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Por presuntas violaciones, Fiscalía y Procuraduría pidieron medida de aseguramiento contra el profesor Fabián Sanabria

El sociólogo y antropólogo fue imputado por el delito de acceso carnal violento agravado.

21 de febrero de 2022

Para el próximo 1 de abril quedó programada la audiencia en la que se definirá el recurso de apelación presentado por los representantes de la Fiscalía y la Procuraduría General en contra de la decisión del juzgado 34 de control de garantías que se abstuvo de imponerle medida de aseguramiento al profesor Fabián Sanabria Sánchez, en la audiencia que se celebró el pasado 14 de enero.

Fuentes cercanas al proceso le señalaron a SEMANA que la Fiscalía General busca que se imponga una medida para que Sanabria no salga del país y tenga que presentarse periódicamente ante las autoridades, esto con el fin de evitar que afecte el desarrollo normal del proceso penal.

Por reparto, será el juzgado 49 de conocimiento el que resuelva el recurso de apelación. La Procuraduría General coadyuvó esta petición de medida de aseguramiento pidiendo que se salvaguarde el proceso penal, impidiendo la fuga o la presión al denunciante y los testigos que relataron los hechos ante el ente investigador.

Sanabria es investigado por, presuntamente, haber abusado sexualmente de un joven de 25 años quien fue hasta su apartamento para presentarle su hoja de vida ante una supuesta oferta laboral. Los hechos se presentaron, según la denuncia, el 23 de septiembre de 2013.

Ya en el apartamento, ubicado en el sector de Las Aguas en pleno centro de Bogotá, Sanabria le brindó una bebida (no se específica cuál) al joven. Pocos minutos después se empezó a sentir mareado. En ese momento, el docente universitario intentó besarlo.

Pese a que el joven intentó huir y resistirse a las acciones del docente, Sanabria usó la violencia para someterlo y abusar de él sexualmente. Ante la pregunta del juez de control de garantías, el profesor universitario se declaró inocente del delito de acceso carnal violento agravado por la confianza imputado por la Fiscalía General.

En la diligencia se puso de presente que la Unidad de Delitos Sexuales de la Dirección Seccional de Fiscalías de Bogotá ha recibido distintas denuncias en contra de Fabián Sanabria por acoso y abuso sexual. Las acciones han sido recopiladas por la Comisión Feminista de Asuntos de Género del Departamento de Antropología de la Universidad Nacional.

En diferentes oportunidades, Sanabria se ha declarado inocente de estos hechos asegurando que todas sus relaciones han sido consensuadas, negando cualquier tipo de abuso o acoso sexual.

“Déjese consentir como los gatos”

El pasado 22 de enero, SEMANA reveló en primicia la declaración del denunciante en contra de Sanabria. El joven asegura que fue presionado y drogado por el docente para tener relaciones de tipo sexual.

“En ese momento que él ve la sangre, es como si un monstruo en él se hubiera despertado y empezó a golpearme con el cinturón, empezó a darme correazos. Me decía que no gritara, que si me dejaba dar unito más, él me dejaba ir. Me dijo: ‘Déjate consentir como los gatos’, esas palabras nunca se me van a olvidar”.

Según el relato, en 2013, el joven habría llegado al apartamento de Sanabria, en el centro de Bogotá, luego de contactarlo por Twitter y tras una promesa de trabajo. El denunciante señala que, al llegar a la vivienda del docente, este le habría ofrecido una gaseosa que a los pocos minutos lo dejó mareado y en la cama de Sanabria.

“Se abalanzó sobre mi cuerpo, eso nunca se me va a olvidar, sus dos manos sobre mis manos, sobre mis brazos, haciendo presión, tratando de besarme. En vista de que yo no me dejé besar, me hizo un chupón en el cuello y yo le dije: ‘¿Qué le pasa? ¡Déjeme! Esto no me gusta, me quiero ir’”, relató el joven.

“Él le había colocado seguro a la puerta tan pronto yo entré, y yo tenía muchísimo mareo y él cogió un cinturón como si quisiera atarme a la cama y no podía, como si quisiera amarrarme; y su expresión en su cara era como si algo se hubiera apoderado de él en esos momentos y no fuera él, sino que fuera un ente (llora)”, agregó el denunciante.

La situación se habría ido tornando más crítica. “Recuerdo que él me tapaba para que no gritara”. Según la víctima, Sanabria le decía: “Yo te quiero golpear las nalgas, te quiero dar un correazo en las nalgas”.

El supuesto abuso se extendió hasta la penetración, aunque la víctima advierte que el placer de su agresor no era ese acto, sino “someterlo”, tenerlo en el sitio que estaba, atado y rogando por su libertad. Cuando lo desató, de acuerdo con el relato, Sanabria dijo que “lo había pasado muy rico”. Todo duró unos 20 minutos. El afectado tardó en reincorporarse y aseguró que se levantó en silencio, tomó su hoja de vida, salió del apartamento y se subió a un taxi, con su boca todavía ensangrentada por los golpes.

Cuando llegó a su casa, “subí hasta el quinto piso donde yo vivía, en completo silencio, entré, tomé una ducha y me metí en las cobijas de mi cama a llorar”. Supuestamente, al día siguiente, Sanabria le habría enviado un correo, que reposa en el expediente. El joven, de 25 años, refirió que en ningún momento se sintió atraído físicamente por su supuesto agresor y que, desde lo sucedido, su vida cambió.

“Intenté suicidarme (...) Pasé con un psicólogo, no me adapté a ese psicólogo; pasé por otro, hablaba mucho sobre el abuso sexual, ese psicólogo me recetó unas pastillas para dormir, e intenté (no se entiende) con esas pastillas y hasta el día de hoy todavía tengo pesadillas. Esas pesadillas y todas esas secuelas generaron secuelas en mi sanación porque yo no puedo tener una relación íntima con absolutamente nadie”, contó el joven, quien durante todo su relato debió ser consolado por la persona que le recibió la denuncia. “Lo siento mucho, lo siento, esto que estás haciendo es muy importante”, le decía quien lo escuchaba.

“Detesté los gatos por muchos años, cada vez que veía un gato me acordaba de cuando él me decía: ‘Déjese consentir como los gatos’”, recordó el joven.

El testimonio aparece en el tercer informe de Las que Luchan, un grupo de estudiantes y egresadas de la Universidad Nacional empeñadas en demostrar cómo, desde hace más de una década, profesores de esa alma mater, en particular del Departamento de Antropología, se encuentran comprometidos en presuntos casos de abuso sexual.