Política
El exprocurador Alejandro Ordóñez, “al destituirme, me hizo presidente”: Gustavo Petro
El presidente, sin embargo, olvidó que su voto en el Senado fue definitivo para que Alejandro Ordóñez se convirtiera en procurador y en el hombre que lo sacó de la Alcaldía de Bogotá.

El presidente Gustavo Petro revivió una herida de su pasado que no parece haber sanado totalmente.
En un acto de reconocimiento a la dignificación de la labor de los recicladores que hacen parte del programa Basura Cero, Petro, desde Soacha, Cundinamarca, recordó lo que él hizo por el tema de las basuras cuando fue alcalde de Bogotá.
“Nunca pensé que aplicar una sentencia de la Corte Constitucional pudiera traer hasta la destitución del alcalde por parte del exprocurador general Alejandro Ordóñez, un señor de ideología fascista que prefirió sacar al alcalde que consideraba socialista que aplicar la Constitución nacional, que aplicar la sentencia de la Corte Constitucional”, dijo.
A juicio de Petro, “Ordóñez no lo supo, pero al destituirme de la Alcaldía me hizo presidente de la República. Esas son las paradojas de la vida”.
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Y siguió en su intervención: “Lo único que estábamos haciendo era aplicar una sentencia de la Corte Constitucional, la destitución del alcalde por parte de la Procuraduría se cayó en el Consejo de Estado cuando estuvo dirigido por facciones progresistas de la justicia; la destitución del alcalde se cayó, posteriormente, en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y hay una sentencia que le ordenó a la Procuraduría que no podía destituir a funcionarios de elección popular ni a ningún candidato por sus derechos políticos”.

Lo que dice Petro es cierto. La CIDH falló a su favor, le reintegró sus derechos políticos y fijó jurisprudencia sobre el organismo disciplinario. Al menos, limitó sus facultades para tumbar alcaldes, gobernadores, diputados y concejales electos popularmente por considerar que la Procuraduría era un organismo administrativo y no judicial. Por tanto, todo tipo de decisión que profiera debe ser revisada por el Consejo de Estado para que quede en firme.
Lo que no contó Gustavo Petro en medio de su discurso en el municipio de Soacha fue que él votó en el Senado para elegir procurador a Alejandro Ordóñez, a quien llama fascista y quien lo destituyó de su cargo.

Ordóñez y Petro se convirtieron en enemigos políticos. El exprocurador está radicado en Estados Unidos, después de que el expresidente Iván Duque lo nombrara embajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA). Tras la muerte de su esposa, producto de una enfermedad terminal, él guardó un profundo silencio ante la opinión pública y optó por la desconexión.
Y es que el exprocurador pasó de ser un hombre afamado por sus decisiones disciplinarias a un abogado criticado. Además de la destitución contra Petro, que se cayó judicialmente, también quedó sin piso la destitución para ejercer cargos públicos que le impuso a la exsenadora Piedad Córdoba por sus presuntos nexos con las Farc.
Para la justicia, las pruebas que recogió Ordóñez en ese proceso, como las USB incautadas al excomandante guerrillero Raúl Reyes, no tenían validez porque no habían sido solicitadas por un juez.