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Donald Trump firmó orden ejecutiva para que hijos de migrantes ilegales, que nazcan en Estados Unidos, no tengan derecho a la ciudadanía
Se trata de una de las promesas del mandatario desde la campaña presidencial. Sin embargo, algunos expertos consideran que se trata de una medida inconstitucional.

El recién posesionado presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tomó una serie de medidas que había prometido en campaña, como no permitir que hijos de migrantes que se encontraran en estado de ilegalidad, y que nazcan en ese país, tengan derecho a la ciudadanía.
Y así lo cumplió. En medio de una andanada de firmas de órdenes ejecutivas, Trump suscribió una para acabar con la denominada “ciudadanía por nacimiento”.
Con esto, lo que busca el mandatario es frenar la migración ilegal que llega a Estados Unidos, o un fenómeno que se ha conocido recientemente y que se ha denominado como “turismo de parto”, en el que supuestamente mujeres indocumentadas llegarían a ese territorio para tener a sus hijos y que así obtengan la nacionalidad.

Más allá de las pretensiones de Trump y sus argumentos, se trata de una idea que no será sencilla de implementar, según varios analistas de ese país. Por un lado, el principal obstáculo que tendrá es que iría en contravía de la Constitución estadounidense.
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La Decimocuarta enmienda de la Constitución establece que cualquier persona que nazca en territorio estadounidense tendrá los mismos derechos que los demás ciudadanos del país. “Todas las personas nacidas o naturalizadas en Estados Unidos y sujetas a su jurisdicción son ciudadanos de Estados Unidos y del Estado en el que residen”, establece la carta magna.
En ese sentido, aunque Trump ya firmó la orden ejecutiva para implementar esta medida, solo se hará efectiva a partir del 19 de febrero, por lo que le espera un mes largo en el que sectores de oposición puedan presentar recursos para frenar esta medida, argumentando que va en contra de la democracia estadounidense.

Se trata de una regla que lleva más de 150 años en ese país, tras la Guerra Civil que finalizó en 1868 y en la que se tomó esa decisión como una medida para contrarrestar la esclavitud de personas afrodescendientes que habían sido raptadas de África y habían llegado a ese territorio.
Aunque muchos pueden apoyar la medida de Trump considerando que muchas personas de otros países puedan aprovecharse de ese derecho para tener a sus hijos en Estados Unidos, lo cierto es que las cifras no reflejan un abuso a la medida.
Según reseña The New York Times, citando al Instituto de Política Migratoria, a partir de 2019, alrededor de 4,7 millones de niños nacidos en Estados Unidos, menores de 18 años, vivían con un padre indocumentado, se trata del 7 % de todos los niños de Estados Unidos.

Esos mismos estudios reflejan que la gran mayoría de esos menores no cruzaron la frontera en el vientre de su madre. Mientras que el Pew Research Center estimó que en 2022, aproximadamente cinco de cada seis hijos de estadounidenses de inmigrantes ilegales nacieron dos o más años después de que sus padres entraran en Estados Unidos y no inmediatamente a su llegada o en un paso de tránsito.
Aunque ya se trata de una decisión tomada, se sabe que sus detractores buscarán frenarla por las vías legales con los argumentos constitucionales. Mientras tanto, desde el Despacho Oval de la Casa Blanca ya analizan alternativas para llevar esa idea a cabo.