Riña en Fontibón dejó un policía muerto y otro herido

Una riña que se presentó en la noche del domingo 16 de enero dejó un policía muerto y otro herido en la carrera 99 con calle 20 en el bar llamado 311, ubicado en la localidad de Fontibón, occidente de Bogotá.

De acuerdo con la información entregada por las autoridades, y replicada por Blu Radio, los dos oficiales se encontraban vestidos de civil y en compañía de sus parejas en un bar.

Todo parece indicar que la riña se desató por un irrespeto del que fue víctima una de las mujeres por tres hombres que se encontraban en el local comercial.

Los agresores, que huyeron del sitio, fueron captados por cámaras de seguridad y las autoridades desplegaron un operativo para dar con el paradero de los asesinos.

Los dos policías, según informó la emisora, estaban adscritos al grupo antinarcóticos de Bogotá.

Conductor de transporte público y pasajero se fueron a los golpes por no parar a tiempo

El servicio de transporte público en el país no siempre es bien aceptado por los colombianos, con varios de ellos quejándose por las condiciones de los buses, el tiempo que tardan en pasar y la inseguridad en el interior de los mismos. Sin embargo, en algunos casos el inconformismo es tal que algunos pasajeros terminan demostrándolo violentamente en contra de los conductores y el problema aumenta cuando estos deciden responder de la misma forma.

Ejemplo de esto es la discusión que se vivió al interior de un bus del Sistema Integrado de Transporte Masivo de Cartagena (SITM), más conocido como TransCaribe, entre el conductor del vehículo y un pasajero que, según versiones de los testigos, habría mostrado su molestia con el trabajador por no detener el bus en el sitio que requería.

En una grabación que ronda por redes sociales, se observa la forma en que ambos personajes decidieron solucionar sus problemas a golpes, luego de que el usuario le recriminará no haber parado el vehículo. “No tocó el timbre”, le dijo el conductor, y fue precisamente esta frase la que despertó la ira irracional del pasajero.

En cuestión de segundos, el conductor y el usuario ya se encontraban en una batalla campal en la que los puños eran sus armas, sin importar que en el bus hubiera más pasajeros que les solicitaban que se detuvieran.

Al conocerse esta situación, TransCaribe publicó un comunicado de prensa en el que su gerente, María Claudia Peñas, rechazó el hecho de violencia y mostró indignación ante la realidad de que fuese uno de sus trabajadores uno de los protagonistas de esta escena. Asimismo, informó que el conductor, por ahora, no podrá ejercer sus funciones en ningún bus de la empresa, teniendo en cuenta que esta decidió suspender su certificado de idoneidad.

De acuerdo con Peñas, esta decisión se mantendrá hasta que se pueda aclarar qué fue lo que pasó y las condiciones que llevaron a que el conductor actuara como lo hizo.

“El sistema de todos los cartageneros rechaza de manera contundente estos actos de intolerancia y de violencia en la ciudad”, indicó la directiva de TransCaribe, según cita el documento oficial.

Por su parte, el conductor, identificado como Ernesto Barrios Guerrero, aseguró en una declaración que se conoció hace algunas horas que él simplemente se defendió del ataque que, al parecer, habría iniciado el pasajero del bus.

“El hombre se ofuscó y comenzó a insultarme. Se acercó donde me encontraba sentado para agredirme en mi integridad física, lo que hizo que me levantara de mi sitio y me defendiera como pude”, indicó. Además, el hombre aseguró que el usuario con el que luchó en el bus sería empleado de la Alcaldía de Cartagena.

Cabe recordar que no es la primera vez que una situación así se presenta en el sistema de transporte público de la capital del Bolívar. En diciembre de 2017, los medios de comunicación reportaron una riña similar, también entre el conductor de uno de los buses de TransCaribe y uno de sus pasajeros.

En un video que se viralizó por esa época en redes sociales, se observa la forma en que ambos personajes empezaron a golpearse, ante la mirada atónita de los pasajeros que no hacían otra cosa más que gritar y pedir ayuda para detener la pelea.