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“Perdóname hija por todo”: el arrepentimiento de Carolina Galván, mamá de Sara Sofía
“Perdóname hija por todo”: el arrepentimiento de Carolina Galván, mamá de Sara Sofía | Foto: Collage Semana

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“Perdóname hija por todo”: el arrepentimiento de Carolina Galván, mamá de Sara Sofía

La madre de la pequeña de dos años se arrepiente de lo que le hizo vivir a su hija y pide excusas a su hermana Xiomara y a su familia. Asegura que no sabe si Sara Sofía murió. Entrevista con SEMANA.

19 de junio de 2021

“Perdóname hija por todo lo que pasó, por todos los errores que he cometido, pido que me perdones”, le diría Carolina Galván a su hija Sara Sofía si la pudiera escuchar.

Vea en video a la mamá de Sara Sofía:

Casi seis meses han pasado desde que ella no sabe nada de la pequeña de ojos azules y cabello mono, de la niña alegre que había llegado a su vida cuando tenía 18 años de edad.

La desaparición de Sara Sofía Galván sigue siendo materia de investigación para las autoridades, los involucrados en este caso que tiene conmovido a todo un país han dado diferentes versiones, lo cierto es que la niña no ha podido ser encontrada.

La mujer de 20 años afirma que ella no la mató y tampoco se atreve a asegurar que su expareja sentimental, Nilson Díaz lo haya hecho. Sin embargo, en su relato expresa que la niña el pasado 27 de enero no despertaba y que por eso no tiene tampoco certeza de que se encuentre viva.

“El 27 de enero, en la mañana, la niña estaba lo más de bien, normal. Él me estaba obligando a que yo me prostituyera para darle la plata para el apartamento. Ese mismo día salí a las 11 de la mañana de la casa a trabajar. Cuando regreso a las 4 de la tarde, encuentro a la niña dormida. Más tardecito, como a las 7 de la noche, él se para a mirar a la niña. Mandó a los hijos de él para la sala y me llamó y me dijo: Carolina, venga, y yo me paré y él me mostró. La niña estaba botando como una espumita por la nariz, dormida, no despertaba”, cuenta Carolina.

Una verdad que todavía Carolina Galván asegura que desconoce y anhela saber. Dice que no sabe “lo que en realidad pasó, si él la mató o si ella –Sara Sofía– se me fue por muerte natural”.

La verdad yo quisiera que él me dijera exactamente dónde está la niña, eso es lo que más quiero en la vida, que mi hija apareciera, que ya dejaran de juzgarme por lo que de verdad yo no hice”, pide la madre de la menor.

Explica, además, que la pequeña duró tres días “que no despertaba”, ese día salió temprano de su casa a trabajar y dejó a la niña “ahí”. Más tarde, hacia a las 5 de la tarde, regresó a la casa y no encontró a Sara Sofía. “El cuerpito de la niña ya no estaba en la casa”, dice.

“Le empecé a preguntar al compañero con quien vivía –Nilson Díaz– dónde estaba la niña y él no me quería decir nada, me salía con excusas, que después me decía, no me quería decir la verdad sobre dónde estaba la niña”, relata Carolina.

Ella continuó preguntándole a Nilson sobre el paradero de la menor hasta que, tiempo después, él le aseguró que la niña estaba en el caño. “Yo me pasé a dar una vueltica al caño para ver si estaba ahí y nada, no la pude encontrar tampoco, desafortunadamente”, dice.

Carolina no solo le pide perdón a su hija, también hace lo propio con su hermana, Xiomara –quien denunció la desaparición de la pequeña y ha estado muy atenta del caso– y a su familia en general, a ellos les dice que los quiere mucho, “que gracias por todo lo que están haciendo”.

A Xiomara le pide perdón: “Quiero pedirle perdón a mi hermana por no haber hablado con ella, por haber estado ofendida, le pido perdón. Por haber pensando que ella me iba a quitar a mi hija, le pido perdón. Le doy las gracias a la suegra de mi hermana por todo lo que hizo. Le pido perdón a todos por lo que pasó, yo lo único que quería era salir adelante y que mi familia se sintiera orgullosa de mí y poder sacar a mi hija adelante y darle lo mejor a mi hija. Pero nunca pensé que esto iba a pasar”.

“Te quiero mucho, me haces mucha falta”, dice Carolina a Sara Sofía, su hija, dondequiera que esté y si llega a ver el testimonio de su mamá.