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Personaje del año: la impresionante reactivación de la economía en Colombia, ¡vamos pa´lante!

El personaje del año en Colombia es la reactivación económica, producto del impresionante esfuerzo del Gobierno, los empresarios y todos los ciudadanos. ¿Qué viene para 2022?

18 de diciembre de 2021

Ni el más optimista calculaba, en medio de la pandemia, que el crecimiento económico del país en 2021 bordearía el doble dígito. Las expectativas de que una reactivación vigorosa se diera apuntaban más para 2022 o 2023. Aunque la base de comparación es el peor registro del PIB en la historia del país, con una caída de casi 7 por ciento en 2020, la recuperación ha sido sorprendente y rápida. El consumo de los hogares la apalancó, y las empresas lograron reactivarse y entregar productos y servicios para una demanda creciente, contenida por meses. Colombia está resurgiendo de las cenizas de la crisis sanitaria y en medio del gran dolor por los más de 129.000 fallecidos que ha dejado la pandemia de covid-19.

La histórica cifra de crecimiento, que estaría cercana al 10 por ciento al cierre del año, ubica a muchos sectores en niveles de 2019, antes de la pandemia, y en franco ascenso. Por esto, la reactivación es el personaje del año, pues representa el esfuerzo y el sacrificio de todos los colombianos. El país retomó el norte con más fuerza, se recuperó después de las cuarentenas, restricciones y confinamientos, y pasó de estar apagado y encerrado a verse muy dinámico y totalmente abierto.

No fue una tarea fácil. El inicio del año estuvo enmarcado por un agresivo pico de la pandemia que dejó miles de muertos. Y, por si fuera poco, la tensión social se reactivó, y amargas jornadas de bloqueos pusieron en jaque al consumo y al aparato productivo, con costos que solo en mayo Fedesarrollo estimó entre 4,8 y 6,1 billones de pesos (por el lado de los seguros, las indemnizaciones sumaron 241.000 millones de pesos).

Sin embargo, tras esa compleja situación, la economía tomó tracción y empezó a enviarles señales a los distintos analistas y entidades locales e internacionales, que a lo largo del año fueron corrigiendo al alza sus estimativos; incluso luego de la pérdida del grado de inversión por parte de las calificadoras Fitch y Standard & Poor’s por el mayor nivel de endeudamiento, y tras el retiro de la equívoca reforma tributaria presentada por el entonces ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, que alimentó la más grande explosión social de los últimos tiempos en Colombia.

Todos los análisis indican hoy que la economía podría crecer –o al menos se acercaría mucho– a un ritmo de doble dígito. El pronóstico más reciente fue del propio Gobierno, que había sido muy conservador en sus cálculos. Esta semana presentó una nueva proyección de crecimiento para 2021, 9,7 por ciento, lo que refleja “un importante rebote frente a 2020, superando el nivel de PIB de 2019 y alcanzando una cifra récord en los últimos 100 años”.

De acuerdo con su estudio, las cifras observadas en el segundo y tercer trimestre del año, el buen comportamiento de la demanda interna, el mayor optimismo que se refleja en los indicadores de confianza y la recuperación del empleo son los principales argumentos al aumentar la proyección de crecimiento para el cierre de este año. Un hecho titánico que demuestra el tesón de los empresarios y trabajadores, y, por supuesto, del Gobierno, que ha tenido que lidiar con la peor crisis económica en décadas.

Además, hasta septiembre, el PIB se ubicó en 10,3 por ciento, superior a lo proyectado en el Marco Fiscal de Mediano Plazo de 2021, y 1,5 por ciento por encima del nivel observado en el mismo periodo de 2019. “Con la proyección de 9,7 por ciento, cerraría 2,3 por ciento por encima del registro de ese año”, destacó José Manuel Restrepo, ministro de Hacienda.

Uno de los responsables del mayor crecimiento es el gasto de los hogares. Corficolombiana calcula que dicho gasto se expanda 13,1 por ciento en 2021 frente a 2019, haciendo que su peso en el tamaño de la economía aumente de 69 a 73 por ciento para este periodo. Esta poderosa dinámica estuvo impulsada por la caída del desempleo, una mayor liquidez del sector financiero para créditos al consumo, el creciente aporte de las remesas y, en especial, los ahorros que se guardaron y no se gastaron durante los confinamientos y cuarentenas. Dichas variables fueron el combustible de los hogares para incrementar el gasto y acelerar la recuperación, una de las más importantes de la región.

Las actividades económicas e industriales ya comenzaron a despegar. | Foto: guillermo torres reina-semana / guillermo torres reina-semana

Según las proyecciones del Gobierno, el comercio y la industria manufacturera serán las actividades económicas que más contribuirán al crecimiento del PIB de 2021, con pronósticos de crecimiento de 21,1 y 16,6 por ciento, respectivamente, “asociado al mayor grado de apertura sectorial y mejoras significativas en los niveles de confianza, lo que seguirá dinamizando la recuperación del empleo”, señaló el ministro Restrepo.

Precisamente, el mercado laboral a la fecha ha recuperado 85,5 por ciento de los empleos perdidos por la pandemia, por encima de las cifras registradas en otras economías. En octubre de 2021, la población ocupada del país fue 22,1 millones frente a 21,3 millones del mismo mes de 2020, representando así una variación del 4 por ciento. Las 13 ciudades y áreas metropolitanas contribuyeron con 2,9 puntos porcentuales a la variación nacional.

Según un análisis de la firma Javier Hoyos Asesores, Gestión Legislativa y Gobierno, el buen comportamiento de la economía sigue jalonando el empleo. El aumento de ocupados entre octubre de 2021 versus 2020 fue de 854.000 nuevos empleos, concentrados principalmente en actividades profesionales, científicas, técnicas y servicios administrativos, la industria manufacturera, y alojamiento y servicios de comida. De los 854.000 empleos nuevos, 517.000 se registraron en empresas de menos de diez trabajadores, es decir, el 60 por ciento; 575.000 fueron empleos para las mujeres, y 279.000 para los hombres.

El entorno ha sido favorable para lograr que se alinearan los astros. Por una parte, el plan de vacunación del Gobierno ha funcionado: los niveles de contagiados y fallecidos por cuenta de la covid-19 vienen en descenso desde mediados de año, y se estabilizaron en los meses recientes. No se han presentado nuevos picos de contagio, y las apariciones de variantes como delta y ómicron aún no se han materializado en el país. De acuerdo con datos del Gobierno, el 73 por ciento de la población ya cuenta con al menos una dosis en su esquema de vacunación, y el 50 por ciento, con al menos dos dosis. Se espera en el corto plazo que se alcance la inmunización del 70 por ciento con dos dosis, y con los refuerzos o terceras dosis para mayores de 18 años y menores de edad. Esto permitió la apertura de sectores, la ampliación de aforos en espectáculos públicos, el retorno paulatino a las empresas y una operación más ‘normal’ de la actividad productiva.

  Pese a que 2021 comenzó con un elevado número de contagios de covid y el país alcanzó 129.000 fallecidos, la vacunación ha permitido reactivar actividades claves para el PIB.
Pese a que 2021 comenzó con un elevado número de contagios de covid y el país alcanzó 129.000 fallecidos, la vacunación ha permitido reactivar actividades claves para el PIB. | Foto: istock

Asimismo, los incentivos implementados por el Gobierno, como el apoyo a los ingresos de los hogares más vulnerables (Ingreso Solidario), la inversión contenida en el plan Compromiso por Colombia, las medidas de fomento del empleo formal y las políticas de crecimiento sostenible y limpio también han permitido mantener la tracción de la economía. Además, hay que destacar políticas sociales de largo aliento como la matrícula cero para la educación superior en los estratos 1, 2 y 3, y los subsidios de vivienda. Cifras oficiales indican que, de los subsidios VIS entregados en toda la historia del país, 80 por ciento han sido adjudicados por el actual Gobierno, al tiempo que se facilitó el acceso para los más jóvenes. Hasta los críticos tendrán que reconocerle al presidente Iván Duque este positivo balance.

El Gobierno Duque y el sector privado han realizado esfuerzos en frentes como impuestos y salarios.
El Gobierno Duque y el sector privado han realizado esfuerzos en frentes como impuestos y salarios. | Foto: juan carlos sierra-semana

El aporte del comercio ha sido definitivo. Hasta septiembre su crecimiento llegó a casi 22 por ciento. Pero en el último trimestre se espera que la actividad repunte por el impacto que pueden tener los tres días sin IVA y jornadas como el Black Friday, el ciberlunes y, por supuesto, la Navidad.

 Si, como lo prevé el Gobierno, el país crece 9,7 por ciento este año, no solo se superaría el desempeño de 2019, antes de la pandemia, sino que sería el mejor resultado en 100 años.
Si, como lo prevé el Gobierno, el país crece 9,7 por ciento este año, no solo se superaría el desempeño de 2019, antes de la pandemia, sino que sería el mejor resultado en 100 años.

Los tres días sin IVA reflejaron resultados sin precedentes en operaciones comerciales que superaron los 31 billones de pesos, de acuerdo con cálculos del Ministerio de Comercio. Entre tanto, según datos de BBVA Research, el comercio electrónico, que pesaba apenas 1 por ciento en el sector, aumentó a 8 por ciento su participación.

La actividad fabril y el comercio se han beneficiado de la reapertura que ha permitido la vacunación, así como de las jornadas de descuento en los tres días sin IVA.
La actividad fabril y el comercio se han beneficiado de la reapertura que ha permitido la vacunación, así como de las jornadas de descuento en los tres días sin IVA. | Foto: david estrada larrañeta

Por otro lado, a pesar de la incertidumbre que genera la pandemia y la antesala de la jornada electoral del año entrante, los grandes negocios no se detuvieron, manteniendo la confianza en un mercado que crece y se reactiva. Billonarias transacciones se efectuaron, como la operación con la que Ecopetrol se quedó con el 51,4 por ciento de Interconexión Eléctrica S. A. (ISA) por cerca de 14 billones de pesos, que le permitió al Gobierno aliviar las tensiones fiscales.

También se destacaron las operaciones del Grupo Familia y empresas del Grupo Orbis. La primera fue adquirida por el conglomerado sueco Essity por 674,8 millones de dólares, y la segunda, por la multinacional holandesa AkzoNobel, la cual se quedó con compañías como Pintuco, Andercol y Mundial, cuya operación se debe perfeccionar el año entrante.

Adicionalmente, en esta parte final del año, el mercado de valores ha estado muy activo con las ofertas públicas de adquisición del Grupo Gilinski* por participaciones en Nutresa y Sura, que se definirán en las primeras semanas de enero.

Pero, así como el consumo de los hogares fue clave en la reactivación económica, el papel del sector empresarial –a pesar de los golpes, primero, por cuenta de la pandemia y, luego, con los bloqueos y parálisis– fue estratégico. No solo porque impulsó la recuperación con una producción oportuna para la demanda, generando empleo, sino también por su activa participación en dos decisiones vitales: la primera, asumir, en gran parte, la reforma tributaria que presentó el Gobierno para ir ajustando las cuentas fiscales, después de la crisis provocada por la primera iniciativa del exministro Carrasquilla. Y, la segunda, junto con el Gobierno, liderar el aumento del salario mínimo en 10,07 por ciento, que permitió llegar al millón de pesos y convertirse en uno de los ajustes más altos de la historia.

El país se enfrenta al desafío de mantener el ritmo y aumentarlo. El crecimiento es el mejor remedio para enfrentar la pobreza, generar empleo y también un mayor recaudo tributario. | Foto: guillermo torres reina-semana

Ojo con lo que viene

Ahora el país se enfrenta al desafío de mantener el ritmo y aumentarlo. El crecimiento es el mejor remedio para enfrentar la pobreza, generar empleo y también un mayor recaudo tributario.

En promedio, se calcula que el PIB para 2022 crecerá 4,2 por ciento. El rango alto lo tienen analistas internacionales como Barclays Capital, que lo estiman en 6,3 por ciento, y por abajo está el 3,4 por ciento proyectado por Davivienda. Para algunos organismos como la Ocde, Colombia estaría entre las mejores economías de América Latina y se estima que en el próximo año logrará una expansión de 5,5 por ciento.

Sin embargo, el país termina 2021 con varias amenazas que podrían afectar el ritmo del crecimiento de la economía para 2022. Por un lado, una inflación desbordada que, hasta noviembre, ya iba en 5,25 por ciento anual. La gran pregunta es si se trata de un efecto coyuntural o tendrá una permanencia en el tiempo que pueda alargarse durante el año entrante. También preocupa que en el mundo se empiece a hablar de efectos como la estanflación; es decir, aumentos de la inflación, pero sin crecimiento de la economía.

Por otro lado, la crisis de contenedores y de producción, que retrasó la fabricación y afectó las cadenas de valor en el mundo, amenaza con extenderse ante nuevos brotes del coronavirus, presionando al alza la inflación en el planeta. A la vez, el peso se sigue devaluando, y el dólar continúa avanzando, encareciendo los importados –materias primas y productos terminados– y el costo de la deuda externa.

De hecho, hay amenazas de desabastecimientos y bajas producciones, algo ya visto en productos del sector agropecuario, como leche y café, y también en procesados, como la cerveza, el papel y el cartón.

Aunque el desempleo ha cedido, hay preocupación con la alta tasa de informalidad laboral, que bordea el 50 por ciento.

Para algunos organismos como la Ocde, Colombia estaría entre las mejores economías de América Latina y se estima que en el próximo año logrará una expansión de 5,5 por ciento. | Foto: Alexandra ruíz-semana

Finalmente, la mayor inquietud está del lado electoral y si hay amenaza real o no de un cambio en el modelo que ponga en riesgo la estabilidad económica, ya golpeada por la pandemia y las tensiones sociales. En efecto, la inversión privada es una de las llamadas a convertirse en fuente de crecimiento, pero en medio de la incertidumbre electoral podría desacelerarse.

Los resultados de este año han sido sorprendentes. No obstante, mantener el ritmo será una tarea descomunal en un entorno incierto y bastante complejo. Aunque aún queda mucho por hacer, el país va en la dirección correcta. La reactivación llegó para quedarse.

*Gabriel Gilinski es accionista de Publicaciones Semana.