Vehículos
¿Qué es el frenado regenerativo, para qué sirve, qué carros lo tienen y cómo le ahorra dinero?
Los vehículos eléctricos siguen aumentando su cuota de participación en el marcado gracias a las ventajas y al ahorro en combustible que ofrecen.
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La evolución que ha venido teniendo la industria automotriz en los últimos años a incorporado nuevas funciones y desarrollos que han permitido dar un paso hacia el futuro en cuanto a temas de conducción, aprovechamiento de energía y seguridad.

Si bien, los motores a combustión son cada vez más eficientes, la hibridación y la electrificación han venido marcando la pauta, movimiento apurado por las diferentes normativas mundiales que tratan de impulsar la prohibición de la venta de carros a gasolina a partir de 2035.
Mientras el mundo se acomoda, los fabricantes siguen incluyendo estos avances en sus modelos y uno de ellos es el frenado regenerativo, el cual está diseñado para hacer mucho más eficiente el consumo de energía en los vehículos que lo incorporan.
¿Qué es el frenado regenerativo?
El frenado regenerativo se ha convertido en una de las características más importantes y diferenciadoras de los carros eléctricos modernos.
Este avance permite mejorar la autonomía, optimiza el rendimiento y transformar la experiencia de conducción.

Según el Departamento de Energía de los Estados Unidos (DOE) y fabricantes como Tesla y Nissan, el frenado regenerativo es un sistema que permite a un vehículo eléctrico recuperar parte de la energía que normalmente se perdería durante el frenado tradicional.
Este sistema permite que en lugar de desperdiciar el calor que se produce a la hora de frenar, el motor eléctrico opere como un generador, convirtiendo toda esa energía producida en la acción de frenado en energía eléctrica que nuevamente es almacenada en la batería del vehículo.
Esto quiere decir que cada desaceleración se convierte en una oportunidad para extender la autonomía del vehículo, permitiéndole a los autos incrementar su autonomía y disfrutar de entre un 10 y 30 % más de energía.
Ahorro en insumos
El frenado regenerativo también tiene un impacto directo sobre el bolsillo del propietario del vehículo, pues reduce el desgaste de los frenos mecánicos, permitiendo un ahorro importante en pastillas y demás componentes.
De igual forma, el poder recorrer más kilómetros con la misma carga, aprovechando la recarga de energía mediante el frenado regenerativo, también significa que se podrá requerir de menos dinero para avanzar distancias más prolongadas.
Distintas fuentes especializadas como Green Car Reports han recogido testimonios de conductores que han manifestado haber triplicado la vida útil de los frenos gracias a este tipo de tecnología.
¿Es fácil acostumbrarse al frenado regenerativo?
Usar el frenado regenerativo es sencillo, pero requiere un pequeño periodo de adaptación. La mayoría de vehículos eléctricos permiten configurar el nivel de regeneración a través de la pantalla central o mediante paletas detrás del volante.

En modos más intensos, como el famoso “One-Pedal Driving” utilizado por marcas como Nissan y Tesla, el carro desacelera de manera notable apenas el conductor levanta el pie del acelerador. Esto permite, en muchos casos, conducir casi exclusivamente con un solo pedal, mejorando el control y la eficiencia energética.
En modos de regeneración más suaves, el comportamiento del vehículo se asemeja más al de un carro de combustión tradicional. El conductor puede seleccionar el nivel de regeneración que más se adapte a su estilo de manejo, al trayecto o a las condiciones del camino. Por ejemplo, en pendientes pronunciadas, aumentar la regeneración ayuda a controlar la velocidad sin abusar de los frenos; mientras que en autopistas, algunos usuarios prefieren niveles más bajos para una sensación más fluida.



