Profesora bogotana es catalogada como al mejor de Iberoamérica
Profesora bogotana es catalogada como al mejor de Iberoamérica. | Foto: Tomado de Twitter @FundacionFidal

EDUCACIÓN

Profesora colombiana Sindey Carolina Berna fue elegida como la mejor de Iberoamérica

La docente desarrolló un proyecto en el que usa elementos tecnológicos para hablar de la inclusión.

30 de mayo de 2022

Sindey Carolina Bernal recibió el reconocimiento a la mejor profesora de Iberoamérica otorgado por la Fundación Fidal, en Ecuador, gracias a sus trabajo ‘Semillero de investigación Inclutec: estudiantes creando recursos tecnológicos para la inclusión’.

La profesora bogotana fue elegida para este reconocimiento luego de analizar 152 proyectos, de los cuales 105 eran ecuatorianos y 47 internacionales.

En la actualidad se encuentra realizando un doctorado de formación para diversidad en la Universidad de Manizales.

Trabajó para la Secretaría Distrital de Educación de Bogotá. Desde allí resaltan la labor realizada con los estudiantes del barrio El Paraíso, de la localidad de Ciudad Bolívar.

La mujer es una sobreviviente de la violencia colombiana, pero ha encontrado en la educación una oportunidad para apoyar a los niños, niñas y jóvenes colombianos, labor que es aplaudida por la Secretaría de Educación de la capital del país, pero también por sus estudiantes.

Además de este reconocimiento, Bernal, profesora del colegio Enrique Olaya Herrera, también fue nominada al Global Teacher Prize Award. En su trayectoria ha viajado por el mundo (promocionando) los proyectos académicos que ha desarrollado en Colombia y la aventura que ha vivido en su profesión.

¿Qué hacen los profesores en Colombia frente al acoso y la salud mental de sus estudiantes?

Una de las peores consecuencias que dejaron estos dos años de pandemia fue la afectación en materia escolar, donde se presentó un incremento en los casos de deserción, una reducción en los niveles de aprendizaje de todos los grados y se evidenció la gran brecha digital que hay entre sectores sociales y colegios públicos o privados.

Recientemente, a nivel nacional se hizo eco en diferentes medios de comunicación sobre los casos de violencia contra tres estudiantes que fueron atacados por sus compañeros física y verbalmente debido a su cultura y forma de vestir, actuar o pensar. Sin embargo, esto no es algo nuevo.

Un informe de la oenegé internacional Bullying Sin Fronteras, señaló que entre enero de 2020 y diciembre de 2021 hubo un total de 8.981 casos graves de matoneo en Colombia, siendo el segundo país con más casos en la región, detrás de República Dominicana.

Asimismo, teniendo en cuenta el anuncio que hizo el ministro de Salud y Protección Social, Fernando Ruiz Gómez, sobre la decisión de eliminar el uso de tapabocas en espacios cerrados de las escuelas, colegios y universidades de Colombia, expertos en materia de educación señalan como positiva esta medida, ya que los tapabocas eran los causantes de más incidentes de bullying porque los estudiantes no lograban identificar las emociones de sus compañeros.

El acoso es un problema persistente tanto en escuelas públicas como privadas, y representa uno de los mayores retos para los educadores.

Henry May, CEO de Coschool, organización que diseña e implementa proyectos de formación socioemocional en distintas regiones de Colombia y Latinoamérica, señaló que los maestros se están enfrentando a todas estas situaciones indiscriminadamente.

“Hay que entender que los menores de edad siempre han tenido dinámicas sociales complicadas. El bullying no debería ser la norma, pero es algo que existe incluso en los mejores colegios de Colombia, y percibimos que unas cosas están ocurriendo en parte porque en los dos últimos años las relaciones sociales han pasado por un trauma inesperado e inusual”, señaló May.

Para disminuir los casos de matoneo en las escuelas de Colombia, el experto señala que es fundamental crear estrategias de educación socioemocional con los educadores primero.

Además, dice que es importante trabajar en el agotamiento, el estrés y las emociones de los docentes, ya que el bienestar de los educadores es necesario para generar soluciones creativas a los problemas, y permite que niños y jóvenes se conecten mucho más con ellos.