Joven habría muerto en manos de la Policía: comunidad enfurecida vandalizó estación de esa institución en Magdalena

Las autoridades en el departamento de Magdalena adelantan las investigaciones para esclarecer la muerte de un joven de 23 años, identificado como José David Cantillo Chamorro.

El caso se habría registrado en la noche del pasado miércoles, 25 de enero, en el municipio de El Retén, norte de Magdalena.

Según las primeras versiones, Chamorro se encontraba en una cancha de fútbol junto con otros jóvenes cuando fueron abordados por una patrulla de la Policía, quienes se encontraban realizando operaciones de registro y control.

De acuerdo con la institución, los agentes se acercaron a la víctima mortal y en medio de una requisa le encontraron sustancia estupefaciente. De inmediato, fue requerido y le solicitaron su documento de identificación. Al parecer, José David opuso resistencia y los uniformados tuvieron que hacer uso de la fuerza.

Aunque los hechos aún son confusos, las hipótesis dan cuenta de que el joven habría recibido un golpe y cayó al suelo. Posteriormente, tuvo que ser remitido a un centro asistencial.

“Esta persona fue trasladada al centro de salud del mismo municipio, donde los galenos de turno infortunadamente reportan su deceso”, dijo la Policía.

El centro hospitalario confirmó el fallecimiento de José David por causa de un infarto. El incidente habría ocasionado tensión entre la comunidad, que enardecida decidió arremeter contra la estación de Policía de El Retén lanzando piedras y destruyendo vehículos institucionales.

“Para determinar las circunstancias y responsabilidad de la actuación de los uniformados, el comando de departamento de Policía de Magdalena, bajo la política de Transparencia Institucional, dispuso el desplazamiento inmediato del comandante operativo de seguridad ciudadana, acompañado del grupo interdisciplinario para que dé inicio a las investigaciones en el marco del debido proceso y exista claridad sobre la forma en que se presentaron los hechos y, en caso de ser necesario, adelantar las acciones disciplinarias o penales correspondientes”, anotó la institución armada.

Debido a los desmanes que protagonizó un grupo de ciudadanos, las clases tuvieron que ser suspendidas este jueves, 26 de enero, pero se retomarán el día viernes. Así lo confirmó el alcalde municipal Jorge Eliécer Serrano.

“Nos dimos cuenta de que muchas personas aprovecharon la situación para arremeter contra la institución. Hemos determinado que esas personas son ajenas al caso, es decir, no son familiares, ni amigos ni vecinos del muchacho que murió. Son personas desadaptadas que buscan alterar el orden público, indicó el mandatario local.

Serrano también expresó un sentido mensaje de aflicción para la familia de la víctima.

“Mis condolencias a los familiares de la persona fallecida. Hemos solicitado a las autoridades competentes que haya una investigación a fondo para lo cual viene una fiscal especializada de Barranquilla, para saber a ciencia cierta lo que ocurrió. No estamos acostumbrados a este tipo de hechos”.

Amenazan a director del Inpec

El susto y la tensión al interior del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) fue mayor. Al despacho del director de esa entidad, coronel Daniel Gutiérrez, llegó un desayuno con una granada en su interior. De inmediato se encendieron las alarmas para adelantar las investigaciones.

Desde su posesión como director del Inpec, Gutiérrez ha adelantado una cruzada contra la corrupción al interior de esa entidad, una depuración con operativos sorpresa en varias cárceles del país y traslados de reconocidos delincuentes que gozaban de privilegios.

Las autoridades investigan el origen de la amenaza, que llegó en un paquete a nombre de un asesor del director del Inpec, pero que en su interior tenía una nota con nombre claro y las advertencias a los directivos del Instituto.

De acuerdo con lo informado por fuentes de la Fiscalía, la nota que llegó junto con el “desayuno bomba” advertía sobre los constantes operativos que adelanta el Instituto en contra de la corrupción y los desórdenes al interior de diferentes cárceles en el país.

Fue el propio Coronel Gutiérrez quien ordenó el traslado de varios extraditables, entre ellos, poderosos narcos, para evitar los supuestos privilegios que recibían en la cárcel La Picota en el sur de Bogotá.

Se tenían varias informaciones de amenazas en contra del director del Inpec tras su llegada a la entidad y el anuncio de una lucha frontal contra la corrupción.