Tecnología
Un reciente hallazgo habría revelado pistas clave sobre la zona del planeta con mayor probabilidad de ser impactada por 3l/ATLAS
Numerosos científicos y expertos han realizado estudios para comprender cómo funcionan los objetos interestelares como 3l/ATLAS.
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Desde el descubrimiento de 3I/ATLAS, la comunidad científica se vio sacudida por la posibilidad de que este objeto celeste pudiera impactar la Tierra. Sin embargo, tras varios estudios se determinó que no representaba una amenaza real. Aun así, algunos detalles llamaron la atención de los expertos, quienes decidieron no perderlo de vista.
La razón de tal interés radica en que se trata del tercer objeto interestelar detectado hasta la fecha, después de ‘Oumuamua (descubierto en 2017) y 2I/Borisov (en 2019). 3I/ATLAS fue observado por primera vez en julio de este año y, desde entonces, sus características y movimientos inusuales despertaron preguntas sobre su origen. Algunos científicos incluso se preguntaron si podría tratarse de un cometa o, por el contrario, de un objeto vinculado con algún tipo de tecnología inteligente procedente de otra civilización.
“El cometa 3I/ATLAS es el tercer objeto que proviene del exterior de nuestro sistema solar que se ha descubierto hasta ahora. Los astrónomos han categorizado este objeto como interestelar debido a la forma hiperbólica de su trayectoria orbital. (Su órbita no sigue una trayectoria cerrada alrededor del Sol). Cuando se rastrea la órbita de 3I/ATLAS hasta el pasado, se observa claramente que el cometa viene desde afuera de nuestro sistema solar”, informó la NASA.

A raíz de estos descubrimientos, surge una pregunta inevitable: ¿qué ocurriría si un cometa de este tipo impactara la Tierra y qué regiones serían más propensas a sufrir las consecuencias?
Un reciente estudio publicado en arXiv.org analizó este escenario mediante simulaciones que permitieron comprender de dónde provienen los objetos interestelares, qué tan rápido se desplazan y cómo son sus órbitas al momento de un posible impacto con nuestro planeta.
Los investigadores examinaron las características orbitales (trayectorias), los radiantes (puntos del cielo desde donde parecen provenir) y las velocidades de estos cuerpos. Los resultados indican que los objetos que llegan desde la dirección del ápice solar o del plano galáctico tienen el doble de probabilidad de colisionar con la Tierra.
“Los objetos interestelares que impactan la Tierra tienen mayor probabilidad de presentar órbitas retrógradas cercanas al plano de la eclíptica. Un efecto de selección hace que la distribución de la inclinación de los objetos interestelares que impactan la Tierra sea uniforme/sinusoidal a distancias bajas/altas del perihelio”, explican los autores del estudio.

El informe también señala que los impactos más veloces ocurren durante la primavera, cuando la Tierra se mueve hacia el ápice solar. Sin embargo, en términos generales, los impactos son más frecuentes en invierno, cuando el planeta se desplaza en dirección contraria, hacia el antápex.
En cuanto a la localización geográfica, las simulaciones muestran que los impactos son más probables cerca del ecuador terrestre, con una ligera preferencia por el hemisferio norte, ya que el ápice solar se encuentra en esa dirección.
Es importante tener en cuenta que este análisis se basa en los objetos interestelares en general y que, hasta el momento, 3I/ATLAS continúa siendo objeto de estudio por parte de la comunidad científica, al menos hasta su paso más cercano a la Tierra, previsto para el 19 de diciembre.


