Pecci salieron de una pistola calibre 9 mm.
El paso que están dando a hora los investigadores es determinar si le pueden hacer seguimiento a esa arma de fuego o establecer si ha sido utilizada en otros crímenes.
En el reporte de Medicina Legal se notificó que el funcionario judicial asesinado recibió tres impactos de bala, que le causaron las mortales heridas. Como se recordará, Pecci se encontraba en Cartagena disfrutando de su luna de miel con Claudia Aguilera, con quien recientemente había contraído matrimonio.
Otro de los aspectos llamativos para las autoridades fue la presencia de cuatro mujeres paraguayas en el hotel donde se encontraba el fiscal con su esposa. ¿Coincidencia o relación con el crimen? Esas dudas solamente las resolverán con la investigación.
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También se informó que el cuerpo de Pecci ya fue entregado a una funeraria de Cartagena para alistarlo y que lo puedan repatriar en las próximas horas a Paraguay.
Así mismo, los analistas de información de la Policía están revisando las fotografías y los videos que les entregó la esposa del fiscal de sus días en Cartagena. En algunas de las imágenes aparecen entre 4 o 5 personas que se repiten en varios sitios donde estuvo la pareja paseando.
Otra de las líneas investigativas que abrieron las autoridades está relacionada con verificar la información que han recibido, sobre una posible participación de sicarios del Clan del Golfo en el caso. Para nadie es un secreto que en la costa Caribe tiene fuerte injerencia dicha organización narcotraficante, y que para realizar un crimen como este debían contar con gente que conociera la zona.
El crimen que hoy tiene todas las miradas en Colombia y en Paraguay ocurrió el pasado martes 10 de mayo, cuando la tranquilidad en la isla de Barú se vio interrumpida por el violento hecho de sangre. Sujetos abordo de una moto acuática llegaron a la playa privada y sin mediar palabra dispararon en repetidas ocasiones contra un sujeto que se encontraba disfrutando del sol con su esposa. El alboroto se tomó el lugar, unos grabando con sus celulares el escabroso hecho, otros tratando de socorrer a la víctima y otros congelados del miedo que produjo el accionar de los sicarios.
Con el paso de las horas se supo la identidad del fallecido. Se trataba de Marcelo Pecci, un importante fiscal antimafia y contra la corrupción de Paraguay, quien tenía en su despacho procesos contra poderosos narcotraficantes en su país, políticos y casos de terrorismo. Como se dice en Colombia, todo un cacao de la rama judicial.
La magnitud del hecho tocó las esferas del más alto nivel de Colombia y Paraguay, por lo que los presidentes de los dos países condenaron el crimen y destinaron los mejores recursos para la investigación. Con el paso de los días, los investigadores han logrado obtener algunos elementos clave en la investigación. Uno de ellos fue la fotografía de uno de los presuntos partícipes del homicidio. Se trata de una persona de 1,74 metros de estatura, tez trigueña y de acento caribeño. El hombre fue quien alquilo la moto acuática en la que llegaron los sicarios a cometer el crimen.
Sobre el caso ha dicho el general Jorge Vargas, director de la Policía, que se está trabajando 24 horas por turno para poder esclarecer cuanto antes el crimen. Mientras que la Fiscalía señaló que el homicidio está relacionado con las investigaciones que tenía Pecci en su despacho judicial.