Política
Presidente Petro endurece su defensa a la reforma laboral y asegura que es “mentira” que genere pobreza o desempleo
El jefe de Estado radicó la polémica iniciativa en el Congreso.
Encuentra aquí lo último en Semana
La discusión sobre la polémica reforma laboral del Gobierno del cambio conforme pasan los días se agudiza aún más y el presidente Gustavo Petro nuevamente le salió al paso a las críticas que se han conocido en contra del proyecto, defendiendo la iniciativa a capa y espada desde Ciudad Bolívar al sur de Bogotá.
Tendencias
El mandatario colombiano envió un mensaje directo a los críticos de la reforma laboral, desmintiendo que el objetivo que tiene de disminuir la jornada laboral no desatará en Colombia fenómenos de desempleo o pobreza.
“Entonces, ¿es cierta esa crítica que se nos hace respecto a la reforma laboral y que sale en televisión todos los días diciendo que si elevamos el salario real y reducimos la jornada laboral, entonces aumenta la cantidad de desempleados y, por tanto, la pobreza en Colombia?, las estadísticas dicen lo contrario”, sostuvo Petro.
Y agregó en su discurso: “La estadística lo que dice es que si incrementamos la productividad nos volvemos más ricos en Colombia y entonces para incrementar la productividad lo que tenemos que hacer es jornadas menos largas y más conocimiento en los trabajos”.
“Tenemos que tener también un Gobierno que ayude a que ese conocimiento se vuelva productividad y eso fíjense ustedes, si lo analizan es diferente y eso es lo que vemos aquí (Ciudad Bolívar) en la práctica es lo que vemos aquí”, subrayó el jefe de Estado.
Con reforma laboral, domicilios de Rappi costarían $18.000: esta fue la cruda advertencia del CEO, Simón Borrero, en SEMANA
La reforma laboral, que fue radicada en el Congreso de la República por la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, tiene con los pelos de punta a muchos empresarios, en especial a los de las plataformas de domicilios, que serían las más afectadas, dado que en el proyecto de ley habría exigencias “incumplibles” para ellos —según algunos—, lo que pondría en riesgo su continuidad.
Una de esas plataformas que se vería fuertemente afectada es Rappi, la cual ha tenido bastante aceptación en Colombia. Su CEO, Simón Borrero, explicó en diálogo exclusivo con SEMANA cuáles son los reparos frente a la reforma laboral y cuáles serían las consecuencias para la compañía y los domiciliarios. Incluso, advirtió que, de aprobarse la reforma, los domicilios en Rappi tendrían que aumentar abruptamente.
De acuerdo con Borrero, “la reforma tiene dos temas peligrosos y tremendamente injustos: laboralidad forzosa y un freno a la flexibilidad de los rappitenderos al ofrecer sus servicios”.
El CEO de Rappi explicó que la gran mayoría de los rappitenderos trabaja por horas, no lo hace en un horario fijo, ni tampoco todos los días, y con esta reforma laboral tendrían que pasar a ser un empleado formal, aunque según él, “los rappitenderos no quieren eso, quieren más protección y más bienestar”.
Es así como Borrero señala que desde Rappi están dispuestos a cotizarles seguridad social a los rappitenderos por las horas que realmente trabajan, pero indica que lamentablemente “el sistema colombiano no lo permite y requiere que solo se pueda cotizar sobre un salario mínimo entero”.
“En nuestro caso, entre 80 y 85 por ciento trabaja ocasionalmente, así que la minoría está de tiempo completo y ese grupo tampoco quiere la laboralidad forzosa porque sus ingresos promedio son de 11.000 pesos por hora, frente a un salario mínimo que actualmente está en 4.800 pesos. Y aunque son personas que trabajan tiempo completo, tienen flexibilidad para decidir qué días y en qué horarios lo hacen. Esta reforma los obligaría a ganar un salario mínimo y, por ende, les entraría mucho menos dinero”, agregó.
Es así como Borrero le mandó un importante mensaje al Congreso de la República, pues afirmó que con esta reforma laboral, además del impacto negativo que tendría, también aumentarían los domicilios hasta $18.000.
“Por la actual situación económica y por la inflación, entiendo que muchos clientes estén insatisfechos porque Rappi se ha vuelto más costoso, pero con la reforma tendríamos que cobrar 18.000 pesos por un domicilio y eso restringiría el servicio a unos pocos, destruyendo el modelo de negocio y dejando sin ingresos a muchas personas”, comentó Borrero.
Puntualizó: “No estamos en Suiza ni en España, estamos en un país donde la gente necesita oportunidades. Ayudemos a que los que estamos construyendo esas oportunidades lo podamos seguir haciendo de forma sostenible.
Lea a continuación la entrevista completa de Simón Borrero con SEMANA:
SEMANA: ¿Por qué les preocupa tanto la reforma laboral?
SIMÓN BORRERO: Desde Rappi queremos poder brindar más protección y bienestar a los rappitenderos. Sin embargo, la reforma tiene dos temas peligrosos y tremendamente injustos: laboralidad forzosa y un freno a la flexibilidad de los rappitenderos al ofrecer sus servicios.
SEMANA: ¿Qué es laboralidad forzosa?
S.B.: Hoy, cualquier persona puede conectarse desde su celular y generar ingresos inmediatos en cualquier momento. Un estudiante que está en la mitad de parciales tiene un día libre, necesita pagar sus estudios, se puede conectar y ganar dinero. Como se plantea en la reforma, esto no sería posible. Ese estudiante tendría que ser un empleado con horarios fijos. La gran mayoría de los rappitenderos no quiere eso, quiere más protección y más bienestar, y en eso estamos super de acuerdo. De aprobarse la reforma, 90 por ciento de los trabajadores digitales quedaría por fuera y daña totalmente el modelo. Rappi y las demás plataformas están construidas para brindarles oportunidad de ingresos complementarios a miles de personas y la reforma va en contravía de ese modelo.
SEMANA: ¿Qué implicaría que los repartidores fueran empleados de Rappi?
S.B.: Esto forzaría a las plataformas a quedarse con un grupo pequeñito que trabaje entre 40 y 42 horas por semana, pero eso solo lo pueden hacer unos pocos. La mayoría de los trabajadores digitales no puede trabajar en un horario fijo, y no porque quiera, sino porque tiene restricciones como el cuidado de sus hijos, el estudio o incluso otros trabajos.
SEMANA: ¿Y por qué no cotizar a seguridad social por esas horas que efectivamente pueden trabajar?
S.B.: Porque el sistema colombiano no lo permite y requiere que solo se pueda cotizar sobre un salario mínimo entero. Así, el sistema no le recibe sus aportes al que trabaja unas cuantas horas a la semana y gana 300.000 pesos al mes, y es la explicación de la alta informalidad en Colombia.
SEMANA: ¿Cuántas personas trabajan de tiempo completo como rappitenderos y cuántas lo hacen de forma esporádica?
S.B.: En los últimos seis meses ganaron ingresos a través de Rappi 150.000 personas. Si se juntan todas las plataformas, son más de 300.000 personas. En nuestro caso, entre 80 y 85 por ciento trabaja ocasionalmente, así que la minoría está de tiempo completo y ese grupo tampoco quiere la laboralidad forzosa porque sus ingresos promedio son de 11.000 pesos por hora, frente a un salario mínimo que actualmente está en 4.800 pesos. Y aunque son personas que trabajan tiempo completo, tienen flexibilidad para decidir qué días y en qué horarios lo hacen.
Esta reforma los obligaría a ganar un salario mínimo y, por ende, les entraría mucho menos dinero. Y no son ingresos menores: el año pasado, los repartidores de Rappi recibieron por medio de la plataforma medio billón de pesos, pero eso no lo tiene en cuenta la reforma, la cual pretende imponer los modelos antiguos de trabajo. Aquí en Colombia deberíamos estar mirando hacia adelante y tratando de que haya más oportunidades para la gente, no menos.