Con agente encubierto desmantelaron a cuatro bandas que vendían postres con drogas en colegios; así funcionaban

La información recopilada durante ocho meses de investigación permitieron a las autoridades darle un golpe certero a la venta de estupefacientes en entornos escolares de varios departamentos del país.

SEMANA conoció que cuatro bandas dedicadas al tráfico de drogas fueron desarticuladas en Norte de Santander, Bolívar, Atlántico y Risaralda.

Estas estructuras no solo le vendían estupefacientes a menores de edad, sino que también los usaban para venderlas. Para inducirlos en el consumo y el negocio, les ofrecían sustancias como parte del pago.

Las drogas comercializadas por estas bandas llegaban a las manos de los compradores en presentaciones que no levantaban sospechas, como postres y dulces.

“Para captar la atención de los menores de edad y evitar que padres de familia, profesores y autoridades se percataran de que los estudiantes estaban consumiendo estupefacientes, los criminales ofrecían las sustancias en presentación de productos comestibles como galletas, brownies, arequipes entre otros. De igual forma, realizaban la entrega de estupefacientes a domicilio, donde los clientes realizaban los pedidos por medio de llamadas telefónicas y WhatsApp, y les ofrecían los productos por medio de un menú con promociones para generar una mayor renta criminal”, detalló la Policía Nacional.

Las pesquisas permitieron que las autoridades realizaran siete allanamientos que dejaron un saldo de 19 detenidos, entre ellos, un menor de edad, y la incautación de más de cinco kilos de estupefacientes.

Los grupos afectados son Los Pikachu, en Barranquilla; Los pisos rojos, en el Carmen de Bolívar, Bolívar; Los júpiter, en Dos quebradas, Risaralda, y Los Pibes, en Cúcuta.

Los capturados tendrán que responder por los delitos de tráfico, fabricación y porte de estupefacientes, uso de menores de edad para la comisión de delitos y suministro de estupefacientes a menores de edad.

Así cayeron Los Pikachu

La banda que tenía su centro de operaciones en Barranquilla sucumbió con las pruebas recopiladas en seguimientos, interceptaciones e infiltraciones de un agente encubierto, de acuerdo a lo detallado por uno de los investigadores del caso.

El agente encubierto se ganó la confianza de alias Pikachu, líder de la estructura, y logró convencerlo de hacer un trato de negocio que le permitió ingresar a la casa de su madre, lugar donde se fabricaban los postres y dulces con estupefacientes que luego eran vendidos en colegios.

Videos grabados por el agente encubierto con una cámara oculta, y a los que tuvo acceso SEMANA, muestran el proceso de elaboración de una galleta con marihuana.

En los metrajes, la madre alias Pikachu explica cómo se preparan los alimentos, mientras que el líder de la banda deja clara la cantidad de marihuana que le ponen a cada galleta.

“Al principio las hacíamos con 0,20 gramos, pero los clientes nos decían que estaba muy suave. Entonces, uno va testeando, y así fuimos subiendo a 0,30 y luego llegamos a 0,50 (...) Hacerlas con 0,60 no es rentable, porque lo más costoso es la weed (marihuana), el margen de ganancia va disminuyendo”, decía el hombre.

Las galletas elaboradas por la madre de alias Pikachu tenían como ingredientes principales cacao, azúcar, huevo y crema de leche, además de marihuana triturada. Los videos dan cuenta, además, de que este sujeto se ofrecía a conseguirle a sus clientes tussi, droga conocida como “cocaína rosada” y que es muy usada en fiestas.