NACIÓN
Ataque sicarial en Soledad, Atlántico, deja una persona muerta y otra herida
Las dos víctimas recibieron disparos en repetidas ocasiones.
Continúa la inseguridad en el área metropolitana de Barranquilla. Esta vez se trata de un acto sicarial en el municipio de Soledad, Atlántico, que dejó una víctima mortal.
Se trata de dos hombres que fueron abordados por sicarios que desenfundaron un arma y dispararon a quemarropa. El hecho tuvo lugar en el barrio Manuela Beltrán, exactamente en un restaurante conocido como ‘Mayuca’.
Las dos víctimas recibieron disparos en repetidas ocasiones, dejando a uno de ellos muertos en el sitio y el otro herido.
Hasta el momento, la identidad de las víctimas no ha sido revelada, pero se conoció que el sobreviviente fue llevado a un centro asistencial, mientras que la Policía Metropolitana de Barranquilla se encuentra adelantando las investigaciones correspondientes para dar con el paradero de los delincuentes.
Tendencias
Persecución en Barranquilla
Dos presuntos ladrones y miembros de la Policía Nacional protagonizaron una persecución de película en las calles de la ciudad Barranquilla. En medio del operativo, un hombre perdió la vida y otro más fue privado de la libertad.
El incidente se presentó en el norte de la capital de Atlántico cuando los supuestos delincuentes estaban cometiendo un hurto en la calle 82 con carrera 42F. Esta escena fue percibida por los uniformados que estaban patrullando el sector.
Cuando notaron la presencia de la fuerza pública, los asaltantes emprendieron la huida en una motocicleta. Mientras que los oficiales tomaron la decisión de perseguirlos, activando un plan candado para atraparlos y ponerlos a disposición de las autoridades.
Al parecer, cuando los sujetos ingresaron al barrio Ciudad Jardín, dispararon contra los policías y ellos reaccionaron con sus armas de dotación. En medio del intercambio de balas, tumbaron a los ladrones de la moto y uno de ellos resultó herido.
De inmediato, el afectado fue evacuado hacia un centro médico de la ciudad, donde más tarde murió. Él fue identificado como Humberto Enrique Fuenmayor Cabarcas, quien tenía entre sus pertenencias un arma de fuego tipo revólver.
Mientras que su acompañante, de 31 años, fue puesto a disposición de las autoridades competentes para que responda por la situación que protagonizó. Como prueba, se tienen varios videos que muestra el aparatoso momento que se vivió en la ciudad.
A raíz de esta novedad, la Policía Metropolitana de Barranquilla anunció la apertura de una investigación interna, al igual que la justicia penal militar, para evaluar si los patrulleros cumplieron todos los protocolos a la hora de atender la alteración del orden público.
Extorsión en Barranquilla
Por otro lado, las autoridades judiciales accedieron a valiosa información que pondría en evidencia detalles desconocidos del fenómeno de la extorsión en Barranquilla y su área metropolitana.
En allanamientos simultáneos realizados en ocho centros de reclusión del país, se identificaron los posibles lugares desde donde se ordenarían los cobros ilegales e intimidarían a las víctimas por medio de teléfonos.
Los hallazgos se dieron en las cárceles ubicadas en Bogotá, Cartagena, Popayán, Barranquilla e Ibagué. También en municipios de Antioquia, Valle del Cauca y Santander.
En esos sitios se encuentran privados de la libertad supuestos integrantes de bandas delincuenciales que se sostienen con el pago de las extorsiones que provienen del departamento del Atlántico.
Funcionarios del Gaula de la Policía Nacional, el Inpec y la Fiscalía inspeccionaron las celdas de Negro Ober, Niño Buitre, Caín, Happy, Tommy Masacre, Cachetes, Fabianis, JJ, Oton, 07, Hormiga, Bindi y Andi.
Allí encontraron 28 teléfonos con su respectiva tarjeta SIM. Además, ocho agendas que contenían el listado de números celulares de las posibles víctimas de la extorsión. Entre los apuntes, quedaron al descubierto las cuentas bancarias donde era consignado el dinero.
Los uniformados advirtieron que continuarán desplegando todas sus capacidades operativas para contrarrestar este delito y brindar acompañamiento permanente a la comunidad que recibe constantemente las intimidaciones.