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 El jefe y fundador de la Segunda Marquetalia, Iván Márquez, se ha venido quedando solo. Sus principales lugartenientes, como Jesús Santrich, el Paisa y Romaña, cayeron en territorio venezolano, al que consideraron su santuario, pero se convirtió en su cementerio. Allá se sentían intocables por la complicidad de la Guardia Bolivariana.
El jefe y fundador de la Segunda Marquetalia, Iván Márquez, se ha venido quedando solo. Sus principales lugartenientes, como Jesús Santrich, el Paisa y Romaña, cayeron en territorio venezolano, al que consideraron su santuario, pero se convirtió en su cementerio. Allá se sentían intocables por la complicidad de la Guardia Bolivariana. | Foto: afp

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Iván Márquez: los llantos que alertaron sobre la muerte del exjefe guerrillero

Tropas del Ejército de Venezuela se movilizaron al punto donde habría sido asesinado el cabecilla de la Segunda Marquetalia.

5 de julio de 2022

La posible muerte de Iván Márquez marcaría el golpe más fuerte a las disidencias de las Farc, que se rearmaron luego de la firma del proceso que negoció en La Habana, Cuba.

Desde que retomó la ilegalidad, Iván Márquez, Jesús Santrich, Romaña y El Paisa, los más sanguinarios de la entonces guerrilla de las Farc, se escondieron en territorio venezolano, bajo el auspicio del gobierno de Nicolás Maduro, según el gobierno del presidente Iván Duque.

Desde allí, pretendía Márquez y su combo manejar todo lo relacionado al negocio del narcotráfico, minería ilegal, contactos con carteles de droga, entre otras actividades criminales.

En territorio venezolano, este grupo del que además forman parte el Zarco Aldinever y Walter Mendoza, se creía intocable, pero poco a poco fueron cayendo. Fuentes humanas en Venezuela comenzaron a confirmar la muerte uno a uno. Jesus Santrich, El Paisa y Romaña, quienes se creían invencibles, murieron.

Con los pasos de la muerte a su sombra, Márquez intentó huir hacia Cuba, país que en tiempos de diálogos de paz fue su mejor vividero, pero en esta ocasión no lograba su propósito. No confiaba en nadie, temía que lo traicionaran, como sucedió con sus aliados.

Márquez sabía que podía correr la misma suerte. Extremó sus medidas de seguridad, cambió sus hábitos y buscó alianzas con organizaciones criminales. Así lo muestran las agencias de seguridad colombianas, que nunca le perdieron el rastro, pues era considerado nuevamente un objetivo de alto valor que había que neutralizar.

Durante el fin de semana pasado, cuando se conoció sobre la posible muerte de Márquez, SEMANA habló con un hombre de inteligencia que estaba en el caso y quien reveló que personas cercanas a él estaban siendo interceptadas. Que, incluso, sabían que en los próximos días le iba a llegar una encomienda a Márquez en Venezuela. ¿Qué tipo de encomienda?, la fuente se reservó los detalles al haber un proceso judicial en curso.

Lo que si reveló la fuente a este medio de comunicación es que la alerta para ellos se prendió, cuando comenzaron a escuchar en las llamadas gente llorando, caos y un gran alboroto entre los conocidos de Márquez por su posible asesinato. Intercambiaban mensajes en lenguaje cifrado, ese lenguaje que han logrado develar las autoridades colombianas a lo largo de su lucha contra las Farc. Luego vino un silencio prolongado, hecho que caracteriza a la Farc cuando se da una situación de esta clase.

La experticia de estos uniformados los llevó a concluir que Márquez posiblemente fue asesinado, como le ocurrió a los demás integrantes de su organización narcotraficante. Ahora el paso siguiente para las agencias nacionales es descubrir cuáles fueron los motivos para su crimen, quién lo cometió y por qué. Buscarán determinar si hubo unas circunstancias similares a las ocurridas en los casos de sus secuaces, donde hubo de por medio vendettas entre delincuentes.

Por lo pronto, dijo el ministro de Defensa, Diego Molano, que tropas del Ejército venezolano se movieron al punto donde posiblemente fue asesinado Iván Márquez, en donde buscan confirmar o desvirtuar el fallecimiento del considerado #2 de la guerrilla.