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La petición del abuelo de los niños al presidente Gustavo Petro y a las Fuerzas Armadas: “por favor, quiero verlos”
El abuelo de los menores agradeció el hallazgo de los niños, pero pidió verlos urgente.
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En medio de la emoción por haber encontrado con vida a los niños perdidos en la selva tras un accidente de la avioneta en la que viajaban justo en del departamento del Caquetá mientras cubría la ruta de Araracuara hacia San José de Guaviare, su abuelo Fidencio hizo una petición especial al presidente de la República.
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En medio de lágrimas, pero de profunda alegría, el hombre agradeció todo lo que hicieron las Fuerzas Militares para encontrar a sus nietos y también al presidente, y fue allí cuando pidió expresamente verlos antes de que estos fueran trasladados a la capital del país.
De acuerdo con la información conocida por SEMANA, los niños serán trasladados por un comando jungla para que en Guaviare sean atendidos por un equipo médico que permita estabilizarlos en su estado de salud, pero su abuelo dijo que quería verlos, para también revisarlos.
En diálogo con SEMANA, el tío de los niños de 13, 9 y 4 años, y un bebé de 11 meses quien cumplió un año en medio de la selva, dijo que esto que ocurrió el 9 de junio es un verdadero milagro de Dios.
“Sí, es cierto. El mismo indígena que los encontró nos llamó para darnos la buena noticia (...) Sentimos una alegría inmensa”, dijo inicialmente el tío de los menores a este medio.
Con voz entrecortada, Fidencio, confirmó que quien encontró a los niños llamó directamente a sus familiares para contarles la noticia. En la selva con esperanza y por un milagro de Dios, según dijo, era el único camino para encontrarlos con vida.
“Nos dijeron vivos y sanos los cuatro, los están trayendo. Quien los encontró fue una persona que desde el principio los buscó y nunca se rindió”, añadió el tío.
En medio de su emoción, el hombre aprovechó para agradecer a todos los que participaron en la búsqueda de los menores, en especial a Dios.
“Gracias a Dios, al presidente de la República, al coronel, al general que estuvo muy al frente de esto. Esto es un milagro de Dios, la fe mueve montañas, esa era la esperanza, nunca perdí la esperanza”, reiteró en varias ocasiones en la llamada con este medio de comunicación.
Pero también él al igual que el abuelo espera verlos pronto y tener un reencuentro familiar lleno de amor y con la alegría que no podía contener.
“Quiero verlos con alegría, paz, tranquilidad, desahogo. Quiero que los medios digan la verdad de como fueron las cosas, de lo que se vivió”, terminó puntualizando.
Para Fidencio es muy importante también reconocer la labor de las comunidades indígenas que han vivido en la selva todos estos días buscando a los menores de edad junto con las Fuerzas Militares que desde hace un mes se internaron en la selva.
Por su parte, el presidente Gustavo Petro dijo que esperara a que los médicos determinen que es lo mejor para los niños.
“Los niños están débiles... dejemos que los médicos hagan su trabajo”, afirmó el mandatario, quien expresó que llegó a pensar que a los niños los tenía alguna comunidad indígena nómada que aún vive en la zona, pero ratifica que no fue así y que fueron encontrados.
La Operación Esperanza siempre se mantuvo activa, teniéndose conocimiento de que las Fuerzas Públicas estaban cada vez más cerca de los niños. Entretanto, en tal procedimiento, el Ejército encontró nuevas pistas para dar con el paradero de los niños, objetivo que se consiguió en este viernes, 9 de junio.
Entre las huellas encontradas en el proceso está una sobre el terreno fangoso que, por su tamaño, al parecer, pertenecería a Lesly, la niña de 13 años.
“Los Comandos de Fuerzas Especiales, para corroborar que sí se trataba de un indicio perteneciente a alguno de los cuatro niños desaparecidos desde el pasado primero de mayo, realizaron una pisada de uno de los uniformados de talla 40 y la diferencia es evidente”, señaló la entidad.
Otro hallazgo fue logrado el pasado 23 de mayo, cuando fueron localizados en dos lugares diferentes dos pañales, una tapa de tetero y una carcasa de celular.
Así mismo, en el análisis del terreno las Fuerzas Militares encontraron árboles con frutos propios de la zona. Allí identificaron borojós y mangos silvestres que de ser consumidos pueden servir para aportar nutrientes y fuerza a los menores durante sus recorridos.