Política
Los líos de Nueva EPS, contados por sus directivos: las declaraciones clave que analizó la Contraloría sobre la entidad
SEMANA accedió a las declaraciones de los directivos de Nueva EPS ante la Contraloría en las que los altos funcionarios reconocieron que hay un atraso tecnológico en la entidad.
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La Nueva EPS es vulnerable en el ámbito tecnológico, está operando con un déficit económico y no ha podido consolidar sus estados financieros porque tiene un sistema de procesamiento manual que hace que sus funcionarios tengan que tramitar una a una las 7 millones de facturas que suma la entidad cada mes. Así quedó documentado en las declaraciones que los altos directivos de la entidad entregaron a la Contraloría, en julio de este año, en medio de las pesquisas del ente de control sobre la crisis en la EPS a la que está afiliada la cuarta parte de la población colombiana y que es propiedad de las cajas de compensación y del Estado, a través del Grupo Bicentenario.
Una de las personas que se presentó a entrevista ante ese ente de control fue Bernardo Camacho, quien para entonces ejercía como agente interventor y ahora fue designado como superintendente nacional de salud. Contra el médico acaba de radicarse una queja ante la Procuraduría porque no declaró su conflicto de interés al asumir ese cargo, desde el que ahora será juez y parte de la situación que atraviesa la entidad con más pacientes del sistema de salud del país.
En su testimonio, Camacho no pudo certificar ante los investigadores la suficiencia de los recursos del sistema de salud y, por el contrario, defendió que en este hay “ineficiencias y desperdicios” que imposibilitan afirmar que los recursos del sistema de salud son los que se necesitan para que las EPS funcionen.
Camacho ha sido un actor cercano a la visión del sistema que tiene el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, y sus afirmaciones sobre la situación de la entidad con 11,5 millones de usuarios fueron pragmáticas. No obstante, las mayores revelaciones llegaron por cuenta de lo mencionado por los vicepresidentes, quienes también tuvieron que presentarse ante el ente de control.

El vicepresidente de Salud, Ricardo Rojas Higuera, señaló ante el ente de control que la Nueva EPS tiene demoras para garantizarles los servicios a los pacientes. “Hay situaciones financieras de los prestadores que acarrean cierres de servicios, lo que genera un efecto negativo para que las autorizaciones sean gestionadas con oportunidad”, señaló. Esa situación representa demoras para las 4,1 millones de autorizaciones que tramita la entidad mensualmente. Rojas reconoció, incluso, que hay quejas por la negación de servicios, aunque aseguró que ese no es el principal motivo de los reclamos de los pacientes.
El vicepresidente de Innovación Tecnológica, Jairo Enrique Lancheros, indicó ante la Contraloría que los sistemas de información solo pueden cubrir de manera funcional el 36 % de las operaciones de la entidad, lo que hace que el resto sea “obsoleto”.
“Nuestra interoperabilidad es muy baja con deficiencias por la obsolescencia que tiene tanto el software como el hardware de la compañía, lo que presenta múltiples caídas de servicios en los módulos”, indicó Lancheros en la declaración a la que tuvo acceso SEMANA.
Cuando el investigador le preguntó al vicepresidente tecnológico si se han identificado fallas en los sistemas, el funcionario reconoció que “la vulnerabilidad de la compañía es muy alta, ya que no cuenta con una tecnología adecuada para el volumen de información que maneja. En el diligenciamiento de cuentas médicas todo el proceso es manual, donde las personas o las empresas contratadas digitan una a una las líneas de cada factura sobre el aplicativo”.
Otro problema tiene que ver con el respaldo de la información, pues para entonces no existía un plan de continuidad de la compañía con el proveedor que realiza el back up diario, mensual y anual de los datos de la empresa. “No existe un centro de datos alterno que permitiera la recuperación en dado caso de que las instalaciones del proveedor fueran atacadas”, se lee en las declaraciones.
Los directivos de Nueva EPS también reconocieron que la compañía presenta un déficit económico de ingresos frente a las facturas radicadas, lo que les impide realizar pagos al 100 % a las IPS. Las estadísticas indican que, para el momento de la entrevista, los ingresos solo permiten cubrir 1,9 billones de pesos, mientras que la facturación supera los 2,5 billones de pesos. “La compañía realiza abonos a las IPS de acuerdo con la radicación de facturas ya que por el atraso en la auditoría y procesamientos de la cuenta médica no se pueden realizar pagos con la facturación procesada y auditada”, se reportó ante la Contraloría.
Por cuenta de estos problemas, Nueva EPS no ha publicado los estados financieros de 2023 ni de 2024. La entidad ha dicho que está trabajando en la consolidación de los reportes de 2023 y no ha dado fecha de la publicación de ese reporte, a pesar de que ya está por terminarse el año 2025 y de que es la única prestadora del servicio de salud del país que no ha entregado esos informes.
El representante a la Cámara, Andrés Forero, comentó que otra de las irregularidades tiene que ver con que la contralora de los estados financieros de 2023 será la funcionaria Gladis Asprilla, quien es la tía del congresista de la Alianza Verde, Inti Asprilla, cercano al gobierno de Gustavo Petro y defensor de la reforma a la salud. La contralora fue nombrada directamente por la Superintendencia Nacional de Salud.
“No se entiende cómo un pésimo interventor podrá ser un buen superintendente. Es necesario que nombre un superintendente ad hoc porque para la EPS que tiene a la quinta parte de la población colombiana”, comentó Forero.
Uno de los vicepresidentes destacó que la llegada de Bernardo Camacho como agente interventor de Nueva EPS permitió encontrar facturas de 2021, 2022 y 2023 sobre las que no se tenía registro. Sin embargo, esta misma persona advirtió que la desarticulación de las áreas de la compañía puede llevar a que se cometan errores internos.
Pero ¿por qué motivo Nueva EPS no ha podido presentar los estados financieros de 2023 y 2024? Los directivos reconocieron ante la Contraloría que esto se debe “a la no razonabilidad de los mismos que tuvo la compañía cuando fueron presentados, ya que en años anteriores venía presentando una estabilidad financiera y de un año a otro se presenta una gran pérdida operacional”.
El exsuperintendente de salud, Fabio Aristizábal, cuestionó que Nueva EPS no tiene una metodología clara para la postulación de pagos en red y señaló que en esta se está presentando un aumento injustificado del pago de anticipos. “No garantiza el uso eficiente y transparente de los recursos”, comentó Aristizábal.
La Superintendencia Nacional de Salud ha dicho que contrató a auditores forenses internacionales para analizar las cuentas de Nueva EPS de los años recientes, asegurando que podrían existir posibles irregularidades en los reportes que presentaron las anteriores administraciones.
Los directivos le indicaron a la Contraloría que la asamblea de accionistas no ha aprobado los estados financieros de 2023, reconocieron que existe un atraso en el procesamiento de la información de las cuentas médicas y también un retraso tecnológico. Sin que se resuelvan esos pendientes, los colombianos no podrán determinar cuál será el futuro de la entidad prestadora del servicio de salud que soporta la cuarta parte del sistema, el cual atraviesa una crisis explícita.


