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Rodolfo Hernández | Foto: Esteban Vega La-Rotta

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Petro o Fico: ¿para dónde se irían los votos de Rodolfo Hernández en una segunda vuelta presidencial?

Si los pronósticos de las encuestas se cumplen y Rodolfo Hernández no pasa a la segunda vuelta, uno de los grandes interrogantes es en quién terminarán sus votos en la carrera por la Casa de Nariño.

7 de mayo de 2022

Uno de los fenómenos políticos de la contienda presidencial es, sin duda, Rodolfo Hernández. El exalcalde de Bucaramanga, con un discurso sencillo pero eficaz, centrado principalmente en la lucha contra la corrupción, cuenta con una intención de voto que oscila entre el 10 y el 14 por ciento, dependiendo de cada encuesta. Por esa razón, en caso de que Hernández no pase a la segunda vuelta, varios de los grandes interrogantes de la campaña son qué ocurrirá con él, a qué candidato apoyará y qué harán sus militantes.

Debido al respaldo que tiene Hernández en distintas regiones del país, su decisión y la de sus votantes puede terminar siendo definitiva y desequilibrar la balanza en la competencia por la Casa de Nariño, en la eventualidad de que la presidencia se la disputen finalmente Gustavo Petro y Federico Gutiérrez,el próximo 19 de junio. 

Hernández ha sido extremadamente prudente. Cada vez que le preguntan por la decisión que tomaría en una segunda vuelta, el ingeniero, de 77 años, repite el mismo libreto: no está pensando en eso, pues cree que puede ganar las elecciones en la primera vuelta, el próximo 29 de mayo. Pese a ello, todos los estudios electorales indican otra cosa y ubican a Hernández en el tercer lugar, luego de Petro y Fico.

En la más reciente encuesta del Centro Nacional de Consultoría (CNC) para SEMANA, Hernández obtuvo 9,6 por ciento de intención de voto, en la de Guarumo registró 12,4 por ciento y en la de Invamer llegó a 13,6 por ciento. Al traducir dichas cifras en las urnas, se podría hablar de entre 1.500.000 y 2.000.000 de votos, aproximadamente, un número muy significativo y atractivo para Petro o Fico en la segunda vuelta.

En 2018, por ejemplo, esa fue la distancia que separó a Iván Duque de Petro.De acuerdo con el estudio del CNC, los votos de Hernández se concentran principalmente en la región centro oriente, conformada por Bucaramanga, Cúcuta, Tunja, Arauca, Chiquinquirá, Ráquira, Santa Rosa de Viterbo, Socotá, Sogamoso, Sotaquirá, Úmbita, La Palma,Mosquera, Sasaima, Sibaté, Soacha, Ubaté, Chinácota, Villa del Rosario, Bolívar, Capitanejo, El Carmen de Chucurí, Floridablanca, Rionegro, San Gil, Vélez, Orocué, Trinidad y Villanueva.

En esa región reúne el 24,8 por ciento de la intención de voto, la más alta, y supera a Petro y a Fico.Por capas de la población, el votante promedio de Hernández está entre los 26 y 40 años.

El exalcalde de Bucaramanga suma votos en los estratos bajo, medio y alto. Desde el punto de vista político, su elector se considera más independiente y no atado a alguna estructura partidista.

El mismo estudio de abril del CNC para SEMANA revela qué harían los votantes de Hernández en caso de una segunda vuelta entre los dos punteros de las encuestas: el 40,2 por ciento de los votos se iría con Fico, y el 22,4 por ciento, con Petro. El 11,9 por ciento lo haría en blanco, y el 23,9 por ciento no votaría por ninguno los dos.A finales de 2021, Hernández insinuó en un debate de SEMANA que podría votar por Petro en una eventual segunda vuelta, pero hoy es difícil saber si eso será así.

De hecho, en los últimos meses ha marcado distancia con el líder del Pacto Histórico, a quien ve como una competencia directa. Por eso, el santandereano ha pronunciado frases como “Petro solo habla paja” y “Petro está asustado, que no se coma las uñas”, entre otras. El año pasado, la campaña de Petro llegó a preocuparse, pues Hernández se apropió del discurso anticorrupción y alcanzó un fuerte impacto. Hoy eso ya no ocurre. En el Pacto Histórico no ven a Hernández como una eventual competencia, pero Petro no lo maltrata ni lo ataca porque tiene claro que será clave en la segunda vuelta. 

Hernández es uno de los políticos que más emociones inspira en el país. Utiliza un lenguaje cotidiano que le ha permitido conectarse con el electorado y que ve en él una alternativa para combatir la corrupción. Los críticos de Hernández, sin embargo, recuerdan que el exalcalde de Bucaramanga enfrenta un proceso penal por un presunto interés indebido en la contratación de un consultor para definir la solución al problema de las basuras en la capital santandereana, en la época en que fue alcalde.

Ahora, a diferencia de lo que ocurría hace unos meses debido a que permanecía principalmente en Bucaramanga, Hernández ya recorre el país. En días recientes visitó Cúcuta, Pereira, Bogotá y Medellín, y se ha centrado en hablar con el público en los aeropuertos y las puertas de los hoteles, donde lo esperan decenas de seguidores que lo acompañan a recorrer las ciudades en caravanas.

El estratega Ángel Beccassino, quien llegó a la campaña recientemente, lo sacó de su oficina y le hizo entender que la presidencia no solo se gana desde las redes sociales. Hernández recobró el protagonismo luego de su visita al papa Francisco, un periplo por Europa y las consultas interpartidistas de marzo, en las que no participó bajo la excusa de que son una pérdida de dinero para el Estado.

En los últimos días, se alcanzó a hablar de una posible alianza con Sergio Fajardo, pero quedó descartada. Como Hernández tiene una mayor intención de voto que el exgobernador de Antioquia, esperaba que él se le uniera. Pero al final no fue así.Aunque el esfuerzo de Hernández es grande, es difícil pensar, a 22 días de la primera vuelta, que pueda ganar en esta o pasar a la segunda. La elección se ha fracturado en dos bloques, representados por Petro o Fico.

Tal como están las cosas, Hernández puede terminar convirtiéndose en el Sergio Fajardo de 2018, aunque, a diferencia del exgobernador de Antioquia, el santandereano no se irá a ver ballenas y, a pesar de que no lo ha dicho públicamente, jugará un papel fundamental en la segunda vuelta.

Esta elección le ha dado tanta visibilidad a Hernández que en Santander se da por descontado que se lanzará a la Gobernación en las próximas elecciones regionales del 2023, cuando partiría como el gran favorito, a menos que el proceso penal que enfrenta por el escándalo de Vitalogic le trunque esa aspiración. Hernández ha dicho que, si no es presidente, competirá por el mandato departamental. A dicha elección llegaría luego de jugar un rol decisivo en la segunda vuelta presidencial.