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Historia: alias ‘Harry el Cantante’, el cabecilla de la mafia que fue entregado a la Policía por uno de sus compañeros.
Alias ‘Harry El Cantante’, el cabecilla de la mafia que fue entregado a la Policía por uno de sus compañeros. | Foto: suministrada a Semana

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La historia de alias Harry El Cantante, el cabecilla de la mafia que fue entregado a la Policía por uno de sus compañeros

Alex Noa, o Harry El cantante, como se le conoce en el mundo de la mafia, utilizaba la fachada de artista de música popular para hacer contactos de narcotráfico, según las autoridades.

30 de octubre de 2022

La Dirección de Investigación Criminal, Dijín, presentó recientemente como un duro golpe a las estructuras del narcotráfico la captura de Harry El Cantante, quien es presunto cabecilla de la organización Los Puntilleros, que delinque en los llanos orientales.

Para las autoridades, este personaje se logró desenvolver como pez en el agua en el mundo del narcotráfico gracias a su talento como cantante de corridos prohibidos, género musical de preferencia en algunos círculos mafiosos.

Harry El Cantante se había ganado la confianza de Nelson González, alias Vallejo, cabecilla principal de Los Puntilleros. Los dos se hicieron amigos en la cárcel de Villavicencio, a donde El Cantante había llegado luego de ser condenado por el delito de concierto para delinquir en el año 2015.

“Harry El Cantante contaba con una trayectoria criminal de más de 12 años, habría iniciado en la organización criminal Erpac (Ejército Revolucionario Popular Antisubversivo de Colombia), el cual para esa época estaba al mando de Pedro Olivero, alias Cuchillo”, indicó la Dijín sobre el pasado del capturado.

El nuevo amigo de Vallejo purgó una condena cercana a los cinco años de prisión y recuperó su libertad, sin embargo, según los investigadores de la Dijín, este personaje ya tenía una misión por cumplir estando por fuera de los barrotes.

La tarea que la habría encomendado Vallejo a alias El Cantante era que utilizara sus dotes de artista musical para realizar contactos con narcos para exportar cocaína al exterior.

El modus de delinquir no era nada atípico de lo que se conoce en el mundo de la mafia, el sistema consistía en ocultar en vehículos el alcaloide, lo transportaban a través de rutas clandestinas, hacían paso por Venezuela, para luego ponerlo en Europa.

“Esto les dejaba unas ganancias aproximadas de 600 a 700 millones de pesos colombianos trimestralmente, los cuales eran utilizados para el abastecimiento de armamento e intendencia del grupo delincuencial”, indicó la Dijín.

Lo que pocos saben, y de acuerdo con la información que obtuvo SEMANA, es que meses antes se había desarrollado otra operación en donde fueron capturados otros integrantes de Los Puntilleros. Uno de estos sujetos, quizás buscando algún beneficio de la justicia, optó por contar detalles del papel que jugaba alias Harry El Cantante; prácticamente terminó entregándolo a las autoridades.

Con lujo de detalles, el ahora infórmate le dijo a los investigadores de la Dijín cómo se había forjado la amistad entre Vallejo y Harry El Cantante, y el rol que debía cumplir este último luego de recobrar la libertad.

Sobre este caso, dijo el coronel Marcel Villarte, jefe del área de investigación contra el crimen organizado de la Dijín, que “Harry el cantante era el encargado de las rutas del narcotráfico de esta estructura criminal en el Meta y el Guaviare con destino a Venezuela y posteriormente a Europa”.

Añadió que, “este sujeto tiene una trayectoria criminal de 12 años en diferentes estructuras criminales, la última conocida como el extinto Erpac, (Ejército Revolucionario Popular Antisubversivo de Colombia), por el cual pagó una condena de cuatro años de cárcel. Una vez cumplió pena continuó con su actual criminal, especialmente en el tema del narcotráfico; se convirtió en el logístico de Los Puntilleros, con el tiempo fue ascendiendo y se fue encargando de las rutas del narcotráfico”.

“Es importante resaltar que este sujeto se dedicaba también a cantar música popular, era invitado a diferentes ferias y fiestas de los municipios de Meta y Guaviare, como también a reconocidas discotecas, estos eventos eran importantes para realizar contactos con otros narcotraficantes con el fin tejer alianzas y poder fortalecer a Los puntilleros”, señaló el oficial.