Consejo Nacional Electoral: un ‘plato’ apetecido por los partidos políticos

A pesar de que solo en los últimos días el tema se puso en la agenda mediática, por cuenta de la elección en el Congreso este miércoles, la verdad es que el pulso entre los partidos por el nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) se venía cocinando desde hace varias semanas.

Y no es para menos. El CNE es el órgano que vigila las elecciones y a los partidos políticos. Un magistrado de este organismo electoral tiene el poder de influir en temas claves, como la validez de una candidatura demandada o la apertura o archivo de investigaciones relacionadas con faltas electorales, así como la regulación de las encuestas.

Pero, además, quienes resultan elegidos para conformar la sala plena de esta entidad tienen rango de magistrado de las altas cortes, con un salario similar al de un congresista, pero sin la presión mediática que constantemente tienen los parlamentarios por su remuneración.

De allí que desde hace varias semanas, paralelo al proceso de elección de contralor, los partidos políticos venían moviendo hojas de vida para tratar de poner la mayor cantidad de fichas en este tribunal electoral.

¿Qué tienen que ver los partidos en este proceso? Por ley, se determinó que los nueve magistrados que conforman este organismo son postulados por los partidos políticos: entre más grande es la bancada de cada partido más magistrados podrán elegir. Y la elección la hace el Congreso en pleno.

Es decir, los magistrados elegidos les quedan debiendo ‘el favor’ a los congresistas. El asunto resulta tan trascendental que, según confirmaron a esta revista dos congresistas del Partido Liberal, en la puja también resultaron merodeando, tras bambalinas, el registrador Alexander Vega y el defensor del pueblo, Carlos Camargo.

De allí que las fuerzas políticas tengan control absoluto sobre los magistrados del CNE, un hecho que resulta curioso si se tiene en cuenta que estos mismos magistrados son los que se encargan de vigilar y decidir sobre las faltas electorales que cometan estas mismas organizaciones políticas y son los que aprueban el giro de los anticipos que otorga el Estado a las colectividades en época de elecciones y definen cuál será el monto que se le entregará a cada una.

Contrario a lo que ocurre en otros casos, como la Contraloría o la Procuraduría, en el CNE el interés de los congresistas no es necesariamente burocrático, pues esta entidad no es amplia en su nómina, aunque sí tiene cargos de rango medio que pueden generar interés y buena capacidad de contratación en tiempos de elecciones.

La mayor preocupación de las fuerzas políticas es básicamente tener control sobre una entidad que no solo aprueba el dinero que, por ley, deben recibir anualmente, sino que los puede absolver en caso de tener demandas en contra por procesos electorales.

Así ocurrió, por ejemplo, en los últimos cuatro años con demandas que llegaron contra del expresidente Iván Duque por la llamada ñeñepolítica y por las declaraciones de la exsenadora Aida Merlano en el sentido de que supuestamente habría existido compra de votos en la campaña del exjefe de Estado. Ninguna prosperó más allá de la etapa preliminar.

Lo mismo sucedió con el expresidente Juan Manuel Santos entre 2014 y 2018, por la supuesta entrada de dineros de Odebrecht a su campaña.

Sin embargo, tanto en el caso de Duque como en el de Santos los magistrados eran afines a los partidos que conformaban la coalición de gobierno, por lo que los procesos que llegaban contra los mandatarios terminaron por archivarse.

La composición del nuevo CNE también tiene un especial interés para el gobierno de Gustavo Petro. No se puede olvidar que el organismo tiene actualmente en sus manos una indagación preliminar en contra de integrantes del Pacto Histórico por los ‘petrovideos’.

La decisión se tomó por una denuncia que presentó Pablo Bustos, presidente de la Red de Veedurías de Colombia, en la que pidió investigar a fondo el contenido de dichos videos que fueron revelados en su totalidad por SEMANA.

Una determinación en contra emitida por este organismo electoral podría poner a dar explicaciones no solo al Pacto Histórico, sino incluso al presidente electo Gustavo Petro.

Aunque algunos medios han indicado que ya está lista la ponencia que busca absolver al Pacto Histórico, esta revista confirmó que el tema todavía no está en el orden del día de la sala plena, por lo que por ahora no se espera un fallo sobre el tema y el asunto quedaría en manos de los nuevos magistrados, que se posesionan la próxima semana.

De esta manera, tal como ha ocurrido en años anteriores, el CNE se convierte en uno de los ‘platos’ más apetecidos para los partidos políticos.